Capítulo 40

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Era ya el tercer día que no sabía nada de Nicolás.

Tenía la esperanza de que Miranda llamara y pidiera alguna recompensa por el, en este momento estaba dispuesto a darle hasta el último centavo con tal de que él regresara con nosotros.

Acababa de regresar a casa, estaba agotado y necesitaba ver a mi Dul.

Su ánimo había decaído muchísimo se pasaba el día en la habitación de Nicolás arreglando y preparando su ropa o simplemente sentada en silencio.

Poncho y yo tratábamos de encontrar a Nico, quiero hacer algo en lugar de esperar en casa a que al policía encuentre a mi hijo.

Entré a casa junto a Poncho y en la sala había una caja de cartón, aún empaquetada.

Anny llegó hasta nosotros, abrazo a mi amigo y después besó mi mejilla.

Anny: ¿encontraron algo?- negué.

Chris: ¿dónde está Dul?

Anny: en su habitación, hace un momento fui a llevarle la comida pero estaba dormida y preferí dejarla descansar.

Chris: si, creo que es lo mejor- me senté en el sillón junto a aquel paquete- ¿qué es?

Anny: no lo sé, lo trajeron hace un rato... es para Dulce- asentí.

Anny: les calentaré la comida- se dirigió a la cocina.

Poncho: yo te ayudo mi amor- caminó detrás de ella y ambos se perdieron por la puerta de la cocina.

Me quede en la sala hasta que escuché el timbre de la puerta, me levanté a abrir y al otro lado me encontré con Blanca quien llevaba a su hija Regina en brazos.

Chris: hola Blanca- besé su mejilla y le cedi el paso.

Blanca: hola Chris... ¿Cómo está Dul?

Chris: igual, ahora está descansando.

Blanca: yo... creí que tal ve estar un rato con Regina le ayude un poco a levantarle el ánimo, ella y Nico son los más apegados a mi hermana.

Chris: si, puede ser... sube está en la última habitación.

Blanca: no Chris... Aún no tengo el valor para verla, todo esto es mi culpa.

Chris: no Blanca, pudo pasar con cualquiera de nosotros, Miranda estaba decidida a llevárselo... Ahora lo importante es encontrar a Nico y ayudar a Dulce, yo creo que le hará bien verte, te extraña mucho.

Blanca: y yo a ella pero ahora no puedo verla- bajó la mirada.

Chris: está bien - puse una mano sobre su brazo- yo llevo a Regina.

Blanca: gracias Chris.

Tomé a Regina quien pataleaba alegre y emitía balbuceos un poco más desarrollados que mi bebé.

Abrí la puerta y ella ya estaba despierta, sin embargo aún estaba recostada en la cama.

La bebe se emocionó al verla y comenzó a balbucear y gritar más fuerte.

Dulce: ¡lo encontraste!- se levantó entusiasmada pero al mirarme se desilusionó un poco.

Chris: lo siento mi amor- dejé a la niña sobre la cama y se acercó gateando hasta ella.

Dulce: no te preocupes- me sonrió triste y después centro su atención en Regina- hola princesa ¿cómo estás?- la abrazó y yo me senté junto a ella.

Dulce: no te preocupes- me sonrió triste y después centro su atención en Regina- hola princesa ¿cómo estás?- la abrazó y yo me senté junto a ella

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