Sus piernas estaban fatigadas de tanto correr y sus brazos estaban exhaustos por sostener la pesada arma además de todo el resto del uniforme. Habían conseguido refugiar a muchas familias pero también habían perdido a un gran número de personas gracias a los constantes ataques por parte de los rebeldes. Salía del edificio con un niño entre sus brazos intentando protegerlo de los disparos y bombardeos que ya detonaban a su alrededor llevándolo hasta sus padres quienes eran retenidos por otros soldados del escuadrón para mantenerlos a salvo. En cuanto el niño estuvo entre los brazos de sus madre, Lauren se giró buscando a Derek y a Normani con la mirada quienes venían metros más atrás.
-¡Vamos, de prisa!.- Exclamó la pelinegra.
Pero entonces notó cómo la soldado de piel morena se detenía para darse la vuelta de regreso al edificio.
-¡¿Qué es lo que hace?!.- Preguntó Matt en gritos mientras disparaba a unos hombres a la distancia.
-¡Derek! ¡Mani, salgan de allí!
El hombre de cabellos castaños de devolvió tras la soldado intentando detenerla. La ojiverde observó como dos de sus mejores amigos se internaban en aquel lugar con una bomba en su interior provocando que su corazón se detuviese. Los segundos pasaban pero ella ya no oía los sonidos que a su alrededor hacían estruendos sólo intentaba abrirse paso para llegar allí y sacar a sus amigos del lugar. Pero entonces ambos soldados dejaron el edificio trayendo consigo a una niña pequeña, Derek cubrió a la niña mientras corría con rapidez. Sin embargo, Normani no fue lo suficientemente rápida y la explosión le alcanzó mandando su cuerpo a volar hacia atrás.
-¡Normani!
Camila se despertó sobresaltada por el grito que la ojiverde junto a ella habían dejado escapar mientras se removía de un lado a otro sobre la cama completamente sudorosa. Salgo asustada, la morena se incorporó de inmediato y meció sus hombros fuerza intentando despertarla.
-¡Lauren!.- La pelinegra abrió sus ojos de golpe sentándose en su lugar y apartándose de Camila- Tranquila. Fue un sueño.- Susurró la castaña tomando su mano- Sólo fue una pesadilla.
Lauren vio a la chica de ojos marrones con la respiración agitada y entrecortada mientras trataba de volver a la realidad, Camila se acercó a ella un poco más y la envolvió en un fuerte y reconfortante abrazo. La sargento escondió su rostro el hueco de su cuello alejando todas aquellas tormentosas imágenes de su mente.
-No tenía pesadillas desde hace mucho.- Susurró la pelinegra luego de un largo periodo de tiempo.
-¿Quieres hablar de ello?.- Se separaron y la castaña tomó el rostro de la soldado entre sus manos.
-Fue nuestro último día antes del secuestro. Estábamos de misión evacuando a familias de un edificio que estaba a punto de explotar gracias al ataque de los rebeldes.- Comenzó a hablar Lauren- Todo era caos, gritos y muerte. Derek y Normani eran grandes amigos dentro de pelotón. Ella era mi mejor amiga y no logró salir ilesa de aquello.
-Cuanto lo siento.- Susurró la morena frotando la espalda de la ojiverde.
-Esa no fue la parte más difícil. Mal herida, tuvimos que trasladarla a un hospital de campaña de inmediato.- Continuó- Me esforcé por participar de la operación junto al cirujano ortopédico del pelotón. Derek debió sacarla de allí, el no debió prometerle que todo estaría bien.
-¿De qué hablas? ¿Qué fue lo que pasó?.- La castaña estaba temiendo lo peor ante aquellas palabras.
-Ella perdió su pierna izquierda. Fui la encargada de tomar aquella dura decisión, Camz.- Los ojos de Lauren se cristalizaron- Convertí a mi mejor amiga una discapacitada.