IV.

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Un sonido molesto interrumpió el sueño de Yoongi, quien, igualmente, tampoco lo estaba disfrutando enormemente. Estiró su brazo hacia la mesilla que había justo al lado de su cama y llevó el teléfono a su oreja.

—¡Hola Suga! ¿cómo estás hoy?

Al oír al chico del otro lado gritar, apartó molesto el móvil de su oreja con los ojos aún entrecerrados.

—Ugh, ¿quieres dejar de gritar tanto?

—¿No has dormido bien? Tienes que dejar de practicar por las noches, es malo para tu salud, ya te lo he explicado.

—No puedo, es el único momento en cuando el vecino se está callado por una puta vez.

—Wow, ¿tanto ruido hace tu vecino?

—Tendrías que verlo, y de cerca es igual o más ruidoso incluso—Hoseok rió del otro lado.

—¿Cuán ruidoso? Para ti cualquier persona es ruidosa.

Mientras Yoongi se tallaba los ojos, levantó una caja en sorpresa, pero al minuto entendiendo lo que decía.

—No se calla ni debajo del agua.

—Entonces te debe recordar a mí—el chico reía cada vez más alto—. Siento haberte despertado, pensé que habrías dormido toda la mañana y luego te despertarías en la tarde.

—Habría hecho eso si el entrometido de mi vecino no hubiera tocado a mi puerta a las malditas ocho de la mañana, y claro, la falta de sueño me hizo abrir la puerta.

—Pareces muy amenazador por teléfono insultandolo todo el tiempo, pero en la vida real estoy seguro que no le habrás dicho ni un hola mientras lo miras a los ojos, ¿me equivoco?

Hubo un gran silencio antes de que Yoongi contestara.

—A veces te odio.

—Lo sé.

Yoongi se sentó al borde de la cama. La verdad es que no tenía fuerza alguna para posar un pie en el suelo sin caerse, así que simplemente los balanceaba de adelante atrás mientras los miraba atentamente.

Escuchó diferentes voces del otro lado del teléfono, sabiendo que indicaba el final de la llamada.

—Oye, me están llamando, juro llamarte más tarde si no estás durmiendo, ¿vale? Te quiero.

Yoongi sonrió

—Vale, Hoseok, yo también te quiero, cuídate.

Siempre al acabar las llamadas con su mejor amigo, miraba al rededor, sonriente, mientras esa sonrisa se iba poco a poco, como si todo se hubiera desvanecido en segundos. Lo necesitaba cerca, necesitaba que estuviera con él y no se fuera nunca, ya que aún que fueran personas completamente opuestas, Hoseok era diferente, sentía una atracción hacia su energía y se contagiaba completamente de ésta.

Dio un gran suspiro y se levantó de la cama tras prepararse mentalmente; aún no sabía lo que haría, pero estaba seguro de que aprovecharía el día de alguna manera.

...

Al salir de su larga ducha, se sentó en el sofá y abrió su portátil, buscando, con suerte, algún correo que lo aceptara como trabajador.

Y parece que ese día, la suerte estaba de su lado, pero a la vez le daba la espalda.

—¿Camarero?—los ojos de Yoongi se abrieron en sorpresa, era justamente el trabajo que esperaba no hacer nunca, el que menos deseaba de todos a los que envió su currículum. Camarero significaba hablar con la gente y recordar perfectamente los pedidos, algo a lo que Yoongi le tenía terror.

noisy neighbour; yoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora