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Cap 4 Part 3: Epic Battles

Nos separamos, atentos del movimiento de cada. Hohki me mira, enfadado y arto de esta batalla. Le está costando más de la cuenta vencerme, y eso le cabrea. A mi ya me duele la cabeza de tanto ruido y luces.

Rápidamente los dos volvemos al centro del campo. Él me tira al suelo después de una serie de patadas, y yo en el suelo le doy con una patada baja que le hace caer y consigo levantarme a tiempo y alejarme lo necesario para que no copie mi movimiento. Se levanta, se acerca un poco y hace una rueda hacia atrás, que me eleva en el aire, y me da puñetazos. Termina y se aleja, me acerco rápidamente y, cuando intenta darme un puñetazo, salto por encima de él y le doy con patadas en la espalda. Cae al suelo y me alejo lo necesario para, cuando se levanta, hacerle una rueda hacia atrás y repetir sus movimientos.

 

-¡Gakusa Keita gana! ¡Epic Batte! ¡Segundo asalto! ¡Empiecen!

 

Dos minutos después de que haya dicho eso, no nos hemos quitado gran cantidad de vida. Solo 1/6, supongo. Le miro y, de repente, sonríe. Percatándome de que algo va mal, intento mover mi personaje pero no lo consigo.

 

Narra Rikudo

 

Keita está jugando tan bien... Me encantaría jugar contra él.

Mira atento su pantalla, igual que su contrincante, entonces Keita le hace una rueda hacia atrás y le hace un combo con puñetazos.

 

-¡Gakusa Keita gana! ¡Epic Batte!

Sonrío. Sin duda es un genio. Miro a Ryu, y este mira hacia una de las salidas del pabellón, donde hace una señal a alguien que parece normal y sonríe.

Algo va mal, lo presiento.

 

-¡Segundo asalto! ¡Empiecen!

 

No me quedo a verlo, me levanto rápido, ignorando las preguntas de Tatsu y sigo al sospechoso. Dejo algo de distancia entre nosotros para que no sospeche y cuando lo alcanzo veo que está haciendo algo con un portátil y mientras habla por un walkie-talkie.

 

-Sí, sí. Que ya está conectado. Dentro de -mira el reloj de su muñeca izquierda- cuarenta segundos ya debería empezar a fallarle.

-¿Qué haces? -le digo sobresaltándole.

-¿Y tú? ¿No deberías estar en las butacas, Rikudo?

-Bueno -me encojo de hombros-, tú deberías dejar de hacer tonterías. Al parecer, estás interfiriendo en la pelea.

-Y tú estás interfiriendo en mis planes, capullo. Vete y no te partiré la cara.

-Já. Creo que me has robado mi frase. 

 

Se acerca a mí, sacando una navaja, e intenta darme en el cotado derecho. Lo esquivo apartándome a un lado y agarro su brazo, retorciéndolo. Me muerde la mano y le suelto. Coge una de las macetas que hay rotas por el suelo y me la tira a la cara. Me cubro la cara con el brazo, haciéndome sangre en ella. Es poco el dolor. Le doy una patada en la cara que le hace retroceder y tropezarse con el portátil, rompiéndolo y cayendo al suelo. Me agacho y le agarro del cuello de su camisa.