La Familia Khan

Capítulo 21: Un Viaje Loco.

-Desde el punto de vista de Sameera-

Cuando me di cuenta de que tomé el avión equivocado, busqué nuevamente el vuelo hacia Dubai, pero no fue lo que yo esperaba.

─Disculpe ¿tendrá disponible un vuelo a Dubai? Por favor ─le preguntó a la cajera.

─Lo siento, ese vuelo estaba reservado para estudiantes asignados a la "A.U.D." ─le explicó ella─ Ese era el único vuelo disponible, a menos que quieras uno que te lleve a "Arabia Saudita" y de ahí tomas otro a "Emiratos Árabes Unidos" ─le sugirió.

«Sería mucho dinero» pensó─ ¿Cuando estará disponible el vuelo directo a Dubai? ─preguntó.

─Aproximadamente en una semana volverá a estar disponible ese vuelo ¿te parece?

─Esta bien, gracias ─respondió cabizbaja «Ahora ¿qué hago mientras espero?» pensó.

Sin nada más que hacer, Sameera comenzó a caminar fuera del aeropuerto. Caminando sin parar, buscando un hotel donde quedarse durante una semana. Pero luego se cansó de tanto buscar. Se sentó en un asiento de una plaza llamada "Forsyth Park". Estaba aburrida así que cerró sus ojos, tocó su guitarra y comenzó a cantar(Safar). Cuando abrió sus ojos, la gente que pasaba le daba dinero; ella sólo aceptó «¿Cómo rechazarlo?» pensó. Volteó la vista disimuladamente, se dió cuenta que un joven que vendía cuadros pintados le estaba observando desde lejos. Fue incomodo, pero ella tenía hambre, así que fué a la cafetería más cercana que encontró y se compró un almuerzo para llevar. Volvió a la plaza y tomó asiento. Mientras comía, el joven se le acercó «Espero que no sea por malas intenciones» pensó.

─¡Oye! ─exclamó él, llamando su atención─ Que lindo cantas ─le dijo.

─Gracias.

─No eres de por aquí ¿cierto?

─Así es, vengo de San Francisco. Mis padres son indios, pero yo naci allá.

─¿Y por qué estás aquí?

─Es una larga historia... y tú ¿que haces aquí?

─Pues yo soy de aquí... si me preguntas por que estoy "aquí" (en el parque), pues estoy vendiendo cuadros.

─¡Oh! Déjame verlos ─se dirigió al puesto de ventas. Las obras eran hermosas─ Nada mal ¿has vendido algo?

─¡No!... no puedo creer que haya gente que no valore el arte de verdad. Yo no tengo mucho afán, pero lo hago por mi madre.

Sameera se sintió un poco mal por él, así que quizo ayudarlo─ La gente viene al parque porque quiere entretenerse, debes atraer a la gente por algo que les interese y los sorprenda ─le comentó.

─No creo que funcione, aquí la gente es muy difícil, nunca se podrá.

─Nunca digas nunca, si te lo propones lo haces... tú dibujas de todo ¿no? ─le preguntó. Le respondió con un inseguro "Si"─ ¡Ya está! ─corrió y se dirigió a un señor que estaba cerca de ellos. Se veía muy serio─ Disculpe señor ¿por qué está tan... no felíz?

─Esa es mi cara, no tengo otra ─le respondió con sarcasmo.

«Wow qué amable» pensó─ ¿Ha sonreído alguna vez?

─¡No! Jamás.

«¡Wow! La reencarnación de Isaac Newton» dijo en su mente─ Pues él puede hacerle un retrato sonriendo con sólo ver su cara seria ─señaló al joven.

─¿En serio? Pues quiero verlo ─dijo el señor.

El joven se esforzó, y después de retratarlo, el señor se quedó sorprendido.