BaekHyun

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Media noche

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Media noche.
BaekHyun lloraba mientras escuchaba el sonido del televisor en la sala, hoy había decidido ponerse en un programa acerca de la literatura por lo poco que había podido comprender. Mas el no sentía ánimos de levantarse para absolutamente nada, el televisor podía quedarse encendido toda la noche si quisiese, a él ya no le importaba.
La Divina Comedia de Dante Alighieri, la obra más importante de la lengua italiana tenía lugar en aquel programa, era una especie de análisis de este mismo, iban leyendo verso por verso mientras le daban un significado.

Canto decimotercero.
Circulo séptimo: violencia.
Aro segundo: violentos contra sí mismos y las propias costas.

Él tenía su teléfono en mano, sin saber por qué, había llamado a SeHun. Tal vez sólo necesitaba oír su voz distorsionada por la mala recepción, tal vez sólo necesitaba oír cosas bonitas salir de su boca o tal vez sólo necesitaba decirle lo mucho que su corazón lo adoraba, tanto que el sólo pensar en él lo hacía sentir tan comprimido, como si en cualquier momento la presión lo fuese a hacer reventar.
Sin embargo, él desgraciadamente no había respondido su llamada, no quiso pensar cosas malas y sólo lo atribuyó a que tal vez ya estaba dormido, como cualquier otra persona a excepción de él o tal vez tú también.
Las lágrimas recorrían sus mejillas silenciosamente y otras tomaban rumbo hasta sus orejas por la posición en la que se encontraba. Mirando al techo, casi sin parpadear, sin conocer el porqué o para qué lloraba, tal vez su cabeza estaba muy saturada de quién sabe qué y necesitaba drenarse de todo.
La pantalla de su teléfono se encendió y éste comenzó a vibrar, alguien lo llamaba. Sorbió su nariz sonoramente y se limpió torpemente la cara con su mano libre, la otra la utilizó para contestar la llamada y llevar el teléfono hasta su oreja, se sentó en la cama y, gracias a la puerta abierta de su habitación, observó el televisor.
-¿BaekHyun? ¿Qué sucede? -la voz temblante de SeHun sonaba preocupada.
Nada más escucharlo, BaekHyun sintió como unas gratas sensaciones lo abrumaban a tal punto de robarle un sollozo que buscó esconder enseguida. Oh dios, cómo había sido que ese hombre le comenzó a gustar tanto. Tan atento y formal, detallista y delicado cuando de él se trataba. No lo entendía pero de verdad le encantaba estar con él.
-Estás llorando -así es, eso sonó más como una afinación que como una pregunta. BaekHyun asintió como si SeHun estuviese en frente de él.
BaekHyun tembló por un momento y se quedó en silencio, únicamente esperando a que la voz de SeHun se hiciese presente nuevamente.
-BaekHyun, ¿debería ir a verte? -se quitó el cubre-bocas de tela gris para que Baek pudriese entenderlo mejor. Él nuevamente asintió, intentaba con todas sus fuerzas calmarse para poder hablar-. Cariño... -era la primera vez que le llamaba así y por favor, BaekHyun sentía que su corazón pronto explotaría de amor, de pasar por un mundo de rechazo a de repente ser tan amado, se sentía bien, pero era un poco demasiado para él.
-Ven... -balbuceó mientras apretaba sus ojos y dejaba caer más lágrimas.
-Estoy ahí enseguida -y colgó, se subió a su auto y no perdió más tiempo.

SeHun pronto estuvo ahí y entró sin más, el televisor seguía encendido insistentemente en aquel programa. Habían avanzado en cuanto al libro...
Lo miró por unos momentos, algo en ese aparato era tan inusual y tan familiar a la vez, como si ya lo hubiese visto de alguna u otra forma. No se sorprendió cuando se dio cuanta de que éste no estaba conectado a la luz eléctrica.
Se adentró más en el ajeno hogar hasta llegar a la habitación de BaekHyun, el lugar no era tan grande y ya había estado ahí un par de veces, además, la luz del mismo televisor le ayudaba a no chocar con alguna cosa.
-BaekHyun -le llamó pero no respondió, sólo escuchó cómo algo se removía entre las sábanas y supo que ahí estaba. Se acercó rápidamente y lo rodeó con sus brazos, BaekHyun dejó salir un pesado suspiro y se acomodó en su pecho, ahora se sentía tan bien. Tan protegido y cálido. Tan querido.
-Quédate conmigo, ¿puedes? -su frente pegaba con el pecho de SeHun y sentía una de sus manos acariciarle la cabeza.
-Claro -le susurró y después buscó besar su mejilla. BaekHyun se lanzó hacia él en un abrazo.

Canto....

El televisor había cambiado de canal repentinamente llamando su atención, ahora estaba en un programa de música. La década de los cincuentas los atacó de repente, "Blue velvet" de Tony Bennet, una canción que encajaba con ese momento de una forma tan imperfectamente perfecta.
Calmada, suave...
BaekHyun sollozó una última vez antes de soltarse y acomodarse en la cama para por fin poder dormir después de unas cuantas hora de llanto silencioso.
SeHun rodeó su cintura con su brazo, se aseguró de tener a BaekHyun tan abrazado como le fuese posible, no quería que se sintiese solo nunca más, quería proporcionarle calma, tal y como esa canción lo hacía con su corazón. Paz.
Antes de que pudiesen quedar profundamente dormidos, de un momento para otro, el televisor se apagó, sin más dejó de reproducir aquella canción segundos antes de que terminara y su pantalla quedó del negro profundo de siempre...

2𝐶05 | SebaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora