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Nos separamos para tomar aire y yo junté mi frente con la suya.

-Tú también siempre me has gustado.- digo con voz ronca.

-¿Esto es un sueño? Pellízcame para comprobarlo.- dice riendo.

Yo me rio con ella y entonces baja la mirada.

-Esto no está bien.

-¿Por qué no? Ambos nos llevamos gustando toda la vida.

-Porque ahora en mi vida existe un Mario al que le gusto y me gusta.

-Pero el te gusta desde hace tres meses, yo desde hace más.

-Kris, propongo que dejemos este asunto para cuando se calme un poco la cosa con el tema de Mikaela, no me parece el momento oportuno.

-Tienes razón Claire, pero para el amor no hay un momento específico.

Ella retrocede un paso y mira hacia la carretera.

-Vanessa te está buscando- Claire se da la vuelta y se va.

¿Debería detenerla?

Aun estoy asimilando todo lo que acaba de pasar.¿Cómo en veinticuatro horas mi mundo ha podido cambiar tanto?

Veo mi casa desde donde estoy, pero no veo a Van. Me pregunto si habrá entrado en casa y me estará esperando en mi habitación. Así que para resolver mis dudas dirijo mi mirada a la ventana de mi cuarto.

Pero a quien veo no es a Van.

Mi cuerpo se para en seco y comienza a retroceder a tal velocidad que caigo de culo al frío y duro suelo de la calle.

El bello se me eriza y mis ojos no son capaces de parpadear.

Ahora la reconocía, la dueña de la voz. Estaba en la ventana de mi habitación mirandome con ira.

Su pelo estaba despeinado y le caía por delante de la cara, su piel era pálida con reflejos verdes y morados (como los de los zombies de las películas), estaba descalza y tenía heridas por todo el cuerpo. Sus cristalinos eran negros azabache y sus iris inyectados en sangre, sus labios estaban mal pintados de color purpura al igual que sus ojeras. Sus uñas estaban completamente marrones y rotas, y sus ropas rasgadas y viejas.

Ella era Mikaela, pero no del todo, le faltaba su esencia. Parecía que estuviese poseída por un demonio -tal y como dijo Mark-.

Otra vez ese escalofrío me recorría el cuerpo.

La chica atravesó la ventana y comenzó a levitar en el aire acercándose a mí y yo -como el cobarde que soy- me coloqué en posición de armadillo esperando solamente a que todo fuese una pesadilla.

-¡Kristopher!¡Kris!¿¡Estás bien?!- oigo que dice una voz mientras unos pasos acelerados se acercan a mí.

La persona preocupada se arrodilla a mi lado y pone una mano encima mía, gesto que hace que pegue un brinco.

Con la respiración agitada abro los ojos y veo que esa persona es Vanessa, lo que me hace soltar un suspiro de alivio.

-¿Kristopher estás bien? Pareces aterrado.- dice colocando sus dos manos sobre mis hombros.

-Yo...- intento pensar una excusa pero no se me ocurre ninguna ¿cómo le digo que he visto a un espíritu demoníaco en mi habitación?-...me resbalé.

-¿Seguro? ¿Estás bien?

-Perfectamente, dentro de lo que cabe.

Ella asiente no muy convencida y se levanta, tendiendome la mano. Yo la tomo y me ayuda a levantarme.

-Quería hablar contigo- me eice preocupada- no te encontraba por ninguna parte, no estabas en el tejado de la biblioteca, ni en la playa, ni si quiera en tu...

Tape con un dedo su boca y sonreí.

-Estoy bien, ahora, ¿qué tenías que decirme?

-Nada en especial, supongo que sólo quería pasar tiempo a tú lado y...

Mi sonrisa fue sustituida por una línea recta. Sabía por qué quería hablar.

-Averiguar si yo tenía algo con Miakela ¿cierto no?- ella no responde- ¡si es cierto al menos dilo!

-¡Vale! ¡Sí es cierto! ¡Pero es que todo esto me supera! - coge aire y respira profundamente- además se que necesitas apoyo en estos momentos, la policía debe de estar molestándote.

La atraigo hacia mi y la envuelvo en un abrazo.

-Lo siento, no debí gritarte.- le digo al oído.

-Vamos, entremos en tu casa.

-¡NO!

Nuevo capítulo!!!
Es un poco corto pero espero que os guste, pronto habrá nuevos personajes 🙈💚

Y como siempre siento si hay faltas 😥💀

¿Quieres ser mi novio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora