Capítulo 19: Secuestro.

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Aunque hubo una fuerte discusión hay que admitir que hacía falta un poco de comunicación en la familia, y mucho más por lo que vendrá a continuación.

Son las 7:00 a.m. todos se despiertan y se reúnen en la sala.

─Buenos días ─dijeron los gemelos, comenzando la primera conversación del día.

Mandira entra a la sala─ Buenos días niños de mis ojos  ─dijo dándoles un beso a cada uno.

─Papá ¿por qué Sam y tú gritaban tanto ayer? ─preguntaron ellos.

─¿Cómo? ─preguntó Mandira al desconocer la situación.

Sameera intentó disimular la preocupación de que su madre se entere de lo ocurrido─ Es que... llamaron a mi papá en la escuela y... ya sabes, por bullying, y pues... mi papá me regañó ─fue lo primero que se le ocurrió decir.

─No es cierto, lo que pasó fue... ─fue lo que Rizvan pudo decir, antes que Sameera lo pellizcara para callarlo, lo cual funcionó.

─¡Ay hija! Pues espero que no te hayan echado la culpa otra vez ─dijo Mandira.

─No te preocupes ¿sabes qué?... te prometo que no te volverán a llamar de la escuela por quejas.

─Así se habla niña de mis ojos ─pellizcó las mejillas de Sam─ Pero si me vuelven a llamar de la escuela ¡te aseguro que habrá problemas!

─¡Uy no! No te preocupes ─dijo Sameera haciendo una mueca.

─Y otra cosa, alguien ha estado usando mis cosméticos ─dijo mirando fijamente a Sameera─ A ver Sameera ¿tienes algo que decir en tu defensa? ─preguntó Mandira intimidante.

Sameera se preparó para responder─ ¡Si!... fue mi papá ─dijo tapando su boca para disimular su risa.

Rizvan se sorprendió «Traidora» dijo en su mente.

─¿En serio Rizvan? ─preguntó Mandira con los ojos bien abiertos.

─¿Qué?... yo también quiero tener mi cutis como una recién casada ─dijo él, provocando que Mandira suelte una gran carcajada.

Todos en la familia Khan se alistaron para empezar su rutina. Luego de unas semanas, todo se ve en paz. Hasta que en la casa suena el teléfono solicitando la presencia de ambos padres en la oficina del director.

─¿Qué ocurre, Mandira? ─preguntó Rizvan al ver que su esposa colgó el teléfono furiosa.

─¡El director me acaba de llamar de la escuela, cosa que Sam prometió que no iba a volver a pasar!

─¿Y si es un malentendido?... tal vez sea por otra cosa ─le respondió con voz suave y tierna.

─¡Lo que sea, anda tú... yo no quiero ir a escuchar quejas! ─fue la petición de Mandira, la cual Rizvan aceptó sin ningún problema.

-Desde el punto de vista de Sameera-

Me encuentro en la oficina del director, él solicitó mi presencia. Acaba de llamar a mis padres, me siento muy mal, tengo un revoltijo en el estómago «¿Qué habré hecho esta vez?... ¿Ahora hago cosas malas sin darme cuenta?». Después de tanto esperar, mi papá llegó. Yo me escondí, me dio miedo escuchar lo que le diría el director, pero me mandaron a sentarme de nuevo, junto a él. Pero lo que le dijo el director no me lo esperaba para nada.

─¡Papá, te juro que esta vez no hice nada! ─dijo Sameera preocupada.

─Es cierto señor Khan, ella no hizo nada malo ─comentó el director, bajando la marea.

La Familia KhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora