🏹Capítulo 2.🏹

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Decisiones.

  ---¡Hey!, Cupido.---la llamó al ver que estaba apoyada en su casillero, concentrada, escribiendo algo en su famosa libreta.

Jennie pegó un saltito, se había asustado por la inesperada aparición del chico.

  ---Hola TaeYong.---saludó cerrando su libreta---¿Que necesitas?.

  ---A ti.---respondió y la chica lo miró soprendida---Bueno, a tu ayuda.

  ---¿Con qué? Ya he dicho que no hago tuto...

  ---Con una chica.---la interrumpió---Necesito que me ayudes a enamorar a una chica.

  ---¿El gran Lee TaeYong necesita mi ayuda para lograr acostarse con una chica?, wow, esto es nuevo.

  ---No hablo de sexo, Kim. Ella realmente me gusta.---respondió convencido.

Respiró profundo.---Bien, ¿De quién se trata?.

  ---Kang SeulGi.---Jennie sintió una molestia dentro de ella. Conocía la fama que tenía TaeYong con las chicas y creía que SeulGi era demasiado buena para él.

  ---Ella no es para ti.---afirmo y de dio vuelta para seguir su camino, pero él la tomó del brazo e hizo que se quedara.

  ---Se que lo dices porque no nos llevamos bien, pero... Por favor.---suplicó.

  ---Dos cosas.---apartó su brazo de su agarre---No vuelvas a tocarme, y...---respiró profundo---Está bien, voy a ayudarte con ella.

  ---Gracias.---le sonrió.

  ---Aún no agradezcas.---dijo---Escucha, para arreglar esto tendremos que reunirnos en algún lugar que no sea la escuela, ya que nos verían juntos y todo sería muy sospechoso.

  ---Tienes razón...---respondió pensante---¿Te parece hoy a las cinco en la cafetería de aquí a la vuelta?.

  ---Me parece bien.---dijo seca y se giró, para marcharse.

  ---¿Ya te vas?.

  ---¿Acaso quieres que me quede hablando contigo y protagonizemos una bonita escena donde entramos en confianza?, porque yo no.---contestó sin darse vuelta y siguió su camino.

  ---Yo sabía que eras rara, pero no sabía que eras TAN rara.---dijo, aunque ella no pudo escucharlo.

--♡--

  ---¿No crees que deberías tomarte un descanso de esto?, o al menos... ¿Empezar a cobrar por tu trabajo?---cuestiono la mayor.

Jennie la miró, desconociendola.

  ---JiSoo, esto es lo que más amo en el mundo. Estoy agobiada por los exámenes y eso, esto no tiene nada que ver.---respondió---Y no, no podría cobrar por esto. No necesito dinero.

Su amiga rodó los ojos, ella se tomaba demasiado en serio el tema de ser "Cupido", tanto que hasta ya la apodaban así. Jennie no se quejaba en lo más mínimo, de hecho, estaba de acuerdo con que la llamen así, ya que para ella, Cupido y Jennie eran dos personas completamente distintas. Jennie era la parte fría, caprichosa e insoportable, mientras que Cupido era dulce, pero seria al momento de "trabajar". Era simpática y se alegraba si su misión resultaba exitosa. Y siempre lo hacía.

  ---Mira esto.---abrió su libreta-algo que no hacía con nadie más que con JiSoo, ya que era prácticamente su hermana y confiaba mucho en ella. Su libreta de trabajo era totalmente íntima, ahí era dónde anotaba las parejas que había formado, dónde escribía datos sobre personas (por si alguna vez lo necesitaba), y demás-.

  ---Emm...---se acercó para leer---¿Sana y DaHyun?---fruncio el ceño---Imposible.

Soltó un bufido---Kim JiSoo, ¿Qué hablamos sobre cuestionar mi trabajo?.

  ---¡Hey, chicas!.---una alegre Irene se acercó a ellas---¿Tienen algo que hacer hoy en la tarde?.

  ---Nop.---respondió JiSoo por ambas.

  ---Ahm... De hecho yo sí.---interfirió Jennie.

  ---Tú nunca puedes.---dijo la pelinegra con un puchero, ella se encogió de hombros.

  ---Se que tú y yo nos debemos una charla, pero en este momento no tengo tiempo de hacer nuevas amistades.---habló apenada. En ese momento el timbre sonó, anunciando que el horario de clases había terminado---Debo irme, las veo mañana---se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta.

Al llegar a la salida su teléfono sonó, había recibido un mensaje de texto.

YoonGi:
Que hermosa te ves hoy Jennie.

Rodó los ojos al leer el mensaje y guardó el pequeño aparato en su bolso. Min YoonGi era uno de los tantos chicos que había usado para superar a TaeYong, la diferencia es que él no entendió que lo de ellos era solo de un rato y no pasaba de eso. No lo iba a negar, era buena persona, era guapo y tambien era uno de los chicos más deseados pero no sentía nada por él, y por mucho que insista, nada pasaría entre ambos.

Al llegar la tarde Jennie fue a dónde acordó con TaeYong, ahí estaba él esperándola. Se acercó y la saludó con un beso en la mejilla, ella sintió una extraña sensación en su pecho al sentir sus labios en su mejilla y su delicioso perfume, pero no dijo nada y sólo se limitó a sentarse en la silla desocupada.

Luego de ordenar dos cafés un silencio se generó entre ambos.

  ---Luces bien.---comentó el chico.

Jennie tragó saliva. ¿Qué estaba diciendo?.

  ---Siempre lo hago.---respondió mientras sacaba su libreta y un lápiz de su bolso. Los apoyó sobre la mesa y buscó la página dónde había anotado algunas cosas sobre SeulGi. TaeYong intentó husmear pero ella no se lo permitió---Bien, empezaré explicándote que esto nos llevara aproximadamente una semana o dos, si es que las cosas no se complican.

  ---¿Por qué tanto?.

  ---¿Me dejas terminar?.---él asintió---Gracias. Lo decía por dos razones, la primera es que no conozco mucho sobre SeulGi, ¿Tú sí?.

  ---No.

  ---Bueno, entonces deberé investigar un poco más sobre ella, o sea, sus gustos, si esta alérgica al chocolate o a las flores. Esas cosas. Y la otra razón es porque... Ella está enamorada de alguien.

  ---¿Quién?.

  ---Park JiMin.

  TaeYong soltó un suspiro y cubrió su rostro con sus manos, parecía frustrado. Cosa que a Jennie le causó gracia y en cierto punto, ternura.

  ---Tranquilo, Tae.---consoló, pero al instante se arrepintió de llamarlo así, creyó que había quedado muy confianzuda. Sus mejillas comenzaron a teñirse de un ligero rosa---Ehh...---habló... ¿Nerviosa?-diablos, no se sentía así hace tiempo-, tratando de que el chico no se dara cuenta de su sonrojo---Tengo que avisarte que vamos a tener que reunirnos todos los días, después de la escuela. Tú vas a contarme tus progresos, anotaremos ideas y haremos ejercicios de confianza.

  ---¿Ejercicios de confianza?.

  ---Sí, porque... ¿Nunca has hablado con ella, verdad?.

  ---No, no puedo.

  ---Lo supuse. Empezaremos desde mañana.

  ---¿En dónde vamos a encontrarnos?, ¿Aquí?.---ella asintió.

  ---Recuerda que nadie debe saber de esto.---dijo---Absolutamente nadie. ¿Lo prometes?.

  ---Lo prometo.

Hey!, Cupid. »  JenYong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora