Cansada. Así era su vida últimamente: cansada y sin tiempo para nada. Sentía que todo poco a poco se salía de su manos mientras intentaba inútilmente alcanzarlo, el día parecía tener sólo dos horas y la noche una.
Corría, sí, esa era la palabra correcta, corría por las calles sin prestar especial atención a absolutamente nada más que al tiempo que nuevamente le faltaba. Era tarde, verdaderamente tarde y el cansancio ya se reflejaba en su rostro, aunque llegase en dos minutos a la estación del metro, ni de broma llegaría puntual a aquella reunión, sin embargo una pequeña esperanza aún residía en su pecho. No puedo decir que crecía paulatinamente, pero por lo menos no se iba como sus ganas de detenerse a mirar un poco más de cerca el mundo.
¿Hacía cuánto tiempo que no iba al centro comercial con su esposa? Sí, esa mujer que no se cansaba de pedirle el divorcio, ni para eso tenía tiempo.
¿Hace cuánto tiempo que ni siquiera salía y se sentaba a fuera de su casa a respirar un poco de aire fresco? SeHun no recordaba con nitidez ninguna ocasión similar.
¡Maldita sea! Eso no importaba en ese preciso momento, lo que importaba era entregar aquella estúpida documentación a tiempo.«SeHun. Cuando vuelvas...¿podemas charlar?» le había dicho BoA, su esposa. Era una bella mujer, algo mayor que él pero con bastante madurez y elegancia, no era una mujer con la que pudieses tener el privilegio de verla todos los días, claro, sino eras Oh SeHun. Y de igual forma, esos días de tener a una belleza andante a su lado; pronto terminarían.
Y no la culpaba a ella, él sabía perfectamente que la culpa de que su perfecto matrimonio no durase más de tres miserables años era de nadie más y nadie menos que de él mismo. Siempre tan ocupado, siempre con prisa, llegando a media noche y yéndose a las cinco cuarenta de la mañana. Casi ni se veían y ni siquiera habían tenido relaciones íntimas...pero esto se debe a otro asunto, otro asundo del que SeHun jamás habló en sus treinta y cuatro años de vida no aparentados... Seamos sinceros, a SeHun tristemente nunca le gustó BoA y ninguna otra chica. No la amaba y esa era otra razón valida para divorciarse y dejarla libre.Ese día llegó a mitad de reunión, el jefe se molestó y sólo pidió que se retirase y no volviese mañana por la mañana para hablar con él, SeHun sólo asintió, dejó aquella carpeta con muchos papeles dentro de ella sobre la amplia mesa y se fue bajó una que otra mirada de pena.
Mirando el lado positivo, podía caminar con tranquilidad por las calles después de tanto tiempo sin hacerlo, el problema era que ahora no tenía ánimos de nada, de absolutamente nada. Nada le parecía importante y no se arrepintió de haber estado viviendo con prisa, nada había cambiado, todo seguía igual, no se había perdido de nada importante. Las calles seguían iguales, atoradas de gente que caminaba con distintas expresiones y otra más que permanecía sentadas en las bancas, esas que le molestaban al andar a las orillas del carril. Una castaña cabellera llamó su atención, un chico estaba sentado ahí con la mirada pérdida en el piso, como si estuviese dentro de una burbuja imperturbable, SeHun se sentía...extraño al mirarlo por mucho tiempo, así que sólo apartó la mirada de él y siguió con su camino, recto siempre, bien derecho y con el mentón alzado. Aún le quedaba algo por resolver en casa.
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2𝐶05 | Sebaek
FanfictionBaekHyun es un estudiante universitario. SeHun un empresario común y corriente. Sebaek. Oh SeHun & Byun BaekHyun