Capítulo 59 ''Destruíste mi vida''

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 Capítulo 59. "Harry".

...

Cuando me topé con el guardia de la entrada de la clínica, me lo quedé mirando durante un buen tiempo, apretando la navaja en el interior del bolsillo de mis pantalones. Finalmente, me dejó entrar. Idiota.

La clínica estaba atestada de gente. Cómo se notaba que había un anónimo jodiendo a cada persona. Sentí varios tropezones en los hombros y recorrí mi mirada a lo largo de la gran sala repleta de gente enferma y con contusiones. Era horrible, pero supongo que tenía que hacerlo si quería acabar con todo esto. Tenía que advertirle a la madre de Skylar sobre que su futuro esposo era un traficante, y que probablemente mataría a Skylar si ella alguna vez pisase esa casa, y además a ella. A ambas, más bien. Y sé que lo mataré si lo hace y entonces regresaré a la cárcel, y no será nada bonita la manera en que me encargue de proteger a Skylar estando allí dentro.

Me acerqué al mostrador donde una mujer morena revisaba un papeleo con un teléfono atrapado entre su oreja y su hombro. Me humedecí los labios.

-Necesito hablar con Amanda Dayne urgentemente -le dije, y ella subió su mirada negra hacia mí, quedándose paralizada de inmediato. Obviamente que me había reconocido como el gángster adolescente de Arizona. Y digamos que tiene sus ventajas.

Apretó un botón, y su voz se hizo eco de inmediato en la sala ecoica. -Doctora Dayne, la necesitamos en recepción ahora -dijo, casi histéricamente. Sonreí.

-Gracias.

Me mordí el labio con fuerza mientras metía las manos en los bolsillos. Ella tenía que venir ahora.

Vislumbré una tez pálida y un uniforme azul pálido abrirse paso entre la gente y me enderecé, preparándome psicológicamente porque, seguramente, habría un enfrentamiento en menos de cinco horas si ella me creía todo lo que le diría. Y tenía que hacerlo.

-Harry -arqueó sus cejas, y se inclinó para chocar nuestras mejillas en un cariñoso beso.

-Señora Dayne -intenté sonreír. Maldita sea, no iba a tomar el té con ella, iba a decirle que su esposo es un criminal.

-Por favor, llámame Amanda. Me hace sentir vieja, sabes -se rió, y a mí simplemente no me daba risa en lo absoluto en este momento, pero igualmente sonreí con incomodidad.

-Yo, um, necesito hablar con usted -insistí. ¿Podía notar la desesperación en mi voz?

-Cariño, ¿es algo malo? -formó una pequeña "o" con su boca. Abrí la boca para contestar, tomando aire. A continuación, asentí frenéticamente sin decir una palabra y ella me indicó con un movimiento de cabeza que le siguiera. Le obedecí, y nos encontramos caminando hacia una pequeña oficina con un pequeño ventilador rechinante y un solo escritorio repleto de papeles y tazas de café vacías. Ella se frotó las manos en los muslos.

-¿Gustas un café o algo? -preguntó, sonriendo nerviosamente. La tomé de los hombros y la empujé sutilmente hacia abajo, haciéndola sentarse sobre una silla de plástico blanca desgastada. Tragué saliva y me posicioné a su lado, mientras ella me miraba con una pizca de miedo en sus ojos. Y de repente, me recordó a Skylar. Me di cuenta de que en verdad eran idénticas, y de que eran igualmente vulnerables.

-Amanda, escucha -dije, respirando agitadamente a causa de la adrenalina. -Y escúchame bien. Tu familia está en peligro.

-¿Qué? -casi gritó, horrorizada.

-No, no, por favor cálmate -asentí, agarrándola de los hombros. -Se trata de Byron.

-S-sí, ¿qué pasa con él? ¿Qué hizo? -gritó, temblando. Santo cielo, estas mujeres no pueden mantenerse tranquilas por más de tres segundos. Me preguntaba cómo es que era médico.

Regresaste (Lost 2T)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora