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Los minutos se volvieron horas, y TaeMin poco a poco iba desconfiando de la verdadera razón por la que su esposo demoraba tanto en la mansión Choi, ni un mensaje, ni una llamada, nada que dijera que estaba bien, después de todo, ¿Tanto tiempo le tomaría al moreno poner en su lugar a esas dos arpias?

Sus nervios pudieron más que la razón y sin medir conveniencias llamó a su mejor amigo, Key.

"¿Bueno? Minnie, ¿Estás ahí?"

    "MinHo no ha vuelto... tengo miedo de que algo malo le haya pasado, Omma"

"Tranquilo bebé, ahora mismo JongHyun pasará por ti.

Y así la llamada finalizó dejando a un TaeMin más tranquilo, pero eso no impedía que golpeteara su pie contra el suelo y comenzara a morder sus uñas, ya pasaban cuatro horas desde que Choi salió de su hogar, quizá se había pasado con él ultimátum, quizá el moreno había preferido a su madre antes que él, quizá... quizá se había cansado de él.

Todos los pensamientos de TaeMin se eclipsaron al oír el característico sonido de un nuevo mensaje entrante en su buzón, al creer que era de su esposo por poco y voló a tomar su celular, el que estaba sobre la cama, pero para su desgracia no era el, sino un número desconocido.

Confuso y con algo de inseguridad abrió el mensaje, sintiendo como su corazón se rompía con tan solo ver el contenido que este, era Sulli.

M E N S A J E S

Número Desconocido.

Cumplí con mi parte del trato, TaeMinnie, tu futuro hijo ya crece fuerte en mi pancita💓 MinHo está tan feliz que no deja de tocarla.

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Y como si su dolor no fuese suficiente para la fémina envió dos imágenes para confirmar lo que tanto le había atormentado, MinHo lo había engañado, lo había traicionado, rompió la promesa que había jurado el día de su matrimonio, las emociones en ...

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Y como si su dolor no fuese suficiente para la fémina envió dos imágenes para confirmar lo que tanto le había atormentado, MinHo lo había engañado, lo había traicionado, rompió la promesa que había jurado el día de su matrimonio, las emociones en el pequeño cuerpo del joven fueron tan fuertes que no logró controlar las náuseas que inundaron su cuerpo, enviándole al baño a vomitar todo el contenido de su estómago.

¿Cómo era posible que el amor de vida fuera capaz de dañarle así? La mente de TaeMin daba vuelvas en aquellos recuerdos, esos cuando apenas se conocieron, su primer beso, su primera vez, su luna de miel, dolía, le quemaba por dentro, no podía concebir que su esposo, aquel hombre que día a día le prometía cuidarlo y hacerle feliz le hubiese engañado así, no, era imposible, no después de haberse vestido así toda una semana con tal de conseguir su perdón.

El cuerpo del joven temblaba a punto de caer en un colapso nervioso gracias a todas las emociones experimentadas en un solo día, por poco y cae inconsciente al suelo de no ser por unos fuertes brazos que le tomaron desde la cintura, JongHyun había llegado.

|| 30 minutos más tarde ||

POV TaeMin

Poco a poco abrí mis ojos, el calor inundó todo mi ser poniéndome aún más difícil el echo de mantener los mismos abiertos, aunque al enfocar bien mi mirada note el rostro angustiado de KiBum, quien aparentemente sostenía mi mano mientras maldecía observando la mantilla de su celular, no entendía nada de lo que pasaba.

FIN POV TAEMIN

— Omma... —Susurró el menor por lo bajo intentando sin mucho éxito sentarse sobre la cama.

— Tranquilo bebé, no te esfuerces, te desmayaste justo cuando Jonggie llegó por ti...—Resumió el rubio llamando con la mirada al moreno, el cual se mantenía sentado en un costado de la cama con su vista pegada a su movil, aún no lograba contactar a MinHo.

—Tengo que volver a casa, MinHo debe estar preocupado...—Intentó nuevamente ponerse de pie fallando al instante, estaba débil, más de lo normal, algo que no pasó desapercibido por el rubio.

—Minnie, MinHo... no sabemos dónde está.—Soltó sin más el rubio.

Y como una película su mente lanzó las imágenes de todos lo vivido en las últimas 24 horas, deteniéndose hasta aquellos mensajes que le rompieron el alma. Sus lágrimas no tardaron en llegar, dejando sorprendida a la pareja.

— ¿Tae? .—Susurró con cautela el moreno acercándose a al menor para consolarle.

—M-Me... el... él... me engañó con Sulli.—Soltó entre lágrimas el pelirrojo mostrándole las imágenes y el mensaje a su Omma, la cual parecía echar humo por los ojos cuando terminó de leer el texto.

—Yo la mato.—Sentenció la diva poniéndose de pie, decidida a ir al nido de víboras, mejor conocida como mansión Choi a arrancar de cuajo las extensiones de esa zorra, mejor conocida como Sulli.

Le pagaría muy caro haber dañado a su bebé, o dejaria de llamarse Kim KiBum.


Continuará...

Two Mothers.   [2Min]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora