Capítulo 6: Diversión Arruinada.

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Recuerdo que hace 4 años mi vida era rutinaria: levantarme temprano, ir al trabajo, regresar, dormir, levantarme... y así sucesivamente. Pero todo ha cambiado enormemente desde que nació mi pequeña Sameera. Mi vida se volvió caóticamente hermosa. 

Cuando desperté, vi el reloj, eran las 7:05 a.m., me voltee y vi a Rizvan dormido. Lentamente abrió los ojos─ Buenos días, amor mío ─le dije luego de darle un beso, lo cual, él me respondió con el mismo gesto─ ¿Ya te vas? ─me preguntó triste─ Si amor, tengo que irme ─«A veces creo que piensa que lo volveré a abandonar al salir de casa» ─ ¿Vas a trabajar hoy? ─le pregunté─ Si, ayer le dije al señor Jacob que hoy trajera su auto para repararlo ─me respondió. Khan y yo tuvimos una pequeña charla, luego me alisté. Cuando me dirigí  a la sala, veo a mi pequeña saltando en los muebles; cuando me vió se quedó en shock, como queriendo decir: "¡Ups! Me descubrió". Yo, sin embargo, solté una carcajada, la cargué y la abracé fuertemente «Mi hija es igual de madrugadora que yo»─ ¿Por qué te levantaste tan temprano? ─le pregunté, pero no obtuve respuesta alguna. Me preocupa mucho, Sameera ya tiene 4 años y no ha dicho ni una palabra─ Veré si al llegar del trabajo te lleve a una terapia de lenguaje ─. Ella sólo rió «Que inocencia tiene»─ Adiós niña de mis ojos, ámame hasta que me muera ─le dije mientras llenaba su carita de besos. Luego salí de casa directo al trabajo «De veras quisiera quedarme en casa con mi bebé, pero mi jefa me cuadró muchas citas para hoy»

Después de hablar con Mandira temprano, me volví a dormir, de todos modos el señor Jacob vendrá en la tarde. Antes no me gustaba que Mandira se fuera de casa, porque me dejaba solo, pero ya no me afecta tanto, pues ya no estoy completamente solo, al contrario, me acompaña mi hija, y con ella mi día se vuelve más ajetreado de lo normal.

Estaba durmiendo, cuando de repente siento movimientos bruscos en el colchón. Era Sameera, quien saltaba en el mismo para despertarme─ Buenos días, niña de los ojos de Mandira ─la cargué y acurruqué conmigo entre las sábanas─ ¿Tienes frío?─ le pregunté, ella solo negó con su cabeza, se levantó y empezó a tirar para destaparme─ Pues yo si tengo frío ─dije mientras tiraba en sentido contrario. Parecíamos unos niños peleando por un juguete─ Sam, es muy temprano para jugar, pero si quieres jugamos después de arreglar el auto del señor Jacob─le sugerí con cara soñolienta, pues tenía sueño─ Por el momento, aún es hora de dormir ─. Ella me asintió; me acosté de nuevo, pero ésta vez, Sam se acostó sobre mi─ Descansa Sam ─. Ella cerró sus ojos y le di un beso en la frente.

Luego de dos horas, el sonido del timbre me despertó «Debe ser el señor Jacob» pensé. Intenté levantarme, pero Sam no se me quitaba de encima, aún estando despierta «Me frustra a veces... pero es tan linda que no me puedo enojar con ella» así que la cargué y la llevé conmigo hacia la puerta. Cuando abrí, no era quien yo esperaba, resultó ser mi vecina Sarah Garrick.

─Hola Rizvan, tiempo sin verte ─dijo la pelirroja sorprendida al verlo─ Por casualidad ¿Se encuentra Mandira? ─preguntó.

─Hola, si es mucho tiempo... adelante pasa ─dijo Rizvan contento de ver de nuevo a su querida vecina─ No, ella no está, pero si no es molestia le puedes dar su mensaje conmigo.

─¡Oh! Está bien ─aceptó ella mientras pasa y se sienta en el sofá de la sala.

─Sam, sé que te dije que íbamos a jugar, pero tengo que hablar con la tía Sarah ¿Ok? ─Sam cruza sus brazos y frunce el ceño─ Por favor no te enojes conmigo ─le da un beso en la frente─ Ve a jugar en tu cuarto mientras tanto ─dijo mientras pone a Sam en el suelo, y ésta muy obediente va corriendo a su habitación.

─¡Awww! ─dijo Sarah al ver lo adorable que es la bebé de Khan, recordando a su hijo Reese cuando era pequeño.

─¿Quieres café? ─preguntó Rizvan.

─ ¡Si! Por favor ─aceptó sin vacilar.

Rizvan fué a la cocina y preparó café para ambos, cuando terminó se dirigió hacia ella y comenzaron la conversación.

Sarah da un suspiro antes de comenzar a hablar─ Hoy Marck cumple 5 años de fallecido, y pues, mi mamá y yo hemos pensado en hacer una reunión en su memoria, y los queríamos invitar ─sugirió la joven mujer.

─Si, me parece buena idea ─respondió Rizvan.

─Espera, eso no es todo ─dijo ella interrumpiéndolo─ Sabemos que la fecha del fallecimiento de Sameer es similar a la de Marck, así que lo haremos en memoria de él también, tengo vergüenza y aún no puedo superar lo que pasó con Reese y Sam, por eso hago ésto para Mandira.

─Está bien ¿A qué hora va a ser? ─dijo él tomando nota.

─Será hoy a las 6:30 p.m. los estaremos esperando.

Luego de terminar la conversación, Rizvan y Sarah se despiden.

Al percatar que acabó la charla, Sameera se dirige a su padre. La niña ve que éste está sentado en el sofá, pero al acercarse poco a poco a él, se da cuenta que está cabizbajo y triste, ya que le afecta saber que su hijo cumple un año más de fallecido. Pero la pequeña no tiene conocimiento de ello. Al ver la situación, Sam se acerca y se sienta en su regazo de frente hacia él, y lo mira fijamente.

─¿Por qué estás triste, papi? ─preguntó ella inocente de la pena.

─Porque hoy se... ─se interrumpió a si mismo al escuchar las primeras palabras de Sam─ ¡Sam, tú si hablas! ─exclamó con los ojos bien abiertos─ ¿Por qué no habías dicho nada antes? ─preguntó.

─No tenía nada que decir, todo estaba en orden ─dijo la pequeña, encogiéndose de hombros.

Rizvan se quedó callado por un momento al oír las sabias palabras de su pequeña─ Mandira se pondrá muy feliz... ¡Oh! Mandira ─dijo éste mientras apresuradamente toma su celular y marca para llamar a su esposa.

─¿Por qué estabas triste, papá? ─repitió la niña.

Rizvan canceló la llamada─Creo que aún estás pequeña para saberlo ─le respondió, tratando de mantenerse firme, pero se desmorona al ver a Sam poner ojitos tiernos─ Está bien, te diré... todas las personas tenemos un tiempo limitado para estar aquí en la tierra.

─¿Qué quieres decir? ─preguntó ella confundida.

─Quiero decir que... nacemos, crecemos, envejecemos y morimos.

─¡Oh! ¿Y qué pasa con los que mueren? 

─Van al cielo... con Allah.

─¡Ah! Entiendo ─dijo ella poniendo la mano en su barbilla, simulando estar pensando─ Entonces ¿Por qué estabas triste? 

Rizvan se quedó pensativo por un momento─ Tú hubieses tenido un hermano mayor Sam, pero éste murió mucho antes de que nacieras, y la tía Sarah dijo que están organizando algo para recordarlo... y por eso estoy triste, porque lo extraño mucho ─dijo con voz quebrantada.

Sameera al ver que no puede hacer nada para arreglar la situación, no se le ocurre más que darle un fuerte abrazo a su padre─ ¿Le dirás a mamá lo que dijo la tía Sarah? ─preguntó, tratando de cambiar el tema para que su papá deje de estar triste.

─¡Si! Y también tengo algo que preguntarle ─dijo Rizvan tomando el celular para llamar a Mandira.

La Familia KhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora