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Pasaban de las 12 de la noche. Lesslie se encontraba en su cama, con sus ojos abiertos y su vista clavada al techo. Estaba carcomiendose por dentro al ver cuál había sido la reacción de Karen al saber que ella tenía novio. No podía negarlo, había mentido al decir que Jorge era su novio, pero no sé arrepentía. Karen en verdad se había tomado a mal la noticia, pero la pelirosa se sentía completamente orgullosa. Quería lastimar a Karen, y lo estaba logrando.

Karen era lo más importante para ella. En realidad, Karen era lo único bueno que tenía en su vida. La amaba con cada parte de su ser, vaya que lo hacía. De un momento en su vida comenzó a odiar el tener “fama”, el no poder salir al mundo exterior con la chica que amaba, el no poder besarla cada que ella quisiera.

Su cama estaba fría esa noche. Estaba más fría que nunca. Cerraba los ojos, queriendo lograr ocupar su mente en algo que no tuviera que ver con Karen, algo que no la lastimara ni le diera coraje. Quería agarrar su jodido teléfono, quería llamarle a su ex novia y preguntarle cómo estaba, quería pedirle que viniera a verla; quería hacer muchísimas cosas que ni su orgullo ni su ego le permitían hacer.

Comenzó a imaginar a Karen. En su cabello sexy y atrevido; en su piel morena pero ardiente; en sus piernas tonificadas y grandes; en sus labios.. Joder, sus labios.

—A-ana—. No supo cuando su mano empezó a bajar por su entrepierna, metió un dedo y comenzó a acariciarse lentamente.

—S-sí, Ana..— Sus ojos estaban en blanco, imaginaba a Karen ahí, encima de ella, acariciándola como antes lo hacía, y joder, estaba completamente mojada.

De pronto algo le sobresaltó, unos golpes en la puerta de abajo llegaron a sus oídos y el timbre comenzó a sonar.

Se le hacía algo raro, por lo que se quedó en la cama, esperando que la persona abandonara su hogar. Pero los golpes siguieron, ya hora con más violencia; como si estuvieran desesperados por entrar.

Rodó los ojos y se levantó, bajó las escaleras acomodando un poco su cabello que estaba más que enredado.

—¡LESSLIE, MI AMOR!— Una voz de alegría pura invadió el hogar. Lesslie tardó unos minutos en analizarlo; Karen. Era Karen.

—¿Karen?— Preguntó estúpidamente, la chica pelimorada se abalanzó a los brazos de Lesslie, con una boba sonrisa en el rostro.

—¡Te extrañé tanto, bebé!— Dijo aferrándose a Lesslie. El olor a alcohol en Karen era demasiado. Intentó moverse un poco y al instante se tambaleó, entonces Lesslie lo supo todo; Karen estaba borracha.

—Mierda, Ana, ¿cuánto has tomado?— Dijo tomándola por la cintura para evitar que la pelimorada cayera al suelo.

—S-sólo unas-s copas, beb-bé..— La chica arrastraba las palabras y su acento estaba pesado. Lesslie tenía que hacer un gran intento por entender lo que su ex novia estaba tratando de decir.

Lesslie negó con la cabeza. Se acercó a su ex novia, joder.. Se veía tan hermosa. Su rostro se rozó con el de Karen, pero la morena reaccionó al instante.

—¡Quítate!— Dijo empujado el rostro de Lesslie, Karen comenzó a tambalearse y la pelimorada se tuvo que aferrar aún más a la pelirosa.

Las caderas de ambas chicas se rozaron. Karen acarició a su chica en la entrepierna, sonrió al notar cómo sus músculos se contraían, siempre tan lista.

—A-ana, tienes que parar..— Dijo bajando la voz y cerrando los ojos con fuerza, tratando de reprimir un gemido que amenazaba por salir desde el fondo de su garganta.

—Yo sé que quieres esto..— Introdujo un dedo. Lesslie mordió su labio. Mierda, mierda, y más mierda. No estaba segura si se podría controlar.

—¿Q-qué es lo que quiero?— Preguntó nerviosa, tratando de no gemir.

Karen le besó en respuesta. Era un beso lleno de pasión, coraje, celos, deseo y excitación. El amor y la dulzura se habían ido. Lesslie había logrado que se fueran.

La pelimorada siguió su recorrido por el cuello de la chica. Chupó en su cuello, dejando un morado ahí. Se acercó a su oído y Lesslie comenzó a estremecerse.

—Q-quiero que me folles, así como tú novio lo hace contigo, por favor..— Rogó y subió sus manos al cuello de la menor.

—No puedo, bebé. Estás muy ebria— Dijo Lesslie entre jadeos, tenía no poder controlarse ante la situación.

—Sólo hazlo, mierda, sólo hazlo— Un sollozó salió desde el fondo de la garganta de Karen, y lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas.

Eso terminó con la boca paciencia y cordura de Lesslie, tomó a Karen por los muslos y la enrolló en sus piernas, la puso sobre la mesa y ambas comenzaron a devorarse a besos.

Esa noche Karen sería de Lesslie, vaya que sí.

×

Gracias por todo su apoyo a pesar de mis tardanzas, en verdad gracias. Los quiero demasiado.


They don't know about us; [Lessren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora