Ante una triste y desolada vista, divisé algo que me pareció muy peculiar.
Que me hizo levantar la mirada.
Y es que tras vagar por horas en un camino desierto,
me di cuenta de que tenía ahora,
pies humanos al igual que mis dedos.
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Mis brazos sangraban
y mi voz no era la misma; con el rostro cambiado y un poco sordo, seguí avanzando.
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Me di cuenta también que al caminar,
el escenario cambiaba repentinamente.
Primero el desierto, luego una playa,
al final una aldea de gente muriendo de hambre y enfermedad,
y luego una gran ciudad.
Y ahí veneraban a los Dioses sedientos de sangre,
y en medio de la multitud levanté la mano y dije: ¿Quién se ofrece para rendirle honor en sacrificio a su Dios? Y todos rieron
y algunos me odiaron, me creyeron loco.
Tomaron mis manos y me llevaron al frente
Y ahí, ante todos...
Me condenaron a muerte.
Sentí que mi piel se quemaba, que mis brazos se torcian y que la sangre brotaba.
Comencé a gritar de dolor
Y sentí en mí las miradas,
Miradas de ira y de venganza.
Al final desperté,
con un grito ahogado
y poco después
Supe lo que había pasado.
Comprendí que había sido un sueño, un sueño donde no era un Dios, una pesadilla atroz... Un sueño que no sólo he tenido yo.
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៛¤Poesía Onírica¤៛
ŞiirPoemario sobre lo que son y lo que no suelen ser los sueños. Para aquellos que sueñan y para los que desean despertar.
