Su trabajo poco a poco se convirtió en algo monótono... No, mejor dicho, se dio cuenta de que su vida era la que desde hacía mucho tiempo, era una bola monótona. Estaba atorado en un círculo repetitivo y vicioso, eso era su vida y no se había percatado de ello hasta después de unos años, hasta ese momento. Mira, quieras que no, gracias al divorcio había puesto más atención a su vida.
Un respiro, sólo necesitaba un respiro.
A veces sólo tenía ganas de dejar caer su rostro contra la madera del escritorio y quedarse así durante todo el día.
Sólo tenía que mover sus horarios y reorganizar su vida. Sonaba más fácil de lo que era.
Pero sin duda, para algo que sí se había hecho espacio era para ir a ese bar extraño que encontró aquella noche. Asistía ahí cada que le daba la gana, unas tres veces por semana, una noche más o una noche menos...el caso es que ya no había semana en la que no fuese, se sentara y disfrutara de la música y la primera bebida que se le ocurriera, hacía aquello como para preservar la tradición de la primera vez que se introdujo en ese lugar. Cada noche veía caras nuevas y dejaba de ver conocidas, comenzaba a pensar que era el único que asistía a ese lugar con regularidad, era como si las personas estuviesen yendo con base en un ciclo que únicamente duraba de una o cuatro horas. Se iban, no volvían y otra persona totalmente diferente a ellas las reemplazaba. Claro, a todos menos a él por alguna extraña razón.
-SeHun -una voz le murmuró en el oído, él levantó la cabeza rápidamente, no sabía cuánto tiempo había pasado con exactitud-. ¿Tienes listo eso? -dijo una chica esbelta y bajita, con piel pálida y un cabello con un color negro bastante profundo, lo veías y sentías como si tus ojos se nublaran, por aquella razón siempre procuraba llevarlo recogido en un peinado estilo "cebolla".
SeHun dirigió su mirar al computador frente de él y asintió dando un chequeo rápido y muy por encima.
Vio cómo la mujer movía sus labios mientras lo miraba con ojos alegres y entusiastas, sin embargo él no escuchó ni una sola palabra, ni un solo ruido, parecía que por un momento el mundo enmudeció para él. Sacudió la cabeza y sobó sus sienes por un momento mientras cerraba los ojos con fuerza, una punzada le atravesó la cabeza. La sonrisa de la chica se esfumó y su cara ahora parecía preocupada.
-¿SeHun? ¿Estás bien? -su voz asimilaba haberse hecho más suave.
Él asintió con dificultad y movió su mano dando a entender un "no te preocupes". Volvió su mirar a la pantalla incandescente con lentitud y parpadeó dos veces con fuerza y a conciencia.
-No es por nada, pero deberías tomarte un descanso y tomar cuidados de ti mismo. Últimamente estás muy distraído y te ves muy mal... -no lo miró a los ojos cuando dijo aquello, sólo clavó su vista en un punto muerto alejado del rostro de SeHun. Tal vez buscaba esquivar aquel severo mirar que lo caracterizaba.
Él volvió a asentir con compresión y cerró los ojos nuevamente.
-Veré qué puedo hacer, creo que tienes razón. No me he sentido bien -volvió a sobar una de sus sienes con cuidado-. Te enviaré esto y me iré a casa.
La chica asintió contenta por el hecho de que SeHun se había prestado a escuchar y acatar su consejo, no era algo que pasaba siempre, pues cuando se encontraba mal, la mayor parte de la veces se ponía a la defensiva.
Pero hoy ni de eso tenía ganas.Se encontraba camino a casa, iba a pie, despacio y mirando a todos lados. Mucha gente a su alrededor muy hundida en sus pensamientos, parecía como si todos aquellos, así como él, no sentían que estuviesen viviendo en el mismo mundo, no sentían como si estuviesen respirando el mismo aire que otros y tampoco que veían la misma luna.
Cada quien tenía su propio universo.
Por lo menos así lo creía él. Sin embargo, también creía que muchas personas compartían su universo mutuamente con otras, tal y como si fuesen dos habitación pegadas con acceso la una a la otra por medio de una puerta en la pared divisora. Y que también había otras personas que fusionaban sus universos para convertirlos en uno solo, y podía ser que aquel universo permaneciera como uno mismo para siempre o que se volviese a dividir, tal y como había pasado con el universo de BoA y el de él.
Un hombro chocó con el suyo, no le causó dolor y tampoco logró hacer que su maletín se cayese, sin embargo, el chico llevaba su celular en mano y este sí que se había caído.
-¡Lo siento! -aquellas palabras salieron por instinto de su boca mientras lo miraba preocupado.
Reconoció la cabellera enseguida y se quedó sin habla. Ese sentimiento extraño invadió su estómago.
El joven se acercó rápidamente y recogió su teléfono, afortunadamente no le pasó nada de gravedad, la pantalla no se rompió y sólo tenía un ligero raspón en una de las esquinas.
-No hay problema. No ha pasado nada -su voz era tan suave y tenía un tono agradable, SeHun inmediatamente quiso escuchar esa voz todo el día. Tal y como si fuese una muy buena canción como las que ponían en aquel bar...
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2𝐶05 | Sebaek
FanfictionBaekHyun es un estudiante universitario. SeHun un empresario común y corriente. Sebaek. Oh SeHun & Byun BaekHyun