Por ti (Nu'est) -4° Parte-

Capítulo 20. FINAL

(escuchar canción en multimedia que dspués de una eternas semanas, me inspiró para escribir ésto)

—_____, tengo que matarlo —susurró el moreno, quitándole el seguro al arma.

—No.

—_____, deja que JR lo mate —suplicó el rubio cuando vio a Jin, apuntarlos con las dos armas que portaba.

—No...

—¡_____, se acercan por ambos lados! ¡Tenemos que hacer algo! —gritó Jeonghan, asustado, impidiéndole a la mujer, pensar.

_____ no podía hacer más que observar la mirada perdida del pelinegro frente a ella. Ya ni siquiera tenía la certeza de conocer a ese hombre que alguna vez llamó mejor amigo, casi hermano. Ese ya no era el Jin que ella conocía y tampoco entendía cómo fue que dejó que se convirtiera en eso. No terminaba de entender cómo es que las cosas habían acabado así.

Quizás... sí. Quizás todo fue su culpa. Quizás ella terminó por convertirlo en el monstruo que todos veían ahora.

Pero ella seguía viendo a Jin, muy en el fondo. Al menos quería creer eso.

—JR, baja el arma —ordenó, mientras que ella también hizo lo mismo, y lanzó su navaja lejos.

El moreno, al igual que los demás, la miraron con pánico cuando ella comenzó a avanzar hacia Jin.

—¡_____! Maldita sea, que ni se te ocurra hacer una locura. ¡Lo prometiste, así que no des ni un paso más! —le gritó Vernon, mas ella no se detuvo.

Le sonrió de forma ligera a aquel hombre que comenzaba a vacilar sobre si bajar sus armas o no, y continuó acercándose a pesar de que los otros le suplicaban por que se detuviera.

Por primera vez en mucho tiempo, lo tuvo allí, a centímetros de ella, viéndola con tantos sentimientos encontrados, nadando en su mirada. Podía ver ese desespero que siempre sentía por abrazarla. Podía ver la preocupación de querer saber cómo estaba. Podía ver las ansias de decirle cuánto la había extrañado.

En esa mirada, podía ver al verdadero Jin.

—Me quedaré si dejas que todos se vayan.

Seokjin tembló al oírla hablar frente a él y negó, no queriendo creerle.

Todos esos años él solo fue un juguete. Primero de su padre, luego de ella, para terminar encerrado en una celda por el hombre que le prometió la mano de su hija y todo el poder sobre el clan. Jin ya no quería creer en promesas vacías. Ya no quería creer en nadie que aún respirara. Él mataría a todos los que lo convirtieron en eso y ésta era su oportunidad.

—No voy a creerte —murmuró entre dientes, apretando sus manos con fuerza, alrededor de aquellas escopetas.

—Ésta vez no habrá trucos —prometió la menor, atreviéndose a acariciar la mejilla del contrario que, por un segundo, pareció reacio ante su tacto —. Ya es tarde para prometer que todo volverá a ser como antes. Por mis malditos errores dejé que muchos de nuestros amigos murieran y eso... jamás podré perdonármelo. Jungkook, Yoongi...

—Namjoon... Hoseok y Taehyung... —susurró Jin y el corazón de _____ se oprimió por ello.

Apretó sus dientes y luchó por contener sus lágrimas, llegando al punto de morder sus labios y apretar sus puños con fuerza, tratando de permanecer firme.

Pero cómo hacerlo. Cómo permanecer firme si ella era la única causante de que casi todos sus amigos estuvieran muertos. Todo era su culpa. Todo aquel que alguna vez la ayudó ya estaba muerto y ahora no quería que lo mismo le pasara al resto. No quería perder a nadie más. Tenía que reconocerlo.