Capitulo final.
Capítulo 61.
Escuché el rechinar de las sirenas a lo lejos y abrí los ojos, dándome cuenta de que no me encontraba en ninguna pesadilla y que habían moratones alrededor de mi cuerpo. Me había hecho bolita en el suelo, llorando, sin poder creer lo que había pasado. Naiara siendo el anónimo... Era casi, no lo sé... Surreal. La chica más inocente, buena y alegre había resultado ser un d...emonio encerrado en una caparazón de diamante. Era horrible. Y ahora ella había muerto.
Escuché unos pasos detrás de mí, y luego unos brazos calientes y acogedores me envolvieron. Reconocí el olor del cuerpo de inmediato, y lo abracé también, adolorida.
-Mi amor -dijo él, arrodillándose. -Santo Dios, dime que estás bien.
Lloriqueé en su pecho, empapando su camiseta. -Yo no quería hacerle daño.
-No hiciste nada malo, bebé, no hiciste nada malo -me dijo, acariciándome los cabellos. Lo abracé aún más y él plantó besos en mi cabeza. -Está bien, todo acabó, nena...todo por fin acabó.
Tragué saliva mientras observaba a los paramédicos acercarse hacia la pendiente y bajar con cuidado. Incluso escuché que dijeron que tenían que tener cuidado para sacar la cabeza de Naiara porque estaba atrapada entre dos rocas, y sentí cómo se me revolvía el estómago. Suspiré mientras acariciaba la espalda de Harry, intentando tranquilizarme. Todo por fin se había resuelto. Todo estaba terminado.
*** "Dos semanas después".
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Esa mañana me desperté con los músculos agarrotados y unas náuseas horribles. La policía había dicho más temprano en la madrugada que había sido encontrada la guarida de Naiara y el teléfono celular con el que operaba, el cual era uno diferente al de ella. No podía creer que una de mis mejores amigas, la que siempre me levantaba el ánimo, la que siempre estaba ahí para mí, la que me decía y me hacía creer cuán linda estaba aunque pareciese un aborto de vaca, había sido la misma chica que nos había torturado a mí, a mi novio y a mi familia durante un largo tiempo, y que ahora estaba muerta.
La noche del accidente donde ella había caído por la misma pendiente inclinada donde había matado a Sheena, los paramédicos me preguntaron una y otra vez si necesitaba una ambulancia. Yo dije que estaba bastante segura de que no lo necesitaba, que estaba bien, pero en realidad yo no lo estaba, todo esto había sido simplemente traumático.
Pero ahora sólo me quedaba seguir adelante, y aceptar que todo esto estaba sucediendo de verdad. Y quizás si yo dejaba de ser tan egoísta y darme cuenta de que todos habían sufrido igual que yo, tal vez yo pudiera moverme y continuar mi camino.
Me levanté de la cama bruscamente, apartando con violencia el brazo de Harry de mi hombro y corrí al baño a vomitar, sintiéndome realmente enferma. Me senté frente al váter, y comencé a desechar mis líquidos por mi boca. Desde hacía una semana me venía sintiendo algo mal, y supuse que tal vez fueran efectos secundarios de casi haber muerto y de tener un trauma mental de por vida.
Harry se acercó a mí, sosteniéndome por el abdomen, masajeando y descansando su mentón sobre mi hombro, y apoyándose en la pared conmigo en brazos, una vez que terminé de vomitar. Tragué saliva.
-No me beses. Apesto a vómito -me quejé. Oh, y también había estado de mal humor. Una perfecta combinación, ¿no?
-Nena, ¿no has pensado en ir al médico? -me preguntó, acariciándome el estómago con los dedos. -Esto no es normal.
-No seas dramático, claro que es normal -repliqué. -Tal vez sea por... por la mierda ésta que acabamos de vivir -suspiré y cerré los ojos, descansando mi cabeza en su pecho. Él suspiró.
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Regresaste (Lost 2T)
Teen Fiction"Pensé que nunca iba a verte de nuevo. Y no podría pensar en una peor forma de morir."