Two Mothers. [2Min]

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—Vete, no quiero hablar contigo, no ahora.—Pidió luchando con sus lágrimas el pequeño castaño, quien luego de horas solo en casa vio ingresar a su esposo arrepentido a la habitación.

— ¿Porqué te fuiste así? Debiste decirme para regresar juntos a casa.—Pidió saber el moreno ignorando por completo al castaño, ingresando con cautela a la habitación.

— Sobraba allí, no quería seguir escuchando tu historia de enamorado con esa chica...—Acusó con dolor y tristeza.— Pasaron tres horas, MinHo... tres horas para que notaras mi ausencia.

Las acusaciones del menor tan solo le causaban sentir como una basura, estaba tan sumido en su encuentro con Sulli que no reparó del momento en el que su dulce esposo salió de la mansión con el alma y el corazón herido.

— Nos parecemos mucho físicamente...—Comenzó a relatar el castaño observando con sus ojos acuosos al más alto.— ¿Por eso te acercaste a mi, verdad? ¿Por... por eso me pediste ser tu novio? Hasta ella misma admitió que éramos muy similares en todo aspecto.

No sabía que responder, si bien todo aquello era cierto, TaeMin había sabido reparar y sanar su corazón al punto de crear a uno nuevo sin importarle destruir el propio y quitarle piezas para completar el mío, fueron cinco años de esfuerzo que el moreno en tan solo un día había mandado a la mierda, destruyendo al amor de su vida.

— "MinHo jamás te olvidó, Sulli, TaeMin es la prueba de eso".—Relató las mismas palabras usadas por su suegra horas atrás observando un punto inexistente de la habitación, parecía ido.—

MinHo empuñó sus manos sintiendo su cólera florecer al recordar los dichos de su madre...

FlashBack

Los cuatro se encontraban en la sala bebiendo un té que minutos atrás había traído HyunAh junto con unas galletas de avena que la misma señora Choi le había pedido para acompañar el té.

El ambiente era ameno, nostálgico, y lleno de risas para la señora Choi, que no dejaba de contar las tantas vivencias que tuvieron en su adolescencia, Sulli reía y mencionaba datos que la Señora Choi no sabía logrando sonrisas y de vez en cuando cumplidos de su parte, MinHo solo sonreía sin lograr despegar los ojos de su antiguo amor acotando de vez en cuando historias, como fue su primer beso, o su primer viaje juntos, mientras tanto TaeMin mantenía la mirada baja, jugando con sus dedos alrededor del platillo que sostenía su taza de té, ¿Que acaso no se daban cuenta de su presencia? ¿No se daban cuenta que le dolía?

— MinHo jamás te olvidó Sulli, TaeMin es la prueba de eso.— Elogió la mujer a la chica dedicándole una mirada despectiva al menor.— Por eso decidí que tú eras la mujer indicada de ser la madre de mi nieto.

Y eso fue suficiente para que un par de lágrimas traicioneras aparecieran en sus ojos, no sabía que había hecho mal para ganarse ese odio y desprecio por parte de su suegra, desde que MinHo lo presentó como su novio delante de ella fue el inicio de una guerra que solo ella comenzó, ya que a pesar de los constantes insulsos y desprecios recibidos por aquella mujer, TaeMin jamás se defendió, nunca la miró de mala manera ni le alzo la voz, ¿Porqué? :

1.- Amaba a MinHo y por ende respetaba a toda su familia.

2.- Su familia lo había educado lo suficiente para respetar a sus mayores, sin importe la situación.