—¿Quieres dejar de moverte? — Preguntó mi preciosa diseñadora con el entrecejo fruncido — Así no podré tomarte bien las medidas.
Suspire, levantando mis brazos y permitir así que mi esposa pasara aquella cintilla que adaptó ella misma para poder tomarme medidas exactas y confeccionarme así, algunos cambios de ropa. Algo me decía que aquello la hacía regresar a su niñez, cuando confeccionaba ropa para sus muñecas.
—En verdad agradezco todo esto amor, pero...
—No hay pero que valga —Me interrumpió —Yo no voy a permitir que andes por allí con tu ropita sucia.
—Deja de usar diminutivos ¿Quieres?
Ella sonrió, acariciando mi mejilla con su índice.
—Lo siento... Es solo que... ¡Luces tan adorable!
Y bueno, esa era como la milésima vez que me lo decía durante el día.
Después de una extraña mañana en la oficina y de pasar a casa de mis suegros por nuestras bendiciones (Como a veces les llamaba Vic) Marinette y yo nos encerramos en nuestra habitación matrimonial junto a Emma, quien dormía plácidamente en su cuna. Mientras tanto, Plagg, Tikki, Félix y Hugo, permanecían en la sala, viendo dibujos animados en la pantalla.
Decir que me sentía tremendamente extraño se quedaba corto, aunque después de todas las cosas por las que había tenido que pasar en los últimos días, el tener finalmente un poco de paz y privacidad con mi esposa era lo que necesitaba para estar en calma.
—Entonces... ¿Invitaste a Annie y Vic a cenar? — Pregunté después de un rato, Marinette asintió, sonriendo ampliamente mientras anotaba mis medidas en su cuadernillo.
—Annie se ofreció en cuidar a Emma durante nuestra ausencia y Vic dijo poder encargarse de Hugo.
—Ya veo... — Suspiré— Ya perdí la cuenta de cuántos favores le debo a Vic.
—Oh vamos, él te adora como a un hermano.
Asentí, sentándome finalmente sobre uno de los carretes de hilo que había sobre la mesa. Mientras tanto, Emma comenzó a llorar en su cuna, anunciando así que se encontraba despierta.
—Creo que tiene hambre —Murmuró mi esposa, quien rápidamente se dirigio hacia nuestra princesa para cargarla.
Amaba lo maternal que Marinette era con nuestros bebés, lo mucho que amaba, cuidaba y cuánto se preocupaba por nuestros pequeños retoños, definitivamente, no había mujer más perfecta para mí que ella.
Y si a todo eso le sumamos sus dotes culinarios y su pasión en la cama...
—Calma princesa... Mami está aquí... — Murmuró en un tono suave, meciendo a Emma de arriba a abajo, suspirando con cierta pesadez mientras fijaba su angustiada mirada en mí — Creo que alguien extraña dormir entre los brazos de su Papi.
—Yo extraño cargarla...
Marinette suspiró mientras continuaba con los mimos hacia nuestra princesa. De un momento a otro, el timbre del departamento sonó, a lo cual mi esposa se apresuró en salir a atender a nuestras visitas.
Yo mientras tanto me mantuve sentado en mi sitio, divagando entre todo lo ocurrido en los últimos días y en la situación en que me encontraba. Definitivamente necesitaba recuperar la práctica, tomar algún tipo de entrenamiento fuera de las rutinas del gimnasio y con algo de suerte, encontrar la manera de regresar a mi tamaño normal.
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LA VIE EN ROSE | +18
Fanfic» Secuela de: " Bittersweet " » Primer libro: "Detras de la máscara " Han pasado 4 años desde que Marinette & Adrien formaron su propia y hermosa familia, todo parece ser color rosa en su entorno, sin embargo, la vida les pondrá nuevas pruebas y des...