SeHun

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-Sólo falta tu firma -no se podían distinguir emociones en su voz, era tan plana y seca

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-Sólo falta tu firma -no se podían distinguir emociones en su voz, era tan plana y seca. No expresaba nada como ya se dijo, sin embargo, el sólo escucharla te provocaba un extraño sentimiento en el pecho que era interpretado de diferente forma según la experiencia. Por ejemplo, en aquella ocasión, SeHun llegó a sentirse intimidado, pequeño ante aquella mujer.
Aquello no era más que el papeleo del divorcio que el no dudó en firmar al instante. Ella sólo le regaló una mirada vacía y se dio la media vuelta. Sus tacones chocaban con el piso y también emitían un sonido seco, sin transfondo, daba la sensación de que todo era surrealista, que no estaba ahí de verdad, que no estaba ocurriendo.
Complicado, ¿no?
Se detuvo como si de repente se hubiese pegado al piso y dejó que el silencio los abrazara por un momento.
-Yo me mudaré de aquí..., ya he conseguido un sitio, me voy esta noche -espetó de repente, giró un poco su cara y SeHun pudo apreciar ese hermoso perfil sin expresión una vez más...por última ocasión mejor dicho.

Esa noche le pareció más fría, algunas otras personas se sentían morir por el calor que en realidad hacía, sin embargo, el estaba bien arropado y hecho bolita en la cama. Creía haberse sentido solo durante toda su vida, pero ahora de verdad se daba cuenta lo que era estar completamente solo. Esa sensación no se comparaba con la de siquiera el día anterior.
Se suponía que el estaba preparado mentalmente, el divorcio era algo que se presentía y se veía como inevitable...¿por qué se sentía tan mal entonces? ¿Por qué le estaba afectando si nunca la amó?
No pudo dormir.
Se levantó y se puso un pantalón cualquiera con una camisa cualquiera y unos zapatos cualquiera... Iría a cualquier lugar.
Salió de su casa con una gorra negra puesta y un cubre bocas de tela gris en su rostro. Caminó un buen rato entre la aún movida ciudad. A pesar de ser tarde, todavía había autos que se movían de aquí para allá y unas cuantas personas caminaban apresuradas entre las penumbras de los callejones.
Nunca se sintió tan cómodo entre la oscuridad y eso lo sorprendía un poco..., o tal vez era el hecho de que estaba respirando aire nuevo, estaba afuera sin necesidad de llegar a un sitio específico a tiempo o sin tener que caminar de prisa para poder entregar algún pedido en forma...

Las luces neón con tonalidad púrpura parecieron pestañearle sensualmente, pues en cuanto las vio caminó hacia ellas como si hubiese sido idiotizado. aquel letrero era sencillo pero tenía algo que te atraía, algo que era difícil de explicar o describir para él y para nosotros también.
Entró ahí después de leer el nombre del local y sentir una vasta curiosidad, nunca lo había visto antes y tampoco había escuchado algo similar.

"2C05"
Ahí era donde se encontraba.

Todo parecía se tranquilo, se escuchaba "Jhonny come lately" de Wild Bill Davis & Johnny Hodges a un volumen moderado acompañado de las platicas de los aún muchos visitantes. No parecía ser un antro, pero tampoco un restaurante elegante, era como una especie de bar de gran lujo, o simplemente un lugar calmado para beber y conversar con amigos. Tampoco había personas de esas que vez y en seguida te invade una gran desconfianza o miedo, todas parecían personas suaves, te sentías cómodo compartiendo ambiente con ellas y eso a SeHun le gustaba.
La estancia estaba pintada de un color púrpura profundo, sin más, sin decoraciones ni cuadros, sólo un color solido en el cual, si te quedabas viendo por mucho tiempo, tus ojos parecían fundirse en él. Las mesas y sillas eran de color blanco y hacía en contraste bastante peculiar al igual que la barra que era de mármol blanco también.
Todo parecía tan elegante pero también tan casual...
Sólo pidió un vaso con la primera bebida que se le ocurrió y comenzó a beberla con calma, sólo disfrutando de la vieja música y sin apartar la mirada de sus manos.

2𝐶05 | SebaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora