When You Fall In Love (Peterick)

Capítulo 1

Otra mañana iniciaba en la rutinaria vida de Pete Wentz, un hombre casado con una hermosa mujer, padre de un niño adorable. Era un abogado exitoso, tenía una hermosa casa en los suburbios de Chicago. Su esposa, una hermosa castaña de ojos verdes como esmeraldas y una figura envidiable, era un ama de casa dedicada que sacrificó su carrera, también como abogada, para cuidar de su hijo. En términos generales podría decirse que la vida de Pete Wentz era "perfecta".

Se levantó y se dirigió al baño, pero al mirarse en el espejo vio a un hombre atractivo pero con una mirada triste, sin brillo. Él no entendía porque sucedía eso, pues todos sus conocidos envidiaban su vida: hijo y esposa perfectos, auto perfecto, trabajo perfecto, todo perfecto. "Tal vez la perfección no es la felicidad" se dijo a sí mismo.

Luego de hacer su rutina de las mañanas y de despedirse de su bella esposa y de su hijo, entró en su automóvil y comenzó a conducir hacia la ciudad, se dirigía a su trabajo "perfecto". Pete trabajaba en el buffet más famoso de Chicago "Baker and McKenzie Chicago Law Firm" como abogado defensor. Al llegar a la recepción lo recibió Jocelyn una hermosa pelirroja con la que Pete se había liado hace tiempo. Si había sido infiel. Él creía que la infidelidad tal vez le podría poner emoción a su vida, que equivocado estaba.

-Buenos días Pete- dijo la pelirroja con un cálida sonrisa. Ella sabía que su relación con Pete había sido de una sola noche, pues se dio cuenta que a pesar de todo Pete albergaba sentimientos por su esposa, por lo que decidió convertirse en una amiga.

-Buenos días Jocelyn ¿Qué hay pata hoy?

-Tú como siempre tan diligente

-Ya me conoces- le dijo sonriendo

-De acuerdo, la audiencia para establecer la fianza del señor Corback es hoy a las 3. Es lo único que hay para hoy.

-Está bien. Gracias.

Pete entró a su oficina, muy aburrida según su opinión, púes el señor Baker no permitía decoraciones "extravagantes" Debido a esto su oficina se reducía a un escritorio con una foto de su familia y unos archiveros. Se sentó en su silla pensando que hace unos años esa misma acción le causaba una gran emoción, pero ahora no sentía nada. Antes su trabajo era lo único que lo salvaba de su rutinaria vida, hora ese salvoconducto se añadió a la rutina diaria. La pasión se había extinguido de su vida.

Alejando esos pensamientos pesimistas comenzó a revisar unos expedientes. Luego de leer y de almorzar un emparedado en su oficina, se dirigió a la audiencia de Milton Corback. Logró que a su cliente le dieran la libertad pagando una suma de 30.000 dólares. Después volvió a su oficina y se quedó allí hasta aproximadamente las 7 de la noche. Luego condujo has su hogar. Al llegar, se encontró con una deliciosa cena. A su vez, Pete se la pasó respondiendo las típicas preguntas: ¿cómo fue tu día? o ¿ y te divertiste en el trabajo cielo? Después se fue a su dormitorio se puso la pijama y se acostó mientras su esposa entraba y le sonreía de una forma coqueta

-Ya pude hacer dormir a nuestro hijo- dijo con una voz seductora

-¿A Sí?- Respondió Pete con algo de indiferencia

-Si cariño- Michelle comenzó a besarle el cuello y Pete para ese momento se resignó. Luego de tener monótono sexo con su esposa, pues para el ya no era hacer el amor, se durmió esperando otro rutinario día, o eso creía.