Capítulo 2.
"Besando al enemigo".
Una semana después....
"¿Tengo que ponerme éstos o aquéllos?", me pregunté a susurros, con la cabeza dándome vueltas.
La noticia que había visto en la cafetería de la escuela había estado pululando en mi cabeza alrededor de toda la semana. La gente había comenzado a murmurar sobre la repentina liberación de Harry de la cárcel. Y yo sólo seguía sin creer que ahora mismo él estaba... libre. Se sentía tan surreal que alguien que amaste con tanta fuerza está alrededor tuyo otra vez. Quizás buscando venganza, quizás ignorándote por completo... o quizás buscándote ahí afuera.
Miré mi reflejo pálido en el espejo, detallando mis párpados ahumados y mis labios rosados y brillosos. A pesar de todo, yo lucía demacrada, desesperada. Como si, de alguna manera, yo estuviera deseando... algo. Esta noche, Amy, mi mejor amiga, algunos amigos de la Universidad y yo, saldríamos a un baile a donde todas las gentes cool irían.
-No entiendo por qué vamos a esta fiesta a medianoche -cambié mi peso mientras caminaba por la habitación descalza con el celular pegado al oído, unas horas antes. -¿No dices que comenzó a las nueve?
-Nadie va a las fiestas a las nueve. Medianoche es la hora de moda -Amy había respondido, y seguidamente, había ordenado que rebuscara en alguna parte algo sexy. Porque, definitivamente, ambas teníamos que lucir sexys.
Ahora, eran unos minutos después de las once y mi madre y Byron se encontraba viendo Two and a Half Men en la televisión de su cuarto, comiendo un gigantesco plato de zarzamoras acurrucados uno al lado del otro. A diferencia de cómo se comportaba Amanda y mi antiguo padre, ella ahora se quedaba hasta tarde mirando programas de humor negro con él como si fuera una adolescente, y me había dejado ir a la fiesta sin siquiera rechistar. Ella sólo había dicho, "¿y cuál es el problema? ¡Eres joven!".
Desde que Byron había entrado en la vida de Amanda un año atrás, era como si la hubiera puesto a respirar cloroformo. Yo en verdad dudaba que su cariño y libertades se debieran verdaderamente a tener dos años más de vida. Luego de la horrible noticia hacía dos años, Cyrus no había vuelto a aparecer más. Y, la verdad, era lo mejor.
Me había pasado la última hora untándome en el maquillaje, utilizando un rizador de pelo que me diera saltos de pelo oscuros, con ondas sensuales, e incluso poniéndome en mi delgada figura ese vestido resalta-bustos morado, con una pomposa falda negra de bolillo que no llegaba a tocar mis rodillas. Ahora, tenía diez minutos para elegir entre unas botas negras hasta el tobillo, o unos tacones de tacón aguja, evidentemente negros.
-Luces diferente cuando dejas a un lado tu miedo -me había aconsejado mi atrevida amiga Naiara una vez dentro de su convertible blanco. Ella lucía un apretado vestido blanco sin rastro de mangas, y su cabello estaba recogido en una coleta hacia el lado izquierdo de su rostro. Sus pómulos estaban resaltados con blush, y su mirada era desafiante.
-Simplemente, ¿por qué no pude venir en jeans? -protesté, retorciendo el volado de mi vestido. Amy soltó una risa desde el asiento trasero del convertible, jugueteando con su teléfono.
-¡Éste es un baile fabuloso! Y las panties no son fabulosas. Quiero que te enrolles con alguien esta noche.
¿Enrollarme? Levanté una ceja. Yo tenía a Nathan, que era más o menos "algo". Y ellas lo sabían.
-¿Listas? -trinó Naiara, levantando una mano al aire para que fuera chocada. Sin tan sólo pensarlo, Amy se levantó y se inclinó hacia delante, chocando una mano con la rubia platinada. Pero yo sólo miraba al frente, con la vista perdida en el camino.
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Regresaste (Lost 2T)
Novela Juvenil"Pensé que nunca iba a verte de nuevo. Y no podría pensar en una peor forma de morir."