Capítulo IV ~ Interactuando con penes por 1era vez

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A la edad de los 13 años la Sexualidad de Samantha se torna más interesante, en esta época ella tiene un cuerpo ya desarrollado, bonitos senos, bonitas piernas, buena estatura, lleva el pelo castaño y usa ropa muy sexy, puesto que así es como se siente, le encantan los shorts, los crop top, Jean ajustados y rasgados, franelas moldeadas al cuerpo, ella era un centro de atención andante, era inevitable que los hombres no la mirarán, rápidamente tuvo que acostumbrarse a los cumplidos, incluso a esos perversos que uno no quiere que le griten en la calle, Samantha se sentía bien vistiendo así pero su intención nunca fue la de provocar que hombres mayores le vociferaran cosas sexuales en la calle, pero era entendible que se diera el caso.

Samantha vive muy cerca de su abuela y frecuentemente va a visitarla, incluso cuando no tiene tareas u oficios que hacer disfruta mucho el hecho de pasar las tardes allá (ahora estudia en las mañanas) y compartir con sus primos/as, aquí es donde ella conoce lo que cree como "Su primer amor", este era Maycky, un joven que vivía en el apartamento de arriba de la casa de la abuela de Samantha, tenía 22 años, pero vaya gustos los de Samantha, a lo largo de la historia iremos notando que hay un patrón en el que ella se interesa y se involucra con hombres que no la van a valorar y como es de esperar todo va a girar en visualizarla como un objeto sexual, Maycky era el primero de ellos, no era un tipo de futuro, en ese momento no trabajaba y para completar no había ni terminado la escuela, todo lo contrario a Samantha quien se esforzaba mucho en sus estudios y trabajaba como ayudante en el negocio de su padre algunos fines de semana, la historia de Samantha y Maycky comenzó una noche cuando ella se dirigía al apartamento A del 3er piso a casa de su amiga, como Maycky vivía en el B del 2do piso, ella debía pasar por ahí, esa noche él iba saliendo justamente cuando ella va subiendo las escaleras, él hace un tiempo que la observaba, le gustaba, pero como ella siempre estaba donde su abuela y como habremos notado ella era una menor y se consideraría hasta algo un poco descabellado considerando la edad de él, esa noche al toparse con ella no dejo pasar la oportunidad, la jaló del brazo, plantó una conversación ociosa breve y la besó, este no era el primer beso de Samantha pero fue muy diferente, experimento esa sensación que conocemos como mariposas en el estómago, al separarse ella no tuvo nada que agregar, simplemente subió corriendo las escaleras porque se encontraba atónita, al llegar arriba le cuenta todo muy emocionada a su amiga sin saber que esa sería su primera decepción amorosa y su primer roce sexual con un hombre, al cabo de unos pocos días, con la euforia de aquel beso y la seguridad del gusto mutuo se hicieron novios a escondidas, las escaleras del edificio era su lugar, Maycky se paraba en el balcón en cuanto sabía que Samantha estaba donde su abuela y esa era la señal de que podía subir y él la estaría esperando, así pasaron unas semanas hasta que los deseos de Maycky fueron más allá, una tarde, Samantha fue a casa de su abuela, llevaba un vestido de tirantes gruesos, de tela de algodón, señido al cuerpo, casi le llegaba a las rodilla, era de franjas horizontales de color blanco y naranja, y debajo unos hermosos panties color rosa, eran tipo bóxer pero de esos que en la parte de atrás quedan adentrados entre las nalgas; al poco rato de estar allí Maycky se asoma al balcón, la ve en la acera, espera que ella suba la vista y con la mirada le indica que suba, Samantha espera el momento apropiado, le dice a su abuela que subirá a casa de su amiga y sube a ver a Maycky, este encuentro era diferente, Maycky quería tener sexo con Samantha pero ella ya le había aclarado que era virgen y no se sentía lista para hacerlo todavía, Maycky en lugar de recibirla en las escaleras la espera en el umbral de la puerta de su apartamento y esta vez la invita a pasar, Samantha pregunta que si no están sus hermanas (tenía 2) y su mamá, él asiente que no con la cabeza, por lo que ella accede a entrar, ambos se sientan en el mueble principal que se encuentra en la sala, empiezan a besarse, Maycky sienta a Samantha en sus piernas, empieza a deslizar sus manos por los muslos y al ver que ella se deja, la carga y la lleva a la habitación, en la mente de Samantha solo se pregonaba un pensamiento a gritos una y otra vez: No tengas sexo, no tengas sexo, NO TENGAS SEXO..., ya en la habitación frente a la cama, él la tiene cargada de forma que ella entrelaza sus piernas en su cintura, él la recuesta en la cama y con un movimiento muy ágil le quita el vestido, antes de que Samantha se pudiera dar cuenta ya ambos estaban desnudos, está es la primera vez que Samantha ve un pene de manera real, era exactamente igual a los que había visto durante mucho tiempo en el ámbito del porno, tenía curiosidad de tocarlo pero sabía que si lo excitada mucho podía llegar a hacer algo de lo que quizá después se arrepentirá, el admiraba el cuerpo de Samantha, la tocaba delicadamente por todas partes y sólo quería penetrarla sin importar nada, pero Samantha le aclaró una vez más que no quería eso, y pues considerando que si la forza puede darse un largo paseo a la cárcel prefiere no hacerlo, después de unos breves minutos Samantha se siente incómoda, se levanta, toma su ropa, va al baño y se viste, Maycky la espera afuera muy excitado, ella dice que se va, que si tarda más puede tener problemas con su abuela, pero él no la deja salir, está recostado de espaldas a la puerta y la tiene agarrada fuerte de las manos, ya estaba vestido pero tenía el Jean desabrochado y su pene estaba fuera, él le pide que le haga un oral, al ver que ella se niega trata de  envolverla o más bien engañarla y le dice que solo le de un beso en el pene y ella nuevamente se niega, tras estos intentos fallidos él desiste y la deja ir.

La sexualidad de una virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora