Cinco días habían pasado desde él ultimátum que TaeMin le había interpuesto a MinHo para salvar su matrimonio, cinco días de los que MinHo debió ir vestido con una maya de ballet verde y un saco de vestir rojo, zapatos de taco medio y una cartera maletín blanco que hacía combinación perfecta con su atuendo, había sido una semana llenas de burlas y chistes a costa de su persona, pero valía la pena, más aún si al llegar a casa su esposo lo recibía con una radiante sonrisa y aquellos besos capaces de eliminar todo rastro de duda.— ¿Aún no te perdonan en casa? .—Comentó JongHyun, el mejor amigo y mano derecha de MinHo en el conglomerado.— He de admitir que si Bummie me pide que haga eso, preferiría dos meses de abstinencia que vestir así.
— La penitencia era vestir así por una semana.—Pausó sobando el puente de su nariz.— Me lo merezco por ser tan idiota con él.
—Exacto, varias veces tuve que detener a KiBum cuando se juntaba con TaeMin y éste le contaba todo lo que tenía que soportar con tu madre.
—Lo sé, lo sé, y bien que me merecía los golpes de la diva.—Comentó frustrado el moreno, acomodando los tirantes de su maya.
— ¿Ya hablaste con tu madre? .—Indagó el más bajo, inclinando su espalda en el sofá que vestía la oficina del moreno.
— No, y eso es lo que me inquieta, conozco a mi madre, y podría hasta jurar que ya tiene la cita con el especialista y hasta el nombre planeado para el bebé.—Expuso irritado el moreno, quitándose los zapatos de mala gana, después de todo estaban en confianza.
— ¿TaeMin será quien done la esperma? Joder, MinHo, ya casi entras a los treinta y sigues bajo las faldas de tu madre.—Analizó el más bajo, arqueando una ceja en una clara señal de suspicacia.— ¿Estás seguro de lo que harás? Sulli no es una buena opción para ser la madre de alquiler, es tu ex, y si mal no recuerdo, te engañó. ¿En serio le harás eso a TaeMin?
— No me estás ayudando, bro.—Soltó agobiado el otro.— Se que estoy siendo el mayor hijo de puta con TaeMin, pero confió en Sulli.
— Esa mujer arruinará tu matrimonio, y cuando eso pase, no vengas llorando mi a casa, por qué sabes que KiBum te asesinara sin piedad por herir a su bebé.—Sentenció en advertencia el moreno poniéndose de pie para salir de la oficina, después de todo ya había llegado la hora de ir a casa.
MinHo tan solo guardo silencio viendo cómo su mejor amigo lo dejaba solo dentro de esas cuatro paredes, tenía razón, muy en el fondo lo sabía, pero, siempre fue su sueño tener un hijo con aquella mujer, lástima que aquel sueño fuera tan letal para su relación.
Media hora más tarde, cuando todos los empleados habían emprendido viaje hasta su hogar, MinHo salió de su oficina dispuesto a conducir hasta su morada, así había sido desde el único de semana, llegaba media hora antes y se iba media hora después para evitar ser visto en aquellas fachas, aunque le fue imposible evitar las burlas de sus colegas.
El tráfico fue espedito, haciéndole llegar antes de tiempo a casa, estacionó su camioneta en el garage y bajo con rapidez para ingresar de una vez, sólo quería quitarse esa ropa y hacerle el amor como cada noche a su esposo, pero sus planes se vieron truncados cuando al entrar vio a su esposo llevando té y galletas a su madre y... a Sulli.
—Amor, bienvenido a casa.— Tan dulce como siempre su esposo le recibió con un dulce beso y un cálido abrazo, los cuales no tardó en corresponder.
— Por todos los cielos MinHo, ¿Que haces vestido así? .—Exclamó tras salir de su asombro su madre, poniéndose de pie para inspeccionar los horrorosos atuendos que vestía su hijo.
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Two Mothers. [2Min]
FanfictionTaeMin es un enamorado de la vida, un chico de 24 años que solo desea ser el esposo ideal, sin importar que eso le ponga fin a sus sueños. MinHo es un sometido por su madre que no es capaz de ponerle fin a los constantes malos tratos de su progenito...