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Tres meses después.

—Y platíquenos, ¿cuál es el proyecto que traen en mente?—. Habló la aburrida voz de nuevo. Entrevistas, entrevistas, y más entrevistas. Su gran proyecto que los tres hermanos habían anhelado desde sus inicios en Youtube por fin se estaba volviendo realidad. Dar una gira por toda la república, dios mío... Era algo que aún resultaba difícil de creer.

—Claro— Comenzó el mayor de los hermanos con una pequeña sonrisa— Esto es algo que hemos querido hacer desde inicios de nuestra carrera. Ahora lo estamos haciendo realidad, y es algo que nos pone sumamente contentos.

—Será un show. Nuestro propio show. Comenzaremos aquí en la Ciudad de México y poco después será por toda la república— Explicó, la mujer volvió a hojear por milésima vez el programa escrito en hojas que llevaba entre sus manos.

(...)

—Tenemos una última pregunta— Seguían ahí después de cuarenta minutos. Karen mantenía su vista fija en las blancas paredes de la estación de radio, estaba tan aburrida. Sus profundos orbes negros se paseaban por cada rincón del cuarto, esperando que eso matara un poco el tiempo y por fin acabara de hablar. Rafael sólo asentía con su rostro reflejando desesperación, le gustaban las entrevistas, pero aquella mujer tenía algo que lo hacía tan aburrido. Por su parte, la menor de los tres hermanos sólo contaba con una sonrisa plasmada en su rostro, esperando que las personas creyeran que era sincera.

—Esta la hacemos porque muchísimos fans traen polémica en redes sociales. Son los supuestos rumores que se hablan de ustedes. Y es en específico de ustedes dos, chicas. Sobre una supuesta relación amorosa—. La mujer bajó sus gafas hacia el puente de su nariz para regalarles una mirada profunda a las dos chicas. Karen al instante dejó su aburrido juego de contar los vitropisos del cuarto. Sus manos comenzaron a sudar ligeramente, y su corazón comenzó a bombear con fuerza contra su pecho.

«Mierda, mierda, y más mierda.»

Los ojos de la más pequeña se clavaron en los de aquella mujer. ¿Cómo sabían eso?. Lesslie estaba presa del miedo. Tomó uno de los mechones de su cabello y empezó a enrollarlo en su dedo. Su labio estaba entre sus dientes, y apretaba cada vez más fuerte.

—Pues como usted lo acaba de decir, es un rumor. Que yo sepa, los rumores es algo que se dice, más no que es real— Karen defendió inmediatamente. Movía sus manos al momento de hablar de una forma exagerada. No podía controlarse.

—Lo sé, querida— Rió cínicamente la mujer— Pero esto no se trata de un simple rumor. Ellos dicen tener pruebas, escuchen los comentarios: "rozones de manos, miradas, risitas", y la lista no acaba.

—Por favor— Ahora fue la pelimorada quien rió. Fue una risa sin gracia. Una risa amarga. Forzada.— No me diga que usted también ese tipo de estupideces que dicen— Los orbes profundos se encontraron con los de la mujer.

Rafael dio una leve mirada a la menor de sus hermanas. Joder, sintió un vuelco en su corazón al verla así, tan vulnerable. Tan expuesta, tan dolida... En esos momentos lo único que quería hacer era acercarse a Karen y darle un golpe para que cerrara la maldita boca. Estaba lastimando a Lesslie, y en grande.

«No me diga que usted también cree las estupideces que dicen».

Jodida frase que se negaba a dejar de repetirse en la mente de Lesslie. Jodida entrevista. Jodida Karen.

La pelirosa dirigió su vista al gran ventanal de su lado izquierdo. Clavó su vista ahí viendo los autos pasar, la gente caminando de prisa, y la algarabía del lugar. Sus manos estaban en puños, sus nudillos blancos.

No quería llorar, no quería hacerlo.

Sus ojos comenzaron a cristalizarse sin poder evitarlo. En verdad le había dolido lo que Karen había dicho. ¿De modo que su relación era una estupidez?.

Su labio estaba entre sus dientes, y apretaba cada vez con más fuerza. No se estaba midiendo. No podía llorar ahí. No debía. Hasta que la voz de Rafael susurrarle le interrumpió.

—Yadid, deja de hacer eso, te estás lastimando— Dijo en su oído. Lesslie asintió, y segundos después que había salido de su trance el desagradable sabor metálico en su boca se hizo presente. Su labio estaba sangrando.

—Pero, insisto— Volvió a hablar la molesta mujer— Ellos dicen tener pruebas, y en verdad ustedes actúan como pareja y no como hermanas.

—Ya le dijeron que son hermanas, no pareja. Le agradecería que cambiara de tema— Espetó el peliazul demandante. Lesslie mantenía sus vista clavada en el suelo, tenía tanto miedo; ellos se estaban dando cuenta.

—Ahora hablaremos de usted, Rafael. Me dicen que usted no ha tenido novia en todos los años de su estadía en YouTube— Habló otra voz al fondo de la habitación. Rafael fue ahora el que comenzó a ponerse nervioso. Joder.

—N-no, no he tenido una relación amorosa en estos años— Dijo entre jadeos y dificultad.

—Se nos hace tan extraño... Digo, eres un joven y deberías haber tenido aunque sea una novia— Comenzaba a ahogarse. Llevó sus manos a su cuello y comenzó a rascarlo, malditas preguntas.

—Además — Rafael temblaba, sabía que lo que dirían a continuación no sería nada agradable— Se han filtrado unas fotos.

Las imágenes aparecieron en el pequeño proyector frente a ellos. En él se podía apreciar al peliazul y a otro chico de estatura más baja abrazarle, el rostro del otro chico estaba en el cuello de Rafael, y éste tenía una sonrisa de esquina a esquina.

Karen sólo llevó su mano a su frente, esa jodida entrevista estaba siendo de lo peor. La pelirosa y la morena sabían que Rafael era gay, el día de la fiesta él se los había confesado con lágrimas es sus ojos, teniendo decepcionarlos, pero Lesslie y Karen lo único que pudieron hacer fue darle un consolador abrazo. No estaban decepcionados de él. Rafael siempre había sido un gran ejemplo y siempre lo seguiría siendo.

—¿Ya saben tus fans de esto?— Habló la voz de nuevo. Rafael respiró hondo tratando de bajar el nudo en su garganta.

Se levantó con los puños cerrados, y sus ojos cristalizarse cada vez más.

—Suficiente. Karen, Lesslie, nos vamos. Entrevistas de mierda— Soltó con enojo en toda la extensión de la palabra. Lesslie y Karen se levantaron al instante, y Rafael salió de la habitación dando un portazo.

Ellos sabían de Rafael. Ellos sabían de Karen y Lesslie. Ellos lo sabían.

«Mierda, mierda, y más mierda.»

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Holaaa. Ya regresé.
En fin, gracias a todas esas personas que me leen, los amo.

Les quiere,

-A.

They don't know about us; [Lessren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora