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Y dejando a aquellas cinco personas atrás salió de la clínica rumbo a la mansión donde vivía su padre junto a Baekhyun, necesitaba el apoyo y contención de su padre, y más aún para todo lo que se le venía, necesitaba de él para enfrentar a su madre, de lo contrario volvería a ceder ante ella, y eso era lo que menos quería.

Mansión Choi.


—Jamás debimos hacerlo... MinHo nos va a matar.—Exclamó al borde de una crisis nerviosa Sulli tras enterarse por uno de los criados de Ailee del estado crítico de TaeMin.

—Nos haría un favor si ese mocoso se muere, ahora deja de pasearte por el salón, me dará jaqueca.—Gruñó entre dientes  la mayor.— MinHo jamás nos haría daño, y no olvides que el futuro de tu bastardo está en mis manos.

Sulli solo optó por morder su labio inferior intentando acallar los sonoros sollozos que amenazaban con salir de sus labios, una cosa era asegurar el futuro de su hijo y otra muy diferente era causarle daño físico a Lee TaeMin, esto se le estaba escapando de las manos.

—Señora yo...

—Kwon Ailee.—Se escuchó el grueso, autoritario e inconfundible tono de voz del dueño de una de las empresas más famosas e importantes de asia, haciéndole uno de los hombres más poderosos del continente, Choi Leeteuk. Con tan solo su presencia ambas féminas temblaron de pies a cabeza al ver aquel semblante oscuro y sombrío en los ojos del hombre, el cual estaba siendo escoltado por su segundo hijo, MinHo.

FlashBack.

Dos horas más tarde.

MinHo parecía un poseído y desquiciado conduciendo de forma poco prudente por las calles de Seul, necesitaba, ansiaba hablar con su padre, necesitaba de su apoyo y contención, ya había pasado casi media hora desde que abandonó el hospital, odio que su padre viviese a las afueras de la ciudad.

Tras maldecir y llorar la gran parte del camino, MinHo estaciono de mala manera en el jardín de la menuda casona de su padre, no toco, tan solo ingreso pidiéndole a Tao, el mayordomo de la misma que por favor le avisara a su padre que necesitaba de él, Tao al verle en aquel estado deplorable del moreno salió corriendo hacia del despacho del mayor.

— ¿MinHo? .—Susurró una voz sutil a sus espaldas, venía de la cocina.

— ¿Baek? .—Respondió el moreno observando al joven frente a si antes de abrazarle sin dudar al verle con aquellos rastros de lágrimas en sus ojos.

—¿Dios que ocurrió? ¡LEETEUK! .—Exclamó desesperado al oír el llanto desgarrador de su hijastro, el cual se negaba a soltarse de su menuda anatomía.

—Maldición, ¡MinHo! .—Exclamó su padre tras salir de su despacho, habían sido demasiadas emociones para el moreno, por lo cual entremedio del llanto terminó desmayado entre los brazos de Baek.

El mayor de todos con ayuda de Tao tomó entre sus brazos a su hijo para así llevarle a la habitación de la pareja. Una ves allí el matrimonio se observó preocupado, Leeteuk estuvo a segundos de llamar a TaeMin para pedir explicaciones sobre el deplorable estado de su hijo pero al ver que MinHo comenzaba a abrir sus ojos, desistió.

—TaeMin... .—Susurró en su suspiro.

—MinHo, hijo joder casi nos das un susto.—Exclamó su padre, tomando asiento junto al menor.

—¿Que sucedió Min? Llegaste muy alterado... jamás te vi llorar así, mucho menos desmayarte.—Acotó BaekHyun sentándose junto a su esposo, el cual miraba preocupado a su hijo.

Two Mothers.   [2Min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora