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—Tú... ¡Maldita zorra! .—Y sin importar la diferencia de género, Kim KiBum jaló de los cabellos a una estupefacta Sulli con rabia, al punto de arrojarla al suelo, lejos de MinHo.

Dicen que el poder del amor materno mueve montañas, más aún si es sincero y puro, y a pesar de que KiBum no era la madre biológica y legal de TaeMin se sentía como una, y haría lo imposible por salvar y vengar la honra de su bebé, aunque el precio de ello sería pasar el resto de sus días en presión por dejar calva a una mujer, Dios sabía que lo haría con gusto.

—¡Suéltame! ¡Estás loco, me lastimas! .—Lloriqueó haciendo el vano intento de alejarse de las filosas manos de aquel rubio, parecía estar poseído por el mismísimo demonio.

— Te vas a arrepentir de haber hecho llorar a mi bebé, maldita zorra.— Exclamó colérico haciendo aún más fuerte y brusco su agarre en los cabellos de la chica, a su vez que lanzaba una mirada de odio a un adormilado MinHo que parecía no comprender que estaba pasando a su alrededor por más que intentaba enfocar su mirada.— ¡Eres un hijo de puta, Choi MinHo!

Tras el alboroto causado MinHo parecía haberse librado tan solo un poco de las drogas que se habían adueñado de su sistema, ya que al abrir sus ojos se encontró con una imagen borrosa donde; KiBum estaba siendo sostenido por ambos brazos por su madre y HyunA, quienes llegaron a los segundos alertadas por los gritos lastimeros de Sulli, y así evitar que golpeara a alguien, pero... ¿A quien? No comprendía nada, y por más que tallara sus ojos no podía observar con claridad a aquella persona y su cabeza parecía estar dentro de una licuadora... aunque aquella persona era muy similar a TaeMin, su niño y del solo pensar verlo en peligro su instinto animal se mostraba. Se levantó de la cama luchando con los mareos y a tropezones para así empujar al rubio lejos del que creía era su esposo y de paso propinarle un fuerte puñetazo contra su pómulo, haciéndole perder el equilibrio al más bajo el que de no estar sujeto por la dos mujeres se habría ido a bruces al suelo.

— No te atrevas a ponerle una mano encima o juro que te mato.—Exclamó el moreno interponiéndose como escudo para proteger a la que pensaba ser su amado, bajo la mirada sorprendida y cargada de odio del rubio, ni en sus más locos sueños imaginó presenciar aquello.

El silencio parecía ser sepulcral, la tensión se palpaba en el aire, y no era para menos, Choi MinHo había golpeado con todas sus fuerzas a la pareja de su mejor amigo, de su casi hermano al creer que se trataba de un loco intentando abusar de su esposo en sus narices, grave error, KiBum con las pocas fuerzas que le quedaban se soltó del agarre de aquellas víboras, para intentar mermar el dolor de su pulsatil pómulo, eso no se quedaría así.

—Eres una mierda... no puedo creer que seas tan poco hombre.—Comenzó a decir KiBum, haciéndole frente al otro sin pasar por alto el hecho de verle desnudo.— Primero engañas a tu esposo con tu ex, y ahora la defiendes y me pegas, esto no se quedará así.... por mi cuenta corre que no vuelvas a saber de TaeMin, ¿Me escuchaste?

No espero respuesta alguna, al contrario, tras terminar su monólogo le dio la espalda al moreno, dedicándole una última mirada a la castaña que intentaba con torpeza ocultar su desnudez bajo los atentos ojos del rubio, el cual no se preocupó de retener su mueca de asco. Estaba listo para abrirse paso entre Ailee y su criada cuando se encontró de frente con aquellos ojos de cachorro que tanto amaba examinarle con preocupación e ira contenida tras notar el hematoma que se comenzaba a formar en su pómulo.

—¿TaeMin...?

— MinHo...—Toda la habitación quedó en silencio tras oír la quebrada y temblorosa voz de un castaño que a pesar de las constantes súplicas de JongHyun insistió ir a la mansión de su suegra en busca de la verdad, anhelaba que todo fuera una trampa, pero ver a su esposo desnudo al igual que Sulli más el hedor a sexo que inundaba la habitación le bastó para comprender que lo que más temía se había hecho realidad. Había perdido su dignidad.

