Capítulo 9: El Rey de Arcilla.

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Cameron la encontró a el final del segundo periodo. No había vuelto a clases después su discusión con Douglas, simplemente no quería seguir en aquel ambiente hipócrita, no había llorado pero su ánimo se había arruinado por completo.

La pelirroja tenía sus "santuarios", lugares donde se sentía segura y protegida, donde podía meditar sobre sus errores y aciertos, y sobre todo esconderse.

Su favorito y el más obvio era su palacio, MacRuairidh House se adornaba con la presencia de la pelirroja, y nadie podía molestarle ahí. «Excepto mis padres, — Pensó en reproche al salir del instituto — Elisie y prácticamente cada trabajador de la casa.»

El otro era a orillas del río Witherhouse, ahí donde el Puente del rey se había roto, dejando una escalonada hacia la nada, pero el frío le había impedido llegar hasta allá, era todavía temprano por la mañana y el día tardaría en calentar.

Por último, el santuario más reciente. Tan simple como sombrío, el cementerio de Lasswade Moor se había vuelto una visita frecuente, especialmente la tumba de Thomas la cual siempre estaba adornada con flores frescas, y le daba una sensación de paz. Ahí le había encontrado Cameron, le escuchó llegar y por la canción que tarareaba supo de inmediato que se trataba del gemelo más amable.

— Te estás volviendo predecible, roja. — Le dijo al llegar con ella. — Vamos, te invitaré a desayunar, hoy no tocaste bocado.

La chica no puso ninguna objeción porque moría de hambre, así que le siguió a su camioneta y dejó su auto aparcado afuera del cementerio, pasaría por el después.

— ¿Que ha pasado hoy en la mesa? — Cameron no era estupido sino todo lo contrario, a Cuddle le gustaba decir que Douglas había llegado tarde a la repartición de cerebro pero que su hermano había agarrado suficiente por los dos, así que la pregunta estaba hecha para dejar entrever una más específica «¿que no me están diciendo?»

— Nada. — La mirada de Nimue era reveladora pero no de la forma que el gemelo hubiese querido, parecía decir «Ya lo sabes» sin embargo él no estaba seguro del que.

Se mantuvieron en silencio mientras aparcaba frente al pub más pequeño del centro. Era un lugar tan casero que se dudaba de la legalidad del lugar, ahí solo se servían dos cosas: café azucarado con brandy y un budín de pan tan duro que si se lo tirabas a la cabeza a alguien podrías causarle una seria conmoción.

— Bien. — Dijo al sentarse frente a ella.

— Bien. — Respondió ella con prudencia, sin confiar en la poca insistencia que había puesto en el tema.

El silencio se volvió a instalar entre ellos, por unos momentos solo se escuchaba el sonido de la cuchara revolviendo el café y el noticiero, habían vuelto a abrir el caso de Thomas, Bradley y Cuddle. Nimue resopló al quemarse la lengua después de tomar un poco café y Cameron se rio para después de negar con la cabeza.

— ¿Que estás haciendo? — Le preguntó.

— Comiendo — Señaló su comida con un gesto de obviedad.

— Sabes bien de lo que hablo, N.

— Noup — Se puso la cuchara en la nariz para verse idiota y cambiar el tema.

— Si que sabes — Apoyo los brazos sobre la mesa y se inclinó hacia delante. — ¿que ganamos con Calder como rey?

— Continuidad.

— Tonterías, nos conocen igual de bien a Douglas o a mi, sería lo mismo.

— Bien, entonces estabilidad. Sería justo lo que hubiera pasado si el accidente no existiera.

Lasswade TaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora