Capítulo 5: Aprendiendo a ser Padre.

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Han pasado 3 semanas. Todos en la familia Khan están contentos y sorprendidos, ya que no les habían dado ninguna esperanza acerca de Sameera, pero para su sorpresa, La pequeña nació sana y enérgica. Pero Rizvan últimamente ha estado muy inquieto, ya que recuerda con tristeza que con su difunto hijo Sameer, no fue un buen padre [según él].

─Adiós cariño, me voy al trabajo, me temo que hoy llegaré más tarde de lo normal, así que, si me tardo no me llames ¿Ok? ─dijo Mandira apurada, mientras su esposo jugaba en el Xbox─ Está todo listo en la cocina. El biberón, papilla... ¡Ah si! Olvidé mencionar que llamé a una niñera para que te ayude con Sam ¿Te parece? ─preguntó ella mientras éste sólo le respondía con un "Ajam"─ ¡Oh! Ya es tarde, adiós cariño ─le da un beso y se va.

Mandira se dirigió a su trabajo. Mientras, todo en la casa parece tranquilo.

Rizvan tiene puestos sus audífonos, jugando tranquilamente, pero hay algo que interrumpe el sonido de sus aparatos. Al quitárselos escucha el llanto desesperado de su bebé.

─¡Uh oh! Sameera por favor, no llores ahora, Mandira no está aquí... ¡No sé qué hacer! ─dijo éste al ver a su bebé llorar cada vez más fuerte, hasta que en su nariz sintió la razón de su llanto─ ¡Oh! ya sé porqué lloras... es hora de un baño. Sin embargo, el baño no funcionó. Rizvan probó de todo; biberón, papilla, sonajero, pañal etc. pero nada funcionaba. Llegó un punto en que los vecinos se empezaron a quejar por el escándalo.

Estaba muy asustado, mi bebé lloraba y lloraba sin poder calmarse. Mientras pasaba más tiempo llorando, peor me sentía. ─ "¡Es mi hija, debería saber porqué llora!". Soy un mal padre, soy un mal padre" ─decía desesperado. No se me ocurrió más que acostarme en su cuna, pero esto me sorprendió, ella dejó de llorar, al verme a su lado gateó hacia mi y se recostó en mi pecho. Eso no me lo esperaba. «¿Cómo no me pude percatar que sólo quería llamar mi atención?... pues claro, es hija de Mandira». Me sentí inútil por un momento, hasta que la soñolienta mirada de Sameera me sacó de mis pensamientos. ─ "Que hermosa eres" ─le decía mientras acariciaba su cabeza. Luego comenzó a dormitar. Fue muy lindo ver como poco a poco se dormía en mis brazos, un sentimiento extraño, pero muy agradable, empezó a surgir dentro de mí «Creo que estoy aprendiendo a ser padre». Hasta que el sonido del timbre malogró ese lindo momento e hizo llorar a Sameera... de nuevo. Fuí a ver quien tocaba la puerta.

─Hola, usted debe ser el señor Khan. Su esposa me llamó para cuidar a su bebé... ¡Oh! Veo que está llorando... no se preocupe, yo cuidaré muy bien de su beb... ─dijo Lola (la niñera) antes de ser interrumpida por Rizvan, quien le cierra la puerta en su cara.

Luego de unas horas, Mandira regresa del trabajo, y consigue a su marido en la cuna durmiendo junto a su bebé.

─¡Vaya! ─exclamó ella─ Parece que hoy me toca dormir sola ─dijo aguantando la risa para no despertarlos.

Con el paso del tiempo, Mandira encuentra un comportamiento un poco extraño en su hija. Ella decide llevarla al psicólogo para ver que pasa. Por un tiempo todo va normal, hasta que Sameera cumple sus 3 años, donde le diagnostican hiperactividad.

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