2. Navaja De Doble Filo

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"Cuando otros lloran sangre, ¿Que derecho tengo yo a llorar lagrimas?"

~ José Martí


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Dos semanas. Habían transcurrido dos largas y aburridas semanas. Cero llamadas suyas, cero mensajes.

Todo marchaba tan... Normal, tan tranquilo que simplemente no era lo que buscaba. Necesitaba esa sensación de peligro y éxtasis que me daba estar cerca a él.

Ahora me encontraba en el aeropuerto junto a mi madre esperando a mi hermana mayor que había salido en un viaje de negocios hace ya poco más de un mes y hoy al fin regresaba a casa.
Sun Hee trabajaba como gerente general de división siendo una de las mejores en su profesion y con una gran paga de por medio. Por lo tanto nunca se le ve en casa, el trabajo la consume desde dentro dándole tan poco tiempo para ella misma y su familia que es como si no existieramos después de todo.

-¡Baek!- Escuché una voz masculina llamarme desde lejos. Busqué con la vista al dueño de aquella conocida voz y entre la multitud logré divisar la rubia melena de mi mejor amigo. Jungkook corria para acercarse a mí con la respiración agitada y una enorme sonrisa.

- Kookie, ¿Qué haces aquí?- Me levanté de la silla para abrazar al menor y luego invitarlo a sentarse a mi lado para que recobrara el aliento.

- Eso te pregunto yo

- Vengo con mi madre a recibir a Sun Hee que vuelve de Los Ángeles- alzo los hombros en señal de desinterés -Llegará en unos 10 minutos aproximadamente. En eso Yon Hye decidió caminar un rato por el lugar.

- Deberías dejar de llamar a tu madre por su nombre, es extraño e irrespetuoso.- Dijo el rubio arrugando su nariz haciéndolo ver demasiado adorable -En fin. Yo estoy aquí por Taehyung, vino a recoger a unos familiares y me pidió que lo acompañara, y sabes que no puedo negarme a sus lindos pucheros.- inmediatamente hizo un mohín con los labios dando a entender que ese era el gesto Taehyung hacía al cual no podía resistirse.

Negué levemente con la cabeza dedicándole una pequeña sonrisa

-Ese chico te trae muy mal

-¡Claro que no! Sabes que estoy con Jimin y no voy a dejarlo por ese idiota- Aclaró tratando de hacerse ver enfadado -Por cierto, cómo vas con lo de... Ya sabes...- Su expresión se suavizó observando me con tristeza

-Estoy bien Kookie, no debes preocuparte. Él ya no existe para mí, Ya todo se... Acabó- Susurré la última palabra haciendo un gran esfuerzo por no mostrarme dolido.

-Ven aquí, Hyung- Sus brazos me rodearon e instantáneamente le correspondí ocultando mi rostro en su pecho sintiendo su fuerte fragancia inundar mi sistema. No me permitiría llorar de nuevo y mucho menos en ese lugar, debía mantenerme fuerte, ya no era un niño al que podían usar y luego tirar a la basura como si fuera un juguete para luego ahogarse en lágrimas. Al final hay muchos hombres ahí afuera... ¿Verdad?.

-Además ¿Para qué quieres a un tipo como él si me tienes a mí?- Me separé lentamente del rubio quien me miraba con una enorme sonrisa que hacía sus ojos más pequeños volviendolos casi inexistentes

-Tienes razón, tú eres mucho mejor. Ahora bésame novio- estiré mis labios cerca de su boca reclamando un beso, él rápidamente se alejó y me miró con sorpresa y un poco de asco. Reí por su expresión y le dí un pequeño golpe en el hombro a modo de juego.

-Definitivamente no eres mi tipo, lo siento- Seguí riendo en cuanto el menor sacó la lengua hacía mi en un gesto infantil para luego reír de igual manera.

For You [SeBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora