Start Game (BL)

Cap 6 Part 2: Decisiones

-¡Izumi-kun! ¡Ohayo~! –volvió a repetir Tatsu otra vez.

-Cómo se te ocurra volver a decir eso –le amenazo-, te juro que se va a convertir en “¡Tatsu-kun! –Digo poniendo la voz de Lala-Lulu- ¡Anata wa shinu tsumorida~ (Vas a morir)!

-I-zu-mi-kun –dice lentamente, retándome- O-ha-yo –sonríe.

Le doy una colleja y me levanto del banco, que cruje por ser de madera vieja, de un salto. Él pone una cara ofendida, claro está de mentira, y se levanta.

-Corro muy rápido, así que ríndete.

-Estamos en el parque –me encojo de hombros, y miro hacia la derecha-. Hay un montón de obstáculos, y eso no te facilita nada.

-¿Probamos?

Tras unos momentos de mirarnos, salimos corriendo a la vez. Corro hasta detrás de una casita, y él se mueve hacia los lados para ahuyentarme. Al final decide rodear la casita y yo voy a otra casita, más alta, y subo por las escaleras. Me sigue, pero antes de que suba yo ya estoy pasando por unos troncos que están unidos con cuerdas, que une esa casa con otra más lejos.

Me sigue por detrás y río. Resbalo y meto un pie por en medio de esas tablas. Tatsu me agarra de un brazo y me ayuda a salir. Nos bajamos y nos sentamos en la arena, riendo.

-¿Cómo has podido resbalar? –Me dice, intentando aguantar la risa- Parecías un cojo.

-Alguien derramó agua –le miro, sonriendo-. Tú si que parecías un cojo, no me alcanzaste.

-Sí que lo hice.

-Porque me caí –le doy un golpe en el hombro.

Me levanto, torpemente, y me doy la vuelta, enseñándole la espalda.

-¿Tengo arena?

-Sí –se levanta, sacudiendo su ropa-. Aun que no se si me está permitido tocar esa zona, cariño mío.

-Tranquilo, mujer mía, puedes tocarme. Sin propasarte.

-¿Por qué tendría que ser yo la mujer? –me limpia.

-Porque yo no quiero serla.

-Que gruñón –se burla-. Ya está –me da un cachete en el trasero.

-Gracias –me doy la vuelta.

-Ha sido un placer. Si quieres que te limpie más veces –sube y baja las cejas- solo tienes que decírmelo.

Sonrío y le doy una colleja. Me dirijo a un banco y me tumbo, recostándome hacia atrás. Tatsu me sigue y se sienta a mi lado, pasando un brazo por mis hombros acercándome a él.

Pasan unos minutos, y los dos miramos al frente sin decir nada, hasta que rompe el silencio.

-¿Qué has decidido?

-¿Sobre qué? –pregunto extrañado, y le miro.

-Sobre si vas o no a dar clase a Rikudo.

Entrecierro los ojos. No había pensado que hacer con él. Con todo lo que había sucedido…

-Yo…-empecé a decir, titubeando- Quiero seguir –aparto un momento la mirada, pero vuelvo a él-. Ha aparecido.