Capitulo 1

235 36 6
                                    

"nunca es un gusto conocer nuevas personas, pero supongo que haberte conocido hoy ha sido algo bueno..."

-------------

Habían pasado ya 15 años y Kyuhyun recordaba muy poco acerca de su pasado,   lo sucedido en aquél entonces era algo que ya no estaba en su memoria; lo único que lo unía a ello eran las pesadillas insistentes las cuales le daban muy poco para comprender lo que era y lo que sucedía en realidad con su existencia.

Después de mucho tiempo aún no entendía por qué habían personas detrás de él queriendo asesinarlo;  las razones le eran totalmente desconocidas, pero según lo que había dicho Leeteuk alguna vez,  las razones de por medio era su misma existencia. No se odiaba, pero se culpaba constantemente por ser como era... Porque siempre perdía a lo que más amaba en intentos de ser protegido y no entendía ni siquiera por qué...

Kyuhyun,  como se hacia llamar el chico de piel blanca como la nieve y cabello castaño brillante,  se levantó con pesadez tratando de recobrar la calma;  como de costumbre había soñado con una chica rubia que cambiaba entre campos de trigos... No entendía quién era, ni siquiera era alguien a quien recordara haber conocido alguna vez; todo era confuso y el castaño lo único que quería era poder entender algo de lo que sucedía con su vida.

Luego de proceder a ocultar con lentes el particular color rojo de sus ojos,  se cambió y como de costumbre desde que se había trasladado a Corea,  tomó su sombrilla y salió en su cicla rumbo a su pequeña cafetería, la cual quedaba a pocas calles de donde vivía. Disfrutaba del viento que golpeaba sus mejillas y de los débiles rayos de sol de la mañana que iluminaban su camino; disfrutaba de vivir. su tutor y padre,  el señor Kim, como lo llamaba,  le decía de siempre valorar la vida y amar lo que era... Lo intentaba por todos los medios y siempre se levantaba cada mañana pensando en la promesa hecha a él y su esposa. Los Kim habían sido muy importantes en su vida.

Con un poco de desasosiego bajó de su cicla y la parqueo afuera de la cafetería; Al entrar acomodó las mesas y cómo todas las mañanas, lo hacía mientras pensaba si ese día sería el día en que lo vería de nuevo. Limpió toda la estantería con detenimiento mientras el aroma a café inundaba el lugar; Los rayos de sol se colaban a través de la ventana y las flores que decoraban las esquinas del lugar se veían más vivas que nunca, brindándo una mezcla de olores y colores muy agradable; al fin y al cabo era primavera.

Caminó hacía afuera con un letrero en las manos y lo acomodó afuera,  miró hacia el frente y aquella puerta Roja permanecía inmóvil; al igual que muchos de los días de los últimos meses, esta permanecía sin ningún cambio. Miró con nostalgia y  quiso dar la vuelta hacia adentro de nuevo, cuando de pronto ahí estaba; La puerta se abrió de repente dejando ver a un pequeño chico de cabello negro,  bajo,  piel blanca, cuerpo delgado y facciones similares a las de una chica. Kyuhyun se dio vuelta por completo con el fin de lograr que aquel chico no lo viese, pero era algo para lo que no tenía que esforzarse demasiado, pues durante los últimos siete meses este ni siquiera lo había determinado ni una vez;  salvo la vez que pidió aquel capuchino. desde entonces Kyuhyun siempre se había dedicado a intentar verle salir de su casa a diario.

Kyuhyun no era alguien como cualquier otro,  pero él mismo quería pensar que no era así,  se sentía y pensaba como una persona normal; amaba, reía y se quejaba como cualquier otro y ese sentido de humanidad era lo que necesitaba para conformarse y sentirse como cualquier otro humano,  aún si era un vampiro.

Una vez lo vio desde atrás  irse calle abajo y dar la vuelta, suspiró; todas las mañanas salía y regaba las flores con la intención de hablar con aquél chico que había captado toda su atención, pero le era imposible. de alguna forma no se sentía bien al respecto, primero porque la daba miedo que tal vez el pequeño pelinegro descubriera su secreto y saliera huyendo del miedo como muchos de sus amigos del orfanato y segundo y la razón que más pesaba para él,  era que todas las personas que amaba siempre morían por su culpa. Tal y como había sucedido con Los Kim.

RED DOOR [KyuWook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora