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Cap 6. Encuentro con el pasado

-¡Keita-kun! –dice Rikudo al verme, rompiendo mis pensamientos.

Ahí me encuentro ahora, de pie, paseando mi mirada entre los dos. ¿Por qué demonios estaba esa mujer aquí? ¿Por qué intentaba besar a Rikudo? ¿Son novios? No, imposible. ¿Y por qué le hablaba en inglés? Bueno, eso no debe de sorprenderme, pues cuando la vi por primera vez estaba en Estados Unidos. Pero, ¿qué relación, si no, tienen?

-¿Me puedes explicar “esto”?

-B-Bueno, pues…etto. Ella es mi mmmm….

-Madre –dice ella, poniéndose a una distancia entre nosotros, mirándome algo divertida.

Yo la miré con incredulidad. ¿Cómo una mujer tan pervertida va a tener un hijo? ¿Y ENCIMA LO INTENTA BESAR?

-¿Perdón? –musito, abriendo mucho los ojos.

-¡Noo! –grita Rikudo, levantándose e interponiéndose entre nosotros dos, señalándola sin verla- Ella es mi madre, sí, pero adoptiva.

Vale, esto es muuuuy raro. La eché una breve mirada y luego me dirigí a él.

-¿Entonces por qué dejas que te vaya a besar?

-Eso no te incumbe –le agarra del brazo y le empuja hacia atrás, quedando al mismo nivel.

Ahora que les veía juntos, ella solo era un poquito más baja. Impasible, me dice:

-¿Tú quién eres?

Se notaba que eso la divertía, y mucho, se le reflejaba en los ojos, que tenían una chispa traviesa. Yo, al igual que ella, puse mi semblante más serio.

-Gakusa Keita, estudiante de la Universidad T y profesor personal de Rikudo –eso último lo enfaticé.

-Smile Stefanie, madre adoptiva de Rikudo –enlaza un brazo con el suyo, sujetándolo de manera posesiva, acercándole más a ella-. Bien, ahora que nos hemos presentado, ¿qué haces aquí?

-Como ya he dicho, señora –esbozo una sonrisa-, soy el profesor de Rikudo. He venido para darle clase, hoy y mañana.

-Vale. Pero no me llames señora, llámame Stefanie. Al fin y al cabo, hay que tener confianza, igual que cuando miré las listas de profesores y te escogí a ti.

Eso no me lo esperaba. Rikudo dijo que fue ÉL quien me eligió. Me miente y no me cuenta todo. En cuanto estemos en su cuarto, se va ha llevar la bronca del siglo. Definitivamente, hoy no sería mi día.

-¿Enserio? Me alegro de poder contar con su confianza, Stefanie. Y también de que me haya elegido –miro a Rikudo lanzándole una mirada asesina, pero la cambio enseguida para mirarla- y la prometo que no la defraudaré.

-Eso espero, Keita –se gira hacia su hijito-. Llévale a tu cuarto, es el mejor lugar para estudiar.

-S-Sí.

Se acerca a mí y me agarra del brazo, arrastrándome hacia las escaleras. Antes de subir, oigo ladridos y el terrorífico perro de antes aparece corriendo hacia nosotros. Entonces los papeles se intercambian, y yo soy quien tira de Rikudo hacia su habitación. Me suelta cuando entramos a su cuarto y cierra la puerta tras de sí, apoyándose en ella. Exhala un profundo suspiro y mirándome, algo serio y arrepentido.