Antagonista-Shizaya

Capitulo 2: Expresiones

-No creo que despierte pronto, te recomiendo ir a descansar, puedes dejarlo en mis manos... ¿Shizuo?- preguntó Shinra al darse cuenta que no había respuesta por parte de su invitado el cual se encontraba sobre el sofá de su sala con una mirada perdida.

-Ah... Shinra... Perdón ¿Qué decías?

Shinra observó a su amigo aún perdido en sus pensamientos, tomo un poco de aire y lo expulsó, rasco su nuca mientras formulaba la pregunta que tenía en mente.

-Shizuo, ¿Qué pasó?, Izaya no suele salir así de herido en alguna de sus peleas, ¿Ocurrió algo además de su típica persecución?- lo observaba con una mirada acusatoria y cierta desconfianza hacia su persona lo cual Shizuo notó.

- No se, si quieres respuestas, pregúntale a esa asquerosa pulga que yo no sé nada- se limitó a decir mientras estrujaba su cajetilla de cigarrillos dentro de su bolsillo.

- Eso quisiera, pero no creo que despierte en un tiempo, tendremos suerte si despierta en unos días, tal vez mas de una semana... de verías de controlarte más Shizuo, Izaya no es inmortal, puede morir aunque siempre aparente lo contrario...

- En primera, yo quiero a esa alimaña muerta, y tú lo sabes; segundo, yo no soy el causante de sus heridas... no en esta ocasión.

-¿No fuiste tú? Qué inusual. Bueno, cuando desperté le preguntare por los detalles. Ya puedes irte Shizuo- le contesto mientras le daba la espalda y volvía a la habitación donde se encontraba Izaya.

- Espera... ¿Cómo está...?- Preguntó Shizuo con semblante serio y pizca de preocupación.

- ¿Te interesa? Creí que lo querías muerto- comento Shinra con una leve risita la cual molesto a Shizuo, pero no dijo nada- Ya está fuera de peligro, sinceramente no creí que pasaría la noche pero su cuerpo respondió bien al tratamiento por lo que ahora solo tiene que guardar reposo, y cómo dije, tardará en recuperar la conciencia. Si estás preocupado puedo llamarte cuando despierte...

-...No, gracias- se giró hacia la puerta para salir pero Shinra lo detuvo.

-Shizuo, gracias.

No entiendio el significado de esas palabras o de la sonrisa falsa que le dedicó, solo se limitó a asentir cerrando la puerta.

De camino a su casa continuo pensando en lo que sucedió la noche anterior, preguntándose si solo fue un simple sueño, sin embargo, las manchas de sangre en su camisa le indicaban lo contrario; entonces, ¿Qué había pasado? Por más que le diera vueltas al asunto, no entendía nada. Izaya lo quería muerto, entonces porque protegerlo a él, aunque también se sorprendió de sus propias acciones. ¿Quiénes eran esas personas? ¿Por que le dejaban una sensación de intranquilidad? ¿En qué problemas se ha metido la pulga? Demasiadas incógnitas y seguramente todas las respuestas las tendría cierta persona desagradable. Será mejor que no me meta en sus asuntos, no quiero tener problema.  Y con esa idea en mente, se marchó a continuar con su día habitual, los días eran más y más fríos, probablemente nevaria por la noche o a la mañana siguiente.

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-¡Shizuo, que sorpresa! No creí que volverías tan pronto, ¿Sucedió algo?- preguntó Shinra con una pizca de curiosidad.

¿Qué estoy haciendo aquí? Se lamentó en silencio Shizuo cuando se percató que ya se encontraba frente a la puerta del médico.

-¿Shizuo?... Si no es nada importante...

-¿Cómo...- interrumpió a Shinra antes que cerrará la puerta aún meditando el si hacer la pregunta o no-¿Cómo está?...

Shinra le dedicó una sonrisa calida- Aún duerme- se recargo en el marco de la puerta he indico con su dedo pulgar el interior del departamento- ¿Quieres verlo?

-No, adiós.

Se despidió para regresar a su actividades diarias. Shinra suspiro y cerró la puerta. Esta rutina se repitió durante toda la semana donde Shinra cada día le parecía que los días eran más y más fríos, pero a la vez cálido gracias a una visita curiosa, por supuesto, siempre lo invitaba a pasar pero el guardaespaldas encontraba cualquier escusa para liberarse.

Me preguntó qué clase de expresión pondrías al verlo de esta forma...

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-¡Shizuo! No está.

-Hola ¿Shinra?, No está ¿Qué?- preguntó Shizuo algo molesto al contestar la llamada recibida a altas horas de la madrugada.

-¡Izaya, no está por ninguna parte!

-¿Eh...?