La Familia Khan

Capítulo 24: Los Khan Siempre Cumplen su Palabra.

Finalmente Sameera logró ingresar a la "A.U.D." Como es muy inteligente, consigue graduarse rápidamente. El director Dirar se ha estado encargando de los arreglos para el evento de la graduación, ya que ese día está cada vez más cerca.

─¡Sameera Khan! ─exclamó Dirar─ ¿Alguno de ustedes la ha visto? ─le preguntó a los alumnos. Ellos dijeron que no, pero el llamado del director convocó a Sameera, apareciendo de repente.

─¿Me buscaban? ─preguntó ella.

─¡Si! ─le responde el señor, dándole en sus manos varias tarjetas─ Se las estoy dando a los asignados, son invitaciones para tu familia, para asistir a la graduación ─le explicó.

─¿Tiene que ser mi familia solamente? ─preguntó ella.

─No ─le respondió─ Puedes invitar a todos los que quieras, de todos modos no te gradúas de la universidad todos los días.

─Tiene razón, gracias señor.

─De nada, asegúrate que lleguen las cartas, llama para confirmar si les llegó la invitación ¿ok?

─Ok... oiga ¿puedo pedirle un favor? ─preguntó.

─¿Cual?

─Mi familia es india, y pues, para la graduación quisiera cantar en hindi, para dedicárselas ¿se puede?

─Si, claro que puedes hacerlo, no hay ningún problema ─dijo el señor con prisa─ Recuerda, envía las invitaciones, el evento es en 3 meses, tienes tiempo.

─Si señor.

Sameera da su colaboración para que el evento sea inolvidable, mientras que en la casa Khan reciben dos noticias inesperadas.

Mandira se encuentra leyendo revistas, con su hijo recostado en su regazo.

─Mandira, te veo rara ─comentó Rizwan.

─¿Ah si? que sorpresa ─respondió con sarcasmo.

─No, en serio ¿qué tienes, Mandira?

─Últimamente me he estado sintiendo muy mal, pero no he querido hablar de eso.

─¡¿Qué?! ─exclamó Rizwan sorprendido.

─¡Mamá! ¿es lo que creo que es? ─preguntó Abram entusiasmado.

─Ay, no lo sé, hijo ─dijo sin mucho afán─ Con este problema que tuve con Sameera, no he estado pensando en más nada. No me he hecho pruebas, así que no estoy segura de... ─su explicación se vió interrumpida cuando se da cuenta que su marido se ha desmayado─ ¡¡Dije que no estaba segura!! ─exclamó quejándose, provocando que sus gemelos estallen en risas.

Mandira se dirigió al médico para hacerse pruebas. Al llegar a casa los malestares resultaron ser lo que se sospechaba.

─¡Ya llegué! ─exclamó ella al entrar a casa.

─¡¿Y?! ─preguntaron los chicos, al mismo tiempo.

─Si, esos malestares tenían razón... estoy embarazada ─dijo sacándolos de duda.

Los niños celebran la noticia, mientras que Rizwan se desmaya nuevamente, pero esta vez con razones.

─¿Qué tiempo tiene? ─preguntaron los gemelos.

─Cuatro semanas ─les responde ella, mientras le echa aire a su marido que se encuentra en el suelo.

─¿Es niño o niña? ─preguntaron curiosos.

─Aún no lo sé hijo... pero ¿qué tal si empezamos a escoger nombres? ─sugirió. Fue una excelente idea para los pequeños. Comenzaron a escoger los nombres, pero para Mandira ninguno era el indicado.