Start Game (BL)

Cap 9 A: Cosas de juegos

   -¡Eres un idiota –le insulta Rikudo-!

   -¿Yo? ¡Já! ¿Entonces tú qué, que no dices cosas importantes como esta?

   -Yo no soy quien ha venido y me ha pegado, ¡agresivo!

   -¡Pareces maricón!

   -¡Por lo menos no me visto como una rana, siempre con verde! Me acuerdo cuando fuiste todo de verde un día, eras como una rana.

   -¡Y tú viniste en pijama, tarugo!

   Ugh… llevan más de cinco minutos discutiendo por tonterías. Cansado de estar de pie me he sentado en un tamburete y al rato Meredith se ha sentado a mi lado. Aun que estamos callados, tenemos una especie de complicidad rara.

   -Ey, Keita –dice posando una mano delicadamente en mi hombro, sin mirarme-. ¿Cuánto crees que terminarán de discutir?

   -Ni idea, yo creo que cuando se cansen o encuentre otra cosa en la que fijarse.

   -De verdad…-bufa- Son como dos niños pequeños, discutiendo por tonterías. Que si fui de rana, que si fui en pijama, que si no se qué, que si no se cuanto…

    -¡Cállate! –le grita Rikudo- Tu un día fuiste con ropa blanca y pañuelo rojo para un entierro.

   -¡Bu-Bueno! –se sonroja- Yo me equivoqué, lo admito y no discuto. ¡Además –se gira hacia Tsubasa- fue tu culpa por simplemente decirme que  íbamos a un entierro! ¡No te entendí porque estabas comiendo, gordo!

   -¡Conmigo no lo pagues, vieja chocha!

   -Emm…chicos…

   -¡TÚ TE CALLAS! –me gritan los tres a la vez.

   -Ya bueno, yo me callo y vosotros también. Habéis venido aquí por algo, no para discutir, ¿me equivoco?

   -… -suspira y se sienta al lado de Tatsu, en su sitio. Los demás también se van sentando. Se lleva una mano a la frente, inclinado sobre la silla- ¿Y qué hacemos con Keita?

   -¿Puedo preguntar una cosa? –se vuelven hacia mí y me pongo un poco nervioso- ¿Por qué me tengo que ir si todos los que están aquí son los del concurso? Bueno, falta Kato y Tora, pero…

   Tatsu y Rikudo se miran, mejor dicho, todos se miraban entre ellos y luego por fin asintieron, como si hubieran decidido contarme un secreto.

   -Tora no está aquí, porque no es como nosotros –frunzo el ceño-. A ver, como te lo digo sin ofenderte… Tú sabes que yo soy, por así decirlo, rico. Pues bien, Tatsu también, Takeshi –el nombrado levanta una mano saludando cuando le miro-, Kato y los demás también. Pero Tora no, y tú tampoco.

   -¿Y porque somos “pobres” no podemos estar aquí? –digo y le miro ofendido.

   -¡No! A ver, etto… -se muerde el labio y luego los humedece- Hay como un tipo de concurso que nosotros organizamos y apostamos cosas. Pues bueno –se mira las manos las cuales frota-, Tora no es la primera vez que interviene en estos concursos, de videojuegos y eso, y él suele ganar. Entonces, le tenemos que dar las cosas a él. El caso es que este año se ha decidido que ya basta de darle cosas que no queremos. Esto lo hemos decidido nosotros, encontra de algunas personas. Y, bueno –mira a todos los reunidos-, nos hemos reunido para decidir que hacer.

   -Ah –ladeo levemente la cabeza-, recuerdo que me contaste algo. Está bien, estonces yo y Meredith sobramos –me levanto y la miro de reojo.