Capítulo 3: Creciendo y Agonizando.

632 23 7
                                    

Ya han pasado 5 meses; la pequeña bebé es muy enérgica y patea a Mandira, como queriéndole decir:"Mami, ya quiero conocerte".

Mandira se encuentra sentada en el sofá comiendo churros─ Rizvan, pásame el arequipe, por favor ─dijo ella mientras devora su postre.

Rizvan muy obediente le concede su petición─ Mandira ¿Cómo te sientes? ─preguntó curioso.

─¡Estoy bien Rizvan! Ya me lo has preguntado más de ocho veces.

Rizwan se acerca para darle un beso en la panza a Mandira, y recibe una patada de su bebé.

─Veo que le agradas ─dijo ella en medio de risas, pero luego se pone seria─ Oye Khan, no creo que sea normal que se mueva tanto.

Rizvan se queda meditando por un momento─ No, simplemente la bebé saldrá... muy Mandira (muy loca).

─¡Muy gracioso Rizvan! ─exclamó sarcásticamente─ Pero en serio, qué tal si vamos a chequearme otra vez, sólo para estar seguros ─sugirió ella.

─¡Ok!

Luego de aquella charla, Rizvan y Mandira se dirigieron al hospital para saber si su bebé se encontraba sana, pero la noticia que recibieron no fue la esperada.

El doctor al ver el eco en la pantalla se queda en silencio.

─¿Cómo está doctor? ─preguntó Mandira al ver que éste no reaccionaba.

─Es que no me gusta dar este tipo de noticias ─suspira─ Les recomiendo no encariñarse mucho con ella, no les durará mucho. Me temo que tiene algo en su corazón, lo cual no logro identificar qué es.

─¡¿QUÉ ESTÁ DICIENDO?... ¿QUÉ CLASE DE DOCTOR ES USTED?! ─gritó Mandira desesperada al escuchar semejantes palabras.

─¡Tranquilícese por favor! ─­­dice el hombre de bata blanca, tratando de calmar a su paciente─ Es que cosas así ya me han pasado... mis instintos de doctor nunca fallan.

─¡No!... nunca digas nunca ─dijo Rizvan con una voz fuerte y firme. Luego de eso, éste inmediatamente sale de la habitación.

Sé que no fue educado salir de esa forma y dejar hablando solo al doctor, pero no pude soportar que dijera eso de mi bebé, ademas, justamente tuve la idea de Rezar y pedirle a Allah una larga vida para mi hija. Así que busqué un lugar privado y seguro para ello. Después de eso, el miedo que tenía por lo que dijo el doctor no es tan grande ahora.

─Lamento haber salido, necesitaba hacer algo importante ─dijo Rizvan al entrar a la habitación donde se encontraba su esposa. Y mira su reloj─ Mandira, ya es hora de irnos.

Luego de aquel incómodo momento en el hospital, Rizvan y su esposa se dirigieron a su casa.

El día de hoy fue muy ordinario, yo estaba en mi oficina cuando recibí la llamada de Hasina, me dijo que la llamó Mandira contándole lo que había pasado en el hospital con mi hermano. Yo admito que desde mi infancia yo envidiaba mucho a Rizvan, ya que siempre ha llamado la atención de todos, pero ahora, ver todo lo que ha pasado y lo que está pasandole es desgarrador. Fuí a su casa para darles apoyo, tengo que admitir que cuando llegué con Hasina, el ambiente estaba pesado, cualquier cosa que dijera en falso podría afectar mucho, pero una cosa es lo que dijo el doctor, y otra es lo que Allah decide.

Toda la familia Khan está deprimida y desesperada con el hecho de esperar y saber lo que pasará. Pero luego de 2 meses, las cosas cambian.

Rizvan últimamente ha estado muy deprimido e inquieto después de la visita al doctor, veo que fue una pésima idea haber ido allá. 

Han pasado dos meses, he estado tomando tratamientos que me han servido como ayuda para el embarazo, por el momento no ha pasado nada del otro mundo después de aquella visita. Me dieron ganas de comer papas fritas con chocolate, así que las preparé y me senté en el sofá a comérmelas con gusto, hasta que sentí un fuerte dolor en la panza.

─¡Ay ay! ─gritó Mandira haciendo una mueca de dolor.

─¿Qué ocurre Mandira? ─preguntó Rizvan preocupado.

─¡Me duele la panza!

─Debe ser todo lo que has estado comiendo.

─¡Ay! ¡Ay! ¡Me duele mucho, Khan! ─se quejó Mandira adolorida, hasta que un líquido extraño empezó a salir de su parte baja─ ¡Khan, la bebé ya viene! ─gritó.

─¡¿En serio? Pero le falta un mes! ─exclamó Rizvan confundido.

─¡¡TE ESTOY DICIENDO QUE LA BEBÉ  VIENE... AHORA!! ─gritó Mandira aún más fuerte debido a las contracciones.

Rizvan tapó sus oídos al escuchar sus insoportables gritos─ ¡Ok, ok ya voy! ─exclamó intentando calmarla.

Mandira y Rizvan van apresurados en el auto, para poder llegar cuanto antes al hospital; hasta que se quedaron sin gasolina. Al no tener otra idea en ese momento, a Rizvan se le ocurre cargar a su esposa en lo que quedaba de camino hasta el hospital.

─¡Doctor acaba de llegar, necesita hacer el parto de inmediato! ─exclamó la enfermera que atendió a Mandira cuando llegó.

─¡Está bien, llévenla al quirófano! ─indicó el hombre de bata blanca─ ¡Oh! ¡no señor! ─le exclamó a Rizvan cuando lo vió intentar pasar al quirófano. Puso su brazo como obstáculo para evitar su entrada─ ¡Usted se tiene que quedar afuera! ─dijo mientras entraba a la habitación con las parteras.

La Familia KhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora