Capítulo X ~ Samantha en un antro

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El tiempo ha pasado, Samantha se encuentra cursando el último grado del colegio con 17 años, tras haber sufrido tanto con su última relación se ha vuelto una joven insegura y acomplejada; terminó tan rota que asumió un sin número de responsabilidades para que no le quedara tiempo de siquiera pensar en algo como enamorarse, ahora pertenecia a un grupo de jóvenes Salesianos (seguidores de la obra de Don Bosco, un líder que dedicó si vida a los jóvenes) que había cerca de su localidad, en la que constantemente se encontraba participando en diversas actividades, también era parte del Comité de estudiantes que se estaba encargado de organizar su graduación, y en las tardes le daba tutoría en el área de matemáticas a dos niñas pequeñas; en definitiva Samantha estaba huyendo de cualquier interacción que la pudiese llevar a ilusionarse nuevamente, cualquier don Juan que le alborotara las hormanas que cabe destacar eran muy susceptibles.

Una noche tras haber llevado a cabo con éxito una actividad de la comunidad de jóvenes salesianos, se dirigen todos a un food truck a cenar y mientras esperan la comida surge el tema de que hace mucho tiempo no hacen una noche de chicas y salen a bailar, los chicos se aislan para hablar de NBA mientras que las chicas empiezan a sugerir fechas y lugares para la futura noche, pero Samantha es la única en el grupo que no opina nada. Alguien pregunta:

-¿ Y tú que opinas Samantha?

- Samantha: No tengo nada que opinar, me encanta bailar pero aún no cumplo la mayoría de edad, nunca he ido a un antro...

- Pero luces bastante mayor, si quieres ir podemos pedir permiso en tu casa, es más vas a ir, ahora la noche tiene un propósito, sacarte a bailar.

-Samantha: Pues que no se diga más...

Era viernes por la noche, Samantha se puso un vestido algo suelto pero que realzaba perfectamente su pecho y su cintura, era color aqua e iba perfectamente con el brillo de su piel, se arregló el cabello, se puso unos tacones, las chicas la maquillaron y quedó más que lista para la rumba, se sentía algo nerviosa y a la vez emocionada, ya habían ensayado un par de veces el plan de entrada si le pedían identificación y no había fallas, eran 5 mujeres contra la noche, tomaron un taxi y se dirigieron a un famoso bar que había en la plaza local, Samantha entró sin problemas, se ubicaron en una mesa en el centro y pidieron unos tragos, Samantha estaba fascinada, la música, el lugar, las personas, los tragos, todo estaba bien, al cabo de unos minutos empieza lo inevitable, hombres se dirigen a la mesa pidiendo bailar, para sorpresa de todas Samantha fue la primera y la más solicitada, tras bailar unas canciones empezaron a llegar tragos a la mesa que ninguna había pedido, fue fácil entender como funcionaba todo pero solo por curiosidad Samantha preguntó:

-Samantha: ¿Siempre es así? ¿Bailas con un hombre y te manda bebidas pagas a tu mesa?

-Sólo si bailaste bien, fuiste amable y la parte más importante, si en la mesa no hay hombres.

-Samantha: Jajajaja, entiendo.

Samantha va al baño y cuando regresa hay 3 chicos agregados a su mesa, se acerca a una de las chicas y le dice:

-Samantha: ¿Y estos quienes son?
- Ni idea, se agregaron y pues ni modo.

Una de las chicas se para a bailar y Samantha aprovecha y se sienta, uno de los 3 chicos se le acerca y a pesar de la música alta intenta socializar...

-Hola, ¿Cómo te llamas?

-Hola, mi nombre es Samantha, y el tuyo?

- Me llamo Martín.

-Samantha: Un placer Martín.

-Martín:  El placer es todo mío, eres muy hermosa, ¿Qué edad tienes?

-Samantha:  Ehh bueno, tengo 17.

-Martin: No aparentas de 17.

-Samantha: Me han dicho eso muchas veces, tú que edad tienes?

-Martín: Unos cuantos más que tú.

-Samamtha: Pero dime, no pasa nada.

-Martín:  Digamos que unos 10 años más que tú.

-Samantha: Mmm 27 no está mal.

-Martín: ¿Bailamos?

-Samantha: Claro.

Samantha bailó muy a gusto con Martín, le pareció un hombre atractivo e interesante, todos en la mesa los miraban y susurraban a lo bajito, y pues cuando ya fue inevitable, se besaron, Samantha sintió como se estremeció cada célula de su cuerpo, definitivamente le gustaba ese hombre, era algo extraño porque no lo conocía y tampoco creía que era el lugar propocio para conocer a alguien, pero por primera vez echó a un lado sus principios y creencias y se dejó llevar, no se preocupó mucho por lo que pasaría más bien quería disfrutar el momento.

Regresaron a la mesa y entre miradas intensas se hicieron de todo, al cabo de unos minutos uno de los amigos de Martín se le acerca y le dice que ya deben irse, Martín se acerca a Samantha y le dice que aunque no quiere ya debe irse, que salgan afuera para despedirse, salen del lugar, intercambian números y mientras Martín espera a su amigo que está ligado con una de las amigas de Samantha, la besa apasionadamente y le deja saber que le ha gustado y que lamenta grandemente tener que irse, se despiden y Samantha queda caminando entre nubes y con un manantial entre las piernas, fascinada...

-Samantha: Dios!!!! Que hombre, me encantó.

Y las chicas dicen a una voz: Wayyy 😏🔥

-Samantha: Espero volverlo a ver, gracias por traerme, esta noche ha sido increíble, aunque no fui la única beneficiada, Dahiana se quedó pegada del amigo de Martín...

-Dahiana: Cállate

Ya es tarde, después de una noche tan loca las chicas deciden irse, piden un taxi y se van...

Al llegar a casa Samantha revisa su teléfono y ha recibido un msj de Martín:
-Me encantó conocerte, espero que hayas llegado bien a casa, buenas noches ❤

Samantha se tumba en la cama, se lleva el teléfono al pecho, suspira y hace un bailecito de emoción, le responde el msj a Martín diciendo:
-El gusto ha sido mutuo, he llegado bien a casa, espero que tu también, Buenas noches Martín. 💕

Samantha no se imaginaba lo que significaría Martín en su vida, cualquier cosa que se pudiese imaginar se quedaba corto...

Al día siguiente Samantha recibe un msj de buenos días de Martín, eso bastó para que sostuvieran una conversación durante todo el día, empiezan a conocerse y a medida que lo hacen más se gustan, más cómodos se sienten el uno con el otro, Martín era un romántico empedernido, de esos que dedican imágenes, canciones, de los estudiados que dicen cualquier cosa con las palabras correctas, era atractivo y besaba como un Dios, un Plus en todo el sentido de la palabra.

En la noche de chicas faltó alguien, la amiga más íntima de Samantha, Katherine, por lo que Samantha debe ponerla al tanto de todo, se reúnen y le cuenta con lujo de detalles todo lo que pasó y lo que está pasando con Martín, Katherine se emociona pues le encanta ver a Samantha entusiasmada pero le aconseja que se vaya despacio, que se lo tome con calma y que realmente trate de conocerlo a fondo, Samantha le promete que así lo hará.






La sexualidad de una virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora