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JungKook estaba emocionado por conocer Busan y a las personas que estaban allí, estaba listo para dar el siguiente paso, darle vuelta a la página y seguir su camino. Aunque no tenga a Ri como algo más que amigos pero aún es joven y podrá conocer a otras personas.

Subió al avión junto a su padre y se sentó. Pidió algo para comer y beber ya que no había probado un bocado de aliento desde que salió del hotel y cuando fue con SeungRi él tenía en mente que iba a comer pero no lo hizo por la noticia que le dio su amigo. Una hamburguesa con papas fritas y una soda fueron los alientos que ingirió. Se durmió durante su vuelo, que no duro mucho pero aunque sea durmió algo. Esperaba encontrarse con su hermano en el aeropuerto pero no fue como deseaba. Decidió llamar a HoSeok para saber si Nam se encontraba con él.

- ¡Hey! ¿Eres HoSeok? —No sabía que decirle ya que estaba tratando con un extraño—. Ah sí, soy Kim JungKook, el hermano menor de NamJoon. Quería saber si mi hermano esta con usted. —Seguía hablando por teléfono y observaba a su papá que estaba pidiendo un taxi. —Pero como lo voy a... bueno como te voy a tutear si no te conozco. —Para Kook ese tal HoSeok era buena persona y también confianzuda. — ¿Cómo que hasta la noche ira a la casa? No quiere ver a su familia. Pero bueno ¿le puedes decir que a las ocho tiene que ir a casa? —El castañito preguntó—. Si, muchas gracias.

Al parecer lo que le tenía que decir debe posponerse hasta la noche pero no importa. Quería conocer el vecindario pero temía que su padre no le dejara salir. Tenía que quedarse ahí esperando.

- ¡Hey, Kookie!, ¿qué opinas si vamos a inscribirlos y de paso conocemos la ciudad un poco más? Vamos Kook. —YoungSoo le dijo a su hijo menor.

- Está bien vamos. —Le respondió Kook—. Pero antes quiero conocer la casa.

En la planta baja se encontraba la cocina, y la sala-comedor. El castañito subió las escaleras, en el segundo piso se encontraba un baño, tres recamaras y una escalera que lo llevaban a la azotea. Eligio su recamara primero, había una que tenía una terraza, estaba una litera con una cama individual arriba y abajo una matrimonial, un ropero, escritorio con una lámpara, mesa de noche, un tocador, televisión de pantalla plana y juegos de video. La otra era la recamara principal que consistía en un ropero, medio baño a dentro, una cama matrimonial y un tocador. Y la última era la más simple, sólo contaba con una cama individual, televisión al igual que la otra, una cómoda y suficiente espacio para practicar algo o incluso para dormirse en el piso. JungKook escogió la tercera, ya que tenía interés en regresar a las artes, pero específicamente al baile, ya que esa es su pasión. Su papá se quedó con la principal y Nam con la primera por no haber estado ahí.

Ya había puesto las cosas que traía en su habitación y las de su hermano en la de él. Después de inscribirse decidieron en ir a comprar algunas cosas como la despensa del mes, ropa y algunos pares de zapatos, aunque a Joon no le iban a comprar nada, sino le iban a dar el dinero para que él se compre lo que sea de su agrado.

JungKook se compró un par de tenis, unas cuantas playeras, un par de calcetines, una gorra y una chaqueta color rojo bajo; YoungSoo lo típico de un empresario: un traje gris, unos zapatos blancos y un reloj de oro. También se fueron a comer algo para no quedarse con hambre. Después se iban a su nueva casa pero se les había olvidado comprar algo: los uniformes. Cuando se dieron cuenta de que les faltaba eso detuvieron al taxi y le dijeron que se fuera a la tienda donde venden eso.

El uniforme era inexistente en ese instituto ya que era considerado liberal con más libertades y mejores talleres que en Seúl. Kook escucho acerca del taller de baile pero si se quería inscribir tenía que ser cuando las clases inicien. El castaño esperaba con ansias que el dieciséis del próximo mes llegara. En verdad deseaba regresar a la danza y al canto aunque a su padre le disgustara eso, él estaba cambiando y por primera vez en su vida iba a enfrentar a su padre si le negaba entrar allí. Ese era su sueño de pequeño dedicarse al baile.

La Familia KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora