2𝐶05 | Sebaek

SeHun

Final.

SeHun hacía rodar aquel anillo entre sus dedos mientras lo miraba fijamente, la plata brillaba como si fuese recién pulida, casi como si quisiera opacar al pequeño diamante incrustado en ella, obviamente no lo lograba, los ojos de quien lo viese se dirigían directamente a aquel reluciente.
BoA ahora parecía tan lejana, casi no podía recordar su voz con claridad, mucho menos su sonrisa o el ya muerto brillo de sus ojos.
Sonrió con amargura.
¿Ella estaría siendo feliz, casi tanto como él? ¿Qué se encontraría haciendo en esos momentos?
Apretó el anillo entre su mano y soltó una suave y breve risa. Entonces BaekHyun abrió la puerta principal y SeHun se apresuró a hechar aquel anillo en su bolsillo delantero. Dirigió toda su atención a BaekHyun. Algo estaba diferente en él.
Llegó y se aferró a él en un cálido abrazo, hundió su rostro en el pecho contrario y disfruto del tacto del mayor por unos segundo antes de separarse y mirarse sonrientes.
-¿Dónde está tu chaqueta? -preguntó el pálido hombre enseguida de descubrir aquél objeto faltante. BaekHyun apretó los labios por unos momentos y luego comenzó a hablar sonriente:
-La doné para que alguien al que le haga falta la obtenga. A mí no me servía para nada -miró el suelo mientras SeHun alzaba una ceja.
-Pero...
-Así podré olvidarme de él y estaremos a mano -sonrió y el resplandor en sus ojos se apagó durante un breve momento.
SeHun no término de entender del todo, pero decidió no darle más vueltas al asunto, después de todo, BaekHyun podía hacer lo que el quisiese con sus prendas.
-Ven a recostarte conmigo -extendió su mano que enseguida fue correspondida por la de SeHun, amabas manos perfectas encajaban con armonía.

Estaban en la cama uno al lado del otro, el espacio entre ellos era casi inexistente.
-SeHun... -llamó en un murmuro.
-¿Sí?
Hubo silencio antes de que BaekHyun volviese a hablar.
-¿Podrías quedarte para siempre conmigo?
SeHun se giró un poco y pegó su frente con la de Baek, ambos cerraron los ojos con suavidad.
-No desearía algo más -dijo para después besarle con dulzura y amor. La sonrisa en el rostro de BaekHyun era la más radiante que había visto en toda su vida.

SeHun había vendido aquél anillo de plata resplandeciente y diamante opacador, la cantidad de dinero que le habían dado era bastante buena y, con ella, pudo por fin comprar dos anillos de oro bastante sencillos y bonitos. Estaba seguro de que a él le encantarían.
«No dejes que esto sea difícil, sólo recuerda qué hace a tu corazón latir con rapidez con tan sólo mirarlo. Eso es lo que te hace feliz»
Una vez, no recuerda con exactitud a quién, pero le preguntó cómo era que podía saber el qué o quién le hacía feliz. En esos momentos se encontraba bastante atorado en eso, sin embargo, tampoco recuerda con lucidez el porqué exacto.
Lo que importa fue que aquella persona le dijo algo similar a lo anterior. Y SeHun por fin había encontrado a esa persona, y no era nadie más ni menos que BaekHyun: el hermoso chico que consiguió derrertir su corazón desde el primer día en que vio a su cabellera sacudirse gracias al viento.

Era una tarde, el otoño terminaba y el invierno se comenzaba a sentir en el viento. Su tacto era más gélido que antes.
Estaban sentados en el parque admirando a los niños correr y a las hojas marcharse hasta la primavera siguiente.
BaekHyun las miraba con una calmada sonrisa y SeHun no podía apartar sus ojos de ese perfil sin errores a flote. Lo acarició clamando así la atención del chico el cual no dudó ni un segundo en entregársela.
Paseó su mano por el blanco rostro un poco enrojesido por el viento frío, BaekHyun sonrió gracias a esto y buscó recostarse un poco más en su cálida mano.
-BaekHyun...
El mencionado alzó sus cejas y su cabeza ligeramente pidiéndole así que continuase hablando.
-¿Podrías quedarte para siempre conmigo? -repitió las palabras dichas por el castaño hace unas cuántas noches mientras, de su bolsillo delantero; sacaba uno de los dos anillos que había comprado. El restante ya estaba muy cómodo en su dedo.
BaekHyun sonrió como nunca lo había hecho y ocultó su brillante rostro en el brazo de SeHun. Estaba demasiado emocionado y feliz, tanto que incluso creyó que lloraría.
-¡Sí! -gritó con entusiasmo mientras se abalanzaba sobre SeHun. Él correspondió su abrazo con entusiasmo, luego le colocó el anillo.
BaekHyun lo apreció mientras mordía su labio inferior intentando calmar así toda su felicidad, nuevamente sentía que su corazón explotaría, pero esta vez era tan satisfactorio que no le importaría si de verdad pasase.

Una noche, varios meses después, SeHun decidió regresar a ese extraño lugar, tenía tanto tiempo que no lo visitaba, quería comprobar que aquel extraño sentimiento de surrealismo se había ido o, si por el contrario, había aumentado.
Caminó por mucho tiempo, demasiado, la caminata le pareció eterna pero, después de tanto, por fin llegó a ese lugar.
Lo miró con los ojos y boca bien abiertos, la puerta estaba sellada con concreto, este aparentaba haber estado ahí desde siempre. El letrero estaba casi caído y la luces parpadeaban sin ritmo. Pronto se apagaron frente a sus ojos.
"2C05"
Murmuró el nombre del lugar como si así fuese a lograr que todo se restaurase, pero luego desistió, por algún motivo no quería que ese lugar volviese a existir, por un momento incluso sintió repulsión hacia él.
Bastante extraño.
Lo contempló por unos segundo más y luego sacudió su cabeza, la alzó nuevamente y el letrato ya no estaba, ya no había nada, únicamente una pared sola y triste...
No pensó más el porqué de repente se sintió más ligero. Dio media vuelta y comenzó a caminar de regreso a casa, una cabellera castaña lo esperaba ahí.

9may18
‎