Aléjate de mi

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Sábado. Mi día favorito de la semana, hasta este momento. Antes empezaba el día levantándome tarde y con una taza de chocolate caliente. Ahora me levanto temprano para estudiar y/o bailar(además de sacar a pasear a Darcy), así que he sustituido el chocolate por el café.

Ayer, antes de dormirme, estaba en el salón con mi madre y el perro en el sofá. Estábamos viendo Castle. Creo que la serie me causó que no durmiese. En el capítulo había un chico que se escapaba de casa para poder casarse con su prometida sin que nadie lo supiese, pero luego le mataron. A parte de pensar en la primera y jugosa temporada de Riverdale, también pensé en que era algo parecido a lo de Kevin, solo que él no iba a casarse, si no a relacionarse con una panda de mafiosos.

A las siete de la mañana ya me había cansado de mirar al techo, pues estuve así toda la noche, así que me vestí y salí a correr con Darcy, así luego no tenía que pasearlo. 

Salí de casa sin hacer mucho ruido para que mi madre no se despertase. La calle estaba en silencio. Me coloqué los cascos y empezó a sonar Sing me to sleep, así que le puse a Darcy la correa y comenzamos a correr.

Mientras corría me hice una coleta. Era muy gracioso ver correr a Darcy. Él iba a mi ritmo con la lengua fuera. Cada vez que le miraba él me miraba a mí, como si tuviéramos algún tipo de conexión especial o nos leyéramos la mente.

Llegué hasta un parque cerrado, así que me senté en un banco y solté a Darcy para que corriese libremente un rato, pero lo único que hizo fue subirse al banco y sentarse a mi lado, colocando su pequeña cabeza en mis cansadas piernas.

Era temprano, pero había alguna que otra persona por la calle. Un vagabundo en un portal durmiendo, dos chicas con poca ropa y un tanto borrachas que andaban tambaleándose... Todo muy normal.

Vi a un chico a lo lejos fumando, me resultaba muy familiar, pese a que solo le veía la espalda. Esta estaba apoyada en una pared con un gran grafiti. Cada vez me resultaba más conocido... Hasta que de giró. Mi boca se abrió instintivamente. Él me miró con pura indiferencia mientras soltaba el aire del cigarrillo por la boca. Se despegó lentamente de la pared y comenzó a caminar hacia un callejón.
Mis piernas se movieron solas hasta donde había estado él antes. Le puse la correa a Darcy e hice que me siguiera. Seguí caminando hasta el final del callejón, pero no había nadie. Mire frustada a la pared durante unos segundos, pero una voz en mi oído me sobresaltó.

-Hola.-dijo Kevin-

-H-ho-hola.-hacía frío, pero la voz también me temblaba por los nervios-¿Estás bien? ¿Dónde has estado? Me he preocupado mucho por ti, al igual que tu madre y tu hermana, deberías hablar con ellas.-él negó con la cabeza-

-Amelia... Aléjate de mi.

-¿Qué?

-Al irme... Descubrí cosas, cosas sobre ti y sobre tu familia que seguramente tú desconozcas.-se puso meláncolico-En resumen, no quiero que te pase nada por estar conmigo, así que tienes que alejarte de mi.

-Por si no te has dado cuenta, vamos a las mismas clases.-apretó la mandívula-

-Me voy a cambiar de instituto.

-¡¿Qué?! A ver si lo entiendo. Hace unos días quisiste que fuera tu amigo, o incluso algo más, y ahora...-por primera vez me fijé en su rostro, no me había dado cuenta de que estaba lleno de moratones y cortes-¿Qué te ha pasado? ¿Ha sido tu padre?

Al decir esto abrió mucho los ojos. Creo que di en el clavo.

-¿Sabes lo de mi...?

-Sí, lo sé. Magdalena me lo contó.-maldijo en voz baja-Por eso acepté que desapareciste, por que lo hiciste para proteger a tu familia. Pero lo que no acepto es que hagas que yo me aleje de ti por que no puedes protegerme.

-¡Ese es el problema!-sus ojos estaban cristalinos-El problema, es que ya hay alguien que te protege, aunque tu pienses que no. Esa persona, si se entera de que nos estamos viendo, generará un gran problema. Mandará matarme a mi, y si yo muero, mi padre se vengará, y no quiero que nada de esto te afecte. ¿Entiendes?

-Si, pero ¿quién es?-parecía que no quería contarmelo-Kevin, no te lo estoy pidiendo. Quien. Es.

-Tu padre.-dijo lo más rápido posible para que no le entendiese-

-No. Te estás equivocando.-una lágrimas asomaron en mis ojos-Él no...

-Amelia, tengo que explicarte algo.

Kevin

Después de que le relatara todo lo que me había dicho mi padre, no lo aguantó más. Se apoyó en la pared de ladrillo y su espalda resbaló hasta sentarse. Puso las manos en las rodillas y hundió la cabeza. Empecé a escuchar sollozos. Me senté a su lado sin saber muy bien que hacer.

-Yo... No debí habértelo contado.-ella negó con la cabeza y luego la levantó secándose las lágrimas-

-Es que... Llevo mucho tiempo sin querer hablar con él, culpándolo de ser el peor padre del mundo... Cuando en realidad nos estaba protegiendo de todo el mundo de traficantes, mafiosos, pistolas... En el que él se adentró.-una lágrima descendió por su mejilla y yo la limpié-

Ella apoyó la cabeza en mi hombro. Darcy estaba al lado suya triste, si que habían conectado bien.

-Lo siento.

-¿Por qué? Tú no has echo nada.

-Siento no saber que decir en estos casos. Siento haberte querido alejar de mi cuando lo estabas pasando tan mal. Lo que más siento es quererte tanto que no sea capaz de alejarme yo de ti para protegerte.

-Sé cuidarme sola si en algún momento me hubiera querido apartar de ti, lo hubiera hecho. Me da igual que me hagan daño, me da igual que me alejes de ti. Yo me voy a quedar contigo para que no te hagan nada a ti. Si tú caes, yo caigo.

Nos quedamos un rato más sentados y callados. Y pensar que yo la había querido alejar de mi. Ahora los dos nos hemos metido en algo de lo que no vamos a poder escapar, pero, por lo menos, estaremos juntos.





El Rebelde Y La BailarinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora