O8 | Parlons.

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— Decepcionado, molesto, traicionado... Así me sentía en ese maldito momento, no era un secreto para mi que el que creí era casi mi hermano, aún deseaba a mi mujer, él mismo me lo había dicho con total descaro un par de veces, sin embargo, nunca lo creí capaz de involucrarse con la esposa de su mejor amigo... Al menos no hasta ese maldito momento.

— Adrien... N-no es lo que...— Dijo Luka con voz nerviosa.

— Cállate — Le interrumpí, avanzando con pasos firmes hacia mi esposa quien permanecía inmóvil en su lugar, la tomé de la muñeca ejerciendo algo de fuerza y la llevé conmigo, fuera del taller, llevándola casi a rastras hacia mi oficina.

— M-me lastimas... — Susurró — ¡Lo estás malinterpretando todo!

Yo no respondí, suavicé el agarre y entré al ascensor junto a mi Marinette para finalmente acorralarla contra la pared en cuanto las puertas de éste se cerraron detrás de nosotros.

— Dímelo... — Susurré contra sus labios — Quiero escucharlo de ti.

— Adrien... No es lo que parece, sabes que yo... — Llevó sus temblorosas manos a mi rostro, acariciando mis mejillas con las yemas de sus dedos — Yo soy únicamente tuya...

Por más que intentaba calmarme, me costaba conseguirlo, mi respiración se aceleraba cada vez más, la furia poco a poco me iba consumiendo, no podía con la idea de que Marinette y Luka... ¡NO! ¡ELLA ERA MI ESPOSA! ¡MIA!

— La playera era demasiado chica para Luka y yo... — Suspiró — Simplemente lo ayude a quitársela... ¿Crees que me arriesgaría a mandar tu confianza y nuestro matrimonio al carajo por una aventura?

Fijé la mirada en sus hermosas orbes celestes, las cuales me miraban con cautela, yo confiaba plenamente en mi esposa, siempre había sido completamente sincera conmigo, fiel, entregada, leal, pero mis tremendos celos me dominaban, sabía que estaba mal, sabía que tenía que darle la oportunidad de explicarme lo que había sucedido, pero vamos, no era de piedra, me dolía imaginarme una traición de esa magnitud por su parte.

— Esa fotografía... — Susurré, Marinette negó.

— La estás sacando de contexto... — Apretó los labios — Chloe aprovechó la situación para hacerte pensar cosas que no son. — Me abrazó, recorriendo mi espalda con mis manos mientras apoyaba su mejilla contra mi pecho — Confía en mi Adrien, confía en Luka, por favor... — Me apretó más contra su cuerpo — Nosotros jamás te haríamos algo como eso.

Suspiré, apegando mi cuerpo al de ella por completo, tomándola de la cintura y hundiendo mi nariz en su cabello, inhalando profundamente para llenarme los pulmones con su deliciosa esencia... No podría soportar una situación como esa... Si ellos me traicionaban yo... No sabría decir de lo que era capaz.

— Confío en ti... — Susurré después de un rato, tomando el rostro de mi hermosa esposa entre mis manos para contemplarla — Lo siento... Es solo que...

— Soy consciente de lo celoso que puedes llegar a ser — Dijo a la vez que me dedicaba una dulce sonrisa — Pero quiero que te quede muy claro que yo jamás te fallaría Adrien — Llevó sus manos a mi rostro, acariciando mis mejillas con sus pulgares — Tu y nadie más que tú eres el hombre de mi vida... El único hombre que puede tomarme.

En ese instante, el ascensor se detuvo en nuestro piso, encontrándonos con Annie quien aparentemente se disponía a subir.

— Hey ¿Ya comenzó la sesión de...?

— ¿Podrías hacerte cargo de eso? — Pregunté sin permitirle terminar la frase — Y que Claudia te ayude.

Mari soltó una risita, yo sonreí y salí del ascensor junto a ella, Annie asintió a mi petición, además de asegurarme de que le daría mi recado a Luka, aún así, decidí mandarle un mensaje al cara de polla de mi amigo.

LA VIE EN ROSE | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora