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— ¿Jimin? —HoSeok estaba acostado en su cama, escuchó como alguien lloraba aunque podría haber soñado. — ¿Acaso tú estás llorando?

—Pe-perdón hyung, no quería levantarlo. —El peli naranja intentaba calmarse, pero no podía, seguía sintiendo un vacío por dentro.

Al escuchar que estaba en lo correcto, Jung se levantó y fue a la cama de al lado. Se sentó e hizo que el menor igual lo hiciera. La luz de luna era lo único que les iluminaba, Hobi alcanzó a ver como los ojos de Park estaban llorosos. Lo abrazó.

—ChimChim deja ya de llorar, si necesitas a una persona me tienes a mí, anda y dime que es lo que tienes. ¿Qué te tiene despierto? ¿Cuál es tu insomnio? ¿Piensas en por qué alguien te traicionó? ¿O tal vez recordar momentos que ya no volverán? Sea lo que sea, no permitas que te haga daño, todas las personas son etapas que hay que quemar, y cuando acabes de quemarlas te prometo que ya no dolerá, ya no costarán tus noches de sueño.

—No puedo HoSeok, yo no puedo. Cuando llega la noche, ese momento en el que puedo desahogarme, y nadie lo notará. Cada noche son tantas lágrimas derramadas, a veces siento que ya no puedo más, lloro hasta quedar dormido. Muchos piensan que soy frío, malo, anormal y demás, pero la verdad es que nadie conoce mi historia, mis problemas, el motivo de mis lágrimas y mi tristeza, nadie sabe cuánto sufre este pequeño suicida.

—Hey, nadie puede conocer los dolores de los otros porque cada quien se los guarda, excepto cuando llega alguien que llena tu mundo, que está en tus buenos y malos momentos, que te apoya incondicionalmente, que te cuida y no permitirá que te lastimen, un día, confía, un día llegará alguien para demostrarte que la fantasía del amor verdadero es sin duda una realidad.

—HoSeokie, lo-lo siento—. El menor seguía paró de llo0rar, las palabras del castaño lo tranquilizo y aunque no era la primera vez en que le pedía perdón, pero seguía lamentándose de lo que le había hecho. Había perdido a la mejor persona del mundo, quien le daba esperanza y alegría a su vida, él ha sido lo mejor que saco del baile. Por seguir su pasión consiguió el amor. —Yo no...

—Deja ya de pedir perdón porque ya te perdoné, te lo demostraré.

El mayor quien tenía a Park en sus brazos le alzo la vista hasta que quedará viéndolo a él. Con sus dedos le seco las lágrimas, le tomo por sus cachetes y pego su boca junto a la de él, ambos deseaban que ese momento llegará. Jimin no lo creía, el sabor de esos labios le hacían volver excitarse, el que él volviera a tocar sus cachetes lo contentaba. Pensaba que jamás lo volvería a hacer. Fueron besos tiernos al principio, después la lengua de HoSeok ansiaba estar adentro de la boca de ChimChim.

Los besos apasionados llegaron, ese cosquilleo que ambos tenían era la mejor sensación. HoSeok volteo a Jimin haciendo que quedara encima de esté, el peli naranja le comenzó a quitar la playera que llevaba puesta mientras que el mayor le daba besos en el cuello ya que era su mayor gozo. La habitación comenzaba a subir de temperatura, ambos cuerpos tenían calor.

Las prendas de los dos estaban tiradas en el piso menos sus respectivos bóxeres. Cada beso les parecía el último, hasta que HoSeok fue descendiendo del pecho hasta las caderas. Le quito el bóxer al igual que el suyo. Comenzó a jalar el miembro del menor, lo disfrutaba sin duda, pero quería ver la cara del apodado Hobi.

—Be-bebé—Jimin jadeaba, su pene se encontraba duro, ya le comenzaba a doler—. Hazlo. —Jung claramente entendió a qué se refería su cachetón, de hecho tenía muchas ganas de hacerlo.

Volteo a Jimin, dirigió su miembro al ano del menor, sus gemidos no tardaron en aparecer. HoSeok se movía de atrás hacia delante lentamente. Aún seguían conectados, se puso encima del menor y lo siguió haciendo, pero ahora le besaba el cuello y la espalda.

La Familia KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora