Yoongi solo podía pensar en una cosa: ¿cómo y qué había hecho para terminar en esta situación? Sentado en el banco de uno de los parques cercano a su bloque de casas con el desconocido, pero conocido de su vecino de al lado.
¿Qué hacía allí siquiera?
El chico de pelo castaño llevaba bastante tiempo sin hablar, solamente observaba el cielo. El silencio estaba matando al chico de baja estatura, quien miraba tenso hacia delante dando pequeñas miradas al chico de su lado.
—Min, ¿puedo llamarte Yoongi?—habló Jungkook, pillando completamente desprevenido al pianista, dando un pequeño salto en su sitio.
—¿Eh? Ah, claro—el chico jugaba con sus manos, las cuales miraba sin apartar sus ojos ni un segundo, como si fueran lo más interesante en este mundo.
El batería a su lado parecía completamente despreocupado, con sus manos tras su nuca, su espalda completamente apoyada en el asiento y una de sus piernas sobre la otra.
—¿Cómo es eso de que odias nuestros instrumentos?—Yoongi levantó su mirada de repente, recordando que el estúpido de su vecino había dicho eso en voz alta; ¿qué debería decir ahora?
—Ah... yo...
—¿No te gusta la música? ¿cuántos años tienes?
Todas las preguntas de Jungkook estaban alterando el interior del mayor, quien trataba de tranquilizarse bajo la mirada e interés de aquel chico, lo que fue misión imposible.
—Sí, sí me gusta... yo...—el cerebro del pianista estaba entrando en crisis al no saber como explicar su odio hacia algunos instrumentos—... tengo veinticinco...—optó por contestar la última pregunta en su lugar, ya que era mucho más fácil. El contrario rió en voz alta.
—Oh, lo siento, ¿te estoy incomodando?—el chico cambió su posición, poniendo los codos sobre sus piernas. Miró sus zapatillas mientras tomaba aire a través de sus dientes—. No era mi intención... Hyung—lo miró de repente y sonrió dulcemente; el chico tenía una sonrisa pequeña y divertida.
Yoongi sonrió de vuelta, aún que su sonrisa era más patética, más torpe y expresaba un "no sé que hacer" en toda regla. Miró hacia los lados con sus ojos rápidamente y luego apartó la mirada por completo.
—Estoy preocupado por Seokjin, no parece el mismo...—habló de repente, lo que hizo que Yoongi mirara de nuevo su cabeza gacha. ¿Qué debía decir ahora? Solo conocía a ese idiota de hace unas semanas, no sabía como era él normalmente ni qué acciones extrañas veía Jungkook en él.
Para Yoongi, Seokjin era raro de por sí. Recordó el día en que lloró delante de él, se sentía un estúpido, ¿cómo pudo hacer eso? Seguro Seokjin se sintió muy incómodo, o al menos Yoongi se sentía así por pensar que él lo había visto llorar y lo había incomodado.
—Solo lo conozco desde hace unas semanas... no sé qué puedo decirte...
—Entiendo...—Jungkook puso su dedo índice entre el puente que separaba su nariz y sus labios—. Entonces estoy seguro que no te ha contado nada de él.
—¿Qué quieres decir?—Jungkook lo miró mientras reía en un susurro.
—Verás... Seokjin fue...
×××
—¡Seokjin!—gritó una chica mientras entraba por la puerta de la floristería, acompañada de otras chicas tras su espalda—, ¡Seokjin Oppa! ¡eres tan guapo!—las chicas se acercaron a el chico de pelo castaño oscuro, quien se encontraba arreglando una de sus plantas que había puesto en exposición. Seokjin apoyó sus manos en la mesa de metal y, al verse acorralado de todas las chicas, tiró su cuerpo atrás todo lo que pudo, siendo consciente de las plantas detrás de él.
ESTÁS LEYENDO
noisy neighbour; yoonjin
FanfictionYoongi se muda a un vecindario lleno de pequeñas y acojedoras casas, donde intenta encontrar inspiración para su amor: el piano. Pero al llegar se encuentra con que su vecino, Kim Seokjin, toca uno de los instrumentos más odiados por Yoongi: la guit...