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-Frank Potter, su turno.

Un chico lleno de acne, piel oscura y rastas rosas se levantó torpemente para irse con Jessica.

Poco a poco la sala fue quedándose aun más vacía y sólo quedabamos Mark y yo.

-Mark...- dije, tenía pensado continuar pero el me interrumpió.

-No quiero hablar de eso, no quiero pelearme contigo, quiero olvidarla pero no puedo- dijo eso último al borde del llanto.

Me levanté y me senté junto a él, dejando pasar mi brazo al rededor de sus hombros.

-Tranquilo hermano, lo siento mucho.

El me miró y tenía las gafas empañadas, sus ojos color miel eran más brillantes y tenía las ojeras marcadas.

-La quería Kris, la quería.

-Yo... lo siento, fue mi culpa y...

-No fue tu culpa, ella se suicido, nadie tomó esa decisión por ella. Tenía una baja autoestima y era débil, tanto física como mentalmente.

-¿Cómo...?

-Te recuerdo que yo formo parte del club de ajedrez.

-Cierto- recordé- así que érais compañeros.

El asintió con la cabeza.

-Mikaela me llevaba gustando desde hace tres años y hace cosa de seis meses le pedí salir, ella me aseguró que también me quería y comenzamos nuestro noviazgo. Todo iba estupendamente pero un día ella dejo de ser feliz, estaba apagada y deprimida siempre, sus besos iban acompañados de lágrimas y estaba adelgazando notablemente, debía hacer algo. Un día le pregunté pero ella evadió mis preguntas, no soportaba verla mal Kris, ella era mi todo, pero pronto destrozó mi corazón.- cogió aire y continuó- fuimos a una fiesta de disfraces y la ví besarse con otro, me hervía la sangre así que me lancé sobre el tío, aunque ella intentó detenerme, pero no pudo, si no hubiese llegado seguridad le habría matado. Me estaba robando a Mikaela, a mi flor, a mi vida.

-Lo siento mucho Mark.

-Hay más, Mikaela cortó conmigo y me aseguró que estaba enamorada del chico de la fiesta, la llame loca por qué no podía estar enamorada de un chico que conocía de una vez, pero resulta que llevaba enamorada de el desde el comienzo del instituto, en secreto, y sólo salía conmigo para acercarse a él, pero se confundió por qué yo nunca le conté de nuestro noviazgo a nadie. Ella me dijo que durante esos seis meses me cogió cariño y por eso lloraba cuando estaba conmigo, no quería dañarme, pero lo hizo, lo acabó haciendo, de la manera más vil, ella sólo me había utilizado, y aunque luego acabó tomandome cariño eso no arreglaba nada. Le grité e insulté hasta quedarme sin pulmones, ella lloraba desconsoladamente y yo me largué, una semana más tarde me enteré de que no estaba metida en cosas buenas, decían que había hecho un pacto con el diablo.

¿Qué?

-Mark, no digas tonte....

-¡No son tonterías Kris! ¡Tú no la conocías! ¡Ella cambió! Su aspecto, su todo, ella parecía enferma, parecía como si le faltase algo. Estaba viva pero no vivía.

-Mark, eso es...

-¡Me da igual que no lo creas! ¡Yo tampoco lo hice! Pero ahora lo se, estoy seguro de que es cierto, su madre es la vidente del parque, esa que siempre dice tonterías, dicen que su familia practicaba brujería.

-¡Mark entra en razón! ¡Dicen...! ¡Dicen! , todo el mundo dice que alguien "dice" , pero ¿quién?

-Kris, es cierto, lo es, en su familia sólo hay mujeres, ni un sólo hombre. Y ¿por qué crees que no están aquí? ¡Eh! ¡Dime por qué no está aquí su familia Kristopher! Ellas lo sabían y les daba igual.

-Mark, te has llevado una mala noticia tio, lo siento, estás empezando a desvaríar. Es normal, la situación...

-¡La situación es lo que yo estoy diciendo!

-Mark Thompson por favor, su turno.- dice Jessica interrumpiendo nuestra conversación.

¿Estaba Mark en lo cierto?

-El tío eras tú, tú fuiste a quien beso, a quien casi mato y de quien estaba enamorada Mikaela.- me susurra Mark al oído mientras se levanta.- Tranquilo, ese día estabas borracho, los dos lo estábamos.

Observo como se dirige a la puerta y la cierra tras él.

Las últimas palabras de Mark me dejaron impactado, no podía ser cierto, no lo era, no lo creo.

-Pues créetelo cariño, fuiste tú de quien estaba enamorada y fuiste tú el del beso, pero Mark es demasiado bueno como para enfadarse con su mejor amigo, después de todo estaba borracho y munca supo que él y Mikaela eran novios ¿cierto?- de nuevo esa siniestra voz retumbaba en mi mente, un escalofrío recorrió mi cuerpo y la piel se me erizó, sentía que tenía a la dueña de esa diabólica voz detrás mía, pero era demasiado cobarde como para girarme. - Nunca supiste que Mark y yo fuimos novios,  pero ahora...,ahora lo sabes.- Mi respiración comenzó a agitarse al escuchar esas últimas palabras, sonaban amenazantes y la voz se había vuelto más grave y con un tono de enfado.

-¿Mikaela?- dije con un hilo de voz, y aun me sorprende que fuese capaz de pronunciar alguna palabra.

-La misma, has tardado cariño, pero lo has discurrido, he tenido que darte muchas pistas- una mano helada recorrió mi espalda haciendo que me estremeciera.- Nos veremos muy pronto cielo- unos labios secos se posaron sobre la piel de mi cuello y un aliento frío se deslizó por él.- Ahora vendrán a llamarte y a mi me reclaman mi presencia. Pero pronto tendremos tiempo a solas sin interrupciones Kris, muy pronto.

Las luces se apagaron y yo  estaba helado, sin poder moverme de mi sitio y con una respiración muy leve, casi inexistente.

Era Mikaela, ahora comenzaba a creer lo que Mark dijo, era la única explicación - por muy descabellada que fuese - que veía posible.

Mikaela había hecho un pacto con el diablo y aun no sé lo que, pero algo quería de mí.

Que tengais pesadillas, aviso que a partir de ahora todo irá de mal en peor.

😉🖤

Always

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