— ¿¡Como fuiste capaz de golpear a mi novio!? Creí que eras mi amigo, hijo de puta.— Gruñó apunto de lanzarse contra el moreno siendo detenido por su rubio, quien con tan solo una mirada logró calmar la ira del perro.

—Fue capaz de engañarme cuando decía amarme con locura... ¿Crees que le pesaría en la conciencia golpear a KiBum? .—Soltó con una extraña ironía TaeMin manteniendo su mirada en la cama de la habitación, estaban las sabanas revueltas y humedecidas con los fluidos de los contrarió.

— Solo estaban llevando a cabo el acuerdo, si tú fueras fértil nada de esto estaría pasando, pero eres inservible hasta para eso, no eres más que un...— ¡Clap! Fue el sonido que hizo eco en toda la habitación callando las venenosas palabras de la señora Choi, dejando sorprendidos a todos los presentes, sobre todo a la fémina que mantenía su diestra cubriendo el intenso ardor en su mejilla.

—Vuelve a faltarle el respeto a TaeMin, y juro que pasaré el resto de mi vida feliz tras las rejas con tal de cortarte tu venenosa lengua y dejar que te ahogues con tu veneno.— Exclamo KiBum haciéndole frente a aquella arpia, siendo resguardado por su novio, quien no demoró en lanzar una mirada de odio a quien se suponía era su casi hermano.

— ¡Ustedes homosexuales están locos! .—Exclamo echa una furia saliendo de la habitación a paso firme.— ¡HyunA ven acá ahora! .—La nombrada pegó un salto antes de salir corriendo tras su patrona dejando a aquellos cinco solos en la habitación.

Los minutos pasaban y ninguno se atrevía a hablar, TaeMin no alejó su mirada en ningún momento de aquella cama, donde en el inicio de su relación con el moreno le acobijo y fue la única testigo de la entrega de su amor y ahora no era más que una clara prueba del engaño del que creyó era su príncipe azul.

Un par de segundos más pasaron cuando al fin MinHo rompió el silencio y salió de su ensoñazon, no quería creer lo que estaba pasando, no podía ser así, él no podía.

—Sulli...—Gruñó el más alto haciéndole frente a la fémina, la cual ya se había vestido en completo silencio tras el alboroto, ahora venía lo más difícil, sostener la mentira.

— ¿Es en serio? Tienes a tu esposo aquí y te preocupa esa zorra.—Graznó JongHyun, tomando a KiBum de la mano y con su sobrante el brazo de TaeMin, pasando por alto la mueca de confusión de su amigo.— Nos largamos.

—No me mires así MinHo, tanto tu como yo queríamos lo qué pasó hace unas horas, yo no soy la res...—Todos voltearon a ver a TaeMin, quien preso de sus emociones comenzó a temblar y sentir náuseas, terminando casi inconsciente entre los brazos de JongHyun, quien preocupado por el estado de su amigo lo sostuvo pidiéndole a KiBum que se adelantara al auto.

—Espero que sean felices y su familia se agrande y prospera.—Pronunció sin aquel brillo característico en sus ojos tras recuperarse de su bochorno, cosa que le partió el corazón a MinHo.— Esta demás decir que quiero el divorcio, Choi.

Sin esperar respuesta y dejando a un sorprendido como confundido moreno con la palabra en la boca salió de la mansión Choi resguardado por sus "padres" jurándose a sí mismo no volver a poner un pie nuevamente dentro de aquel lugar.



Continuará. . .

Lamento mucho la tardanza, hace días que estoy intentando redactar este capítulo, pero ya que estoy en mi práctica profesional el tiempo es limitado y mis neuronas se niegan a funcionar, pero créanme que hago lo posible por actualizar TM

Por otro lado, ESTOY DEMASIADO FELIZ, quizá para algunos sea exagerado, pero esta historia ya pasó las 200 lecturas, algo que es muy maravilloso para mi, en serio muchas gracias por seguir esta historia, les prometo que haré lo imposible para hacer de este fic muy grato de leer💕🐾

Two Mothers.   [2Min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora