RED DOOR [KyuWook]

Capítulo 13

"habrá un momento en el que ambos tendrán que decidir si salvan sus propias vidas o la del otro; ahí entenderás cuán mezquino e impredecible puede llegar a ser el ser humano..."
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Henry se mantuvo observando en silencio la sala de Ryeowook, la cual seguro le servía de habitación; sentado en él, detalló el sillón con minucioso cuidado y calló en cuenta de lo mullido que era, así que se levantó de inmediato, para luego mirarlo de forma natural, sintiendo en su interior una lastima que sin lugar a dudas sería rechazada por el pelinegro.

metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones, caminó a paso pausado mientras veía hacia afuera a través de la delgada cortina que cubría la ventana y se dio cuenta lo clara que era la visión desde ahí a la cafetería; mirando fijamente pensó por un tiempo en la última vez que había visto a Ryeowook,  justo después de que hubiese  aceptado esa misión; Le había rogado tanto para que desistiera de ello, que se creyó patético en su intento de convenserle, aún así había insistido hasta el final

Y ahora estaba ahí...

En el momento en que llegó a Corea preocupado hasta la médula por el bienestar de Ryeowook,  no contó con que este estuviese realmente tan cerca del objetivo,  menos que estuviese conviviendo con el mismo. Si alguien sabía mejor las reglas de trabajo ese era Kim Ryeowook, sin embargo,  al verlo en esa cafetería  una vez entró junto a el castaño que lucia tan normal, no pudo ni tuvo como contestar a si mismo si es que era que su ex amante había perdido la razón o sencillamente aquello era un plan para permitirse hacer su trabajo con precisión.

No obstante,  aquellos métodos bajos jamás habían sido usados por Ryeowook. Jamás.

Lo que sea que estuviese sucediendo o planeando  seguro lo descubriría ahí, mientras aún lo tenía cerca,  pues al fin y al cabo a ello había ido; además de ir con la clara y urgente intención de llevarlo lejos antes de que todo se volviera incluso peor de lo que ya pintaba. 

Debió creerle más a Donghae cuando se lo advirtió—pensó—y se tensó demasiado cuando sintió al pelinegro entrar. No sabría cómo reaccionaría y temía una nueva recaida.

—no creí volver a verte así

Ryeowook habló apenas irrumpió en la habitación; Henry despegó su vista del frente y giró a verlo con la serenidad que ameritaba todo, seguía con las manos dentro de los bolsillos y arrugó la frente determinado a no andarse por las ramas.

—he venido por tí...

— ¿has venido a terminar el trabajo?

Henry casi gimió de dolor cuando escuchó esas palabras tan frías y cortantes de parte de Ryeowook, él parecía a la defensiva, determinado a hacer algo si la situación lo merecía; lo conocía bien, ese rostro siempre dispuesto a darse en sacrificio entonaba su ambiente.  caminó hacia él y se detuvo justo cuando lo tuvo a pocos centímetro — he venido por tí —repitió —he venido para llevarte lejos de aquí.

Ryeowook respiró de nuevo

— es un gran alivio, no sabría si podría con el hecho de tenerte como enemigo. — comentó menos preocupado y con el corazón juagado por la tranquilidad —

—la misión falló terriblemente y lo sabes. Tenemos que buscarte un lugar donde nadie pueda encontrarte, Ryeowook.

El mencionado lo miró y entornó los ojos entendiendo a cabalidad lo que estaba diciendo.

— no necesito ayuda para esto, Henry —dijo de manera terca, dejando la bandeja con las bebidas en la mesa de centro y sentandose en el sillón cansado y un tanto  a dolorido de su brazo que permanecía inmóvil; haber hecho algo por si mismo era, en esos momentos, demasiado agotador, pero necesario.