malditos mentirosos

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Sus ojos seguían clavados en los ajenos, sus rostros serios, queriendo descifrar cual sería el siguiente movimiento del contrario.

-Piedra, papel o tijeras!!- gritaron al unísono.

-Estas haciendo trampa, maknae del mal!!

***

Yoongi se terminaba de secar el cuerpo dentro del baño.

Había dejado de llorar en el momento que "huyó" de los brazos de su menor, y durante toda la ducha no había hecho mas que tratar calmar su sonrojo y el revoltijo que su estomago sentía.

Con la toalla que había secado su cuerpo, limpió el espejo empañado, revelando que, aun, poseía un tono medio rosa en sus pálidas mejillas.

" Te sostendría toda la vida si por mi fuera..."

Esas palabras se reprodujeron nuevamente en su cabeza, haciendo que el mismo revoltijo en el estomago y la misma aceleración de corazón que sintió en cuanto Taehyung las dijo volvieran.

Fijo su vista nuevamente en su reflejo, notando que el sonrojo se había vuelto de un rojo profundo.

Trató de pensar en cualquier otra cosa. Contó ovejas, leyó el reverso del envase del champú, y el porcentaje de algodón de la toalla...

-Oh! La película!!- eso logró que su mente sólo se enfocada en apresurar a su cuerpo.

Con rapidez se puso los boxers que había tomado prestados del maknae sin que èste supiera, luego una remera que le quedaba enorme, blanca, mangas largas con algunos cortes en estas, cortesía de un Taehyung que tampoco tenía idea de que él la había tomado prestada...

A pasó rápido se dirigió a la habitación que ya consideraba como suya...

Piedra, papel o tijeras!!- gritaron al unísono sus dos menores que se encontraban, a su vez, manteniendo una guerra de miradas..

-Estas haciendo trampa, maknae del mal!!

-¿Qué hacen?- preguntó, siendo totalmente ignorado por aquellos dos niños que ni cuenta se habían dado de la llegada de un tercero.

-JA! Gané!!- se mofó Jungkook, apuntando con su dedo índice a su contrincante- Y lo hice justamente- dijo picando suavemente el pecho de Tae, mientras este último hacia pucheros. Yoongi no pudo suprimir una sonrisa, esos dos mocosos eran adorables- Así que Yoongi hyung es mío!!!- y con esas últimas palabras gritadas a los cuatro vientos, la sonrisa se le borro a mayor y el sonrojo que había liberado sus mejillas hace unos minutos volvió a hacer acto de presencia.

-¿Disculpa?!- trató, enserio trató de verse enojado, pero con el notable sonrojo se vio increíblemente tierno ante la vista de los dos maknaes.

Jungkook saltó en su lugar al escuchar la voz de su, recién reclamado, hyung. Su cerebro trabajó más rápido de lo que jamás había hecho para inventar alguna excusa, pero toda palabra quedó trabada en su garganta en cuanto recorrió el cuerpo del rapero.

A Tae se le paró....el corazón, y tragó grueso.

Min Yoongi sonrojado de entrecejo fruncido, cabello húmedo, remera tres tallas más grandes tapando hasta medio muslo...eso era la muerte, estaban seguros.

¿Cómo se respiraba? ¿Cómo se hacia para despegar los ojos de esas pálidas, finas y torneadas piernas?

La respuesta vino rápida y dolorosamente cuando su mayor los trajo de vuelta al mundo de un Zape en la frente.

- Dejen de mirarme de esa manera y respondan!- le ardía la cara por el sonrojo.

-Nosotros...- tragando grueso, volviendo a respirar y arruinando una almohada a su regazo trato de armar algo elocuente que no tuviera nada que ver con lo que en verdad estaban haciendo- estábamos viendo a quien le perteneserias primero- y así, señoras y señores, es como se falla miserablemente.

Jungkook giró su cabeza más que rápido hacia su hyung menor, reprochando con la mirada la falta de confidencialidad, o la ausencia de mentiras.

-Asi que tu me has "ganado".

Jungkook creyó ver algo de bondad en la mirada diabólica de su querido hyung, así que le sonrió lo más tiernamente posible.

Se equivocó, no había nada de bondad en ese pequeño sexy cuerpo blanquecino.

Y en este momento estaba seguro de que el diablo debía estar sumamente orgulloso de su hijo rapero.

-Me duelen los brazos, hyung- lloriqueó Tae, que al igual que Jungkook se encontraba de rodillas mirando la pared con ambos brazos alzados.

Media hora. Media maldita hora en la misma posición, con el hijo del diablo acostado a sus espaldas, encima de la cama, comiéndose las chucherías que iban a acompañar a la película.

Ya habian tratado de levantarse, pensando que su endemoniado y sexy hyung se había dormido.

Mala idea.

El muy desgraciado le había golpeado, con un cinturón, en sus hermosos traseritos.

Mal hyung, hyung malo y..¿Ya dijeron sexy?...

Ya se desquitarian ellos...

Sólo espera pequeño Yoongi...

***

- Ah...Dios! Si, ahí- Namjoon paró en seco al escuchar eso.

Mierda! Conocía perfectamente esa voz.

-Mmm...Jiminie~.

Y esa también.

-Namjoonie, ya podemos irn...- oh, no. Esto no era bueno- Están muertos! Malditos mentirosos!

Nam sólo quería salir a comer un poco de ramen con su hermosisimo Jin, después de pasar casi todo el puto día en el estudio de la empresa.

Maldita sea la hora en que le dijo que no a su novio cuando le preguntó si mejor no quería llamar un deliveri.

Mataría a Hoseok y Jimin por mentirle, hacerse las víctimas y arruinarle la cita.

Continuará...

Gracias Por Perderme...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora