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Todo va fantástico, estar con lo chicos me ha ayudado a olvidarme de todo en lo que estoy metido.

Y hablando de olvidar... se que me he olvidado de algo importante, pero no estoy seguro qué es.

-Bueno, nosotros tenemos que volver al trabajo- dice Peter.

-Jo-o ¿por qué?- se queja Drew balanceándose como un niño pequeño -Yo quiero quedarme con Vany.

-Kris y yo ya vamos a tener que irnos ¿verdad Kris?

Me encontraba fatal, sólo podía pensar en las ganas que tenía de potar y además la cabeza me había comenzado a dar vueltas.

-¿Kris?- insistió Van.

-Yo... creo que tengo que ir al baño- dije llevándome una mano a la cara para tapar mi boca y no potar.

Entre corriendo en el aseo y abrí la tapa del váter, me puse en posición para echarlo todo pero lo que salió de mí no fue un vómito normal.
Estaba vomitando una especie de líquido visoso negro, parecido a la miel -con respecto a la textura-.

Estuve un buen rato echando ese asqueroso y viscoso líquido y por fin paré.

Pude observar como la sustancia que acaba de salir de mi estaba mezclada con el agua del váter. Era asqueroso.

Me aparté unos centímetros del váter y me giré para verme al espejo del lavabo, toda mi camiseta estaba cubierta por ese mejunje y mis dientes estaban de ese color, al igual que mi lengua.

¿Qué narices acababa de potar?

Miré en dirección al váter de nuevo y observe que la sustancia viscosa estaba haciendo burbujas ¿Pero qué?

Las burbujas se iban haciendo más y más grandes y yo como idiota me quedé mirando.

Las pegajosas y viscosas burbujas negras comenzaron a juntarse y a elevarse haciendo una forma humana, o casi humana.

Las burbujas cesaron el movimiento y descendieron, descubriendo así el cuerpo que había emergido de ellas.

-Hola Kristopher.

¡No! ¡Era ella! La chica de la siniestra voz, la chica de la ventana. Estaba a un metro de el y lucía igual de terrorífica que la otra vez.

-¿Qué quieres de mí?

-¿Muero y ya me sustituyes por otra?- dice diabólicamente.

-¿De qué hablas?- digo tartamudeando y deslizandome hacia atrás.

-Lo sabes muy bien, te vi besándote con Claire.

-Pero no te sustituí, tu y yo nunca fuimos nada.

-¡¿CÓMO OSAS?!

Mikaela se deslizo hacia mí y clavó una de sus mugrientas uñas en mi pecho.

-Escuchame atentamente Kristopher, te obeservo todo el tiempo y no vas a poder escapar de mí.

Mi respiración comenzó a agitarse y tenía miedo de cerrar los ojos.

Mikaela se iba pegando más amí y con su lengua negra chupo mi cuello.

Estaba estático, una vez más sólo quería que esto fuese una pesadilla.

-No te librarás de mí con un simple suicidio Kris, ahora te dejo cariño.

De la nada se esfumó.

Mis ojos comenzaron a cristalizarse y caí al suelo apretando los puños.

-¡¿Por qué a mí?!- grité encolerizado.

Unos golpes en la puerta me sobresaltaron, tenía miedo de que fuese ella.

Me acurruqué contra el lavabo y me tape los oídos, cerrando también los ojos.

La puerta se abrió de golpe y yo apreté los párpados aun más, con los pies me empujaba hacia tras con la esperanza de que de la nada apareciese un agujero por el que colarme y escapar.

Una mano se poso en mi rodilla y yo me quedé sin respiración abriendo mucho los ojos.

Al instante me relajé y me sentí estúpido.

Cuando vi la expresión de preocupación de Van me preocupé, ahora estaría pensando que estoy loco.

-¿Kris que te sucede? - dijo ¿asustada?- Y como me vuelvas a decir que nada te pego- dijo seriamente y con un tono de enfado.

-No me sucede na...- iba a decir de nuevo pero ella me interrumpió.

-¡No!- gritó enfadada- No me digas que no te pasa nada después de como te he visto ¿y qué es este líquido negro?- dijo señalando a toda la habitación.

-Cálmate.

-¿¡Cómo quieres que me calme!? ¡Me asustas Kristopher! Y me preocupas- se llevó las manos a la cara y sollozó- no estás bien, y es la segunda vez que te encuentro on una expresión de terror, como si alguien te fuese a matar.

Le cogí las manos y la atraje hacia mí, envolviéndola en un abrazo.

-Te quiero Van, pero esto vas más allá y no quiero que salgas perjudicada.

-¿Perjudicada en qué?- dijo al borde del llanto.

Estaba frustrada y preocupada por mí, y odiaba eso.

-Tengo miedo- dije en un sollozo- miedo de que vaya a peor y te haga algo- dije con la voz entrecortada y lágrimas en mis ojos.

-¿Qué me haga algo quién Kris?- dijo con una expresión de confusión.

-Yo- dijo una voz detrás nuestra, una voz que conocía muy bien.

-No...- susurré.

-¿Quié ha hablado?- dijo con la voz temblando Van.

-Hola Vanessa, cuanto tiempo- dijo Mikaela dejándose mostrar.

-¡Aaaaaaaah!- grito Van pegándose a mí.

-Estás hecho un mujeriego, eh Kristopher.

-Ella no te ha hecho nada- dije con los puños cerrados.

-Pero yo se lo puedo hacer a ella.

Mikaela me alejó de Van con un brusco movimiento y la agarró del pelo con una mano mientras le clavava las uñas de la otra en es abdomen de Van.

-¡AAAAAAAH!- un grito de dolor salió de la boca de Van, acompañado de lágrimas y sangre.

-¡VAN!¡No!

Me aproximé a ella y la agarré por el cuello- ¡NO VUELVAS A TOCARLA!

No sé de dónde saqué el valoe oara hacerlo, pero la adrenalina se había apoderado de mi cuerpo.

Van yacía en el suelo y Mikaela comenzó a reír.

-Si sobrevive no me hará falta- dijo perversamente mientras se esfumaba.

Me dirigí hacía Van pero pude ver que no estaba sola, Drew se estaba arrodillando junto a ella con un rostro de terror y Steve y James estaban estáticos en la puerta, mirando con los ojos muy abiertos.
Mi mirada viajo hacia detrás de ellos y pude ver a Candace hablando por teléfono.

-Sí, necesitamo una ambulancia inmediatamente.

Sobrevivirá Van?

Hasta el próximo capítulo!

Always 🖤

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