Capítulo 22

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Mi bebé ya tenía casi ocho meses, balbuceaba inentendibles sonidos aunque a veces juraría que estaba a punto de decir papá.

Anny y Poncho estaban esperando a su primer bebé, ella tenía casi dos meses de embarazo y se veía más hermosa que nunca. A pesar de eso ellos no se han apartado de Nicolás para nada incluso lo llevan con ellos algunas noches.

La empresa cada vez avanza más rápido abriendo mercados internacionales, Poncho trabaja conmigo en el área jurídica y Christian comenzó a trabajar en la administración de la empresa.

Ya habíamos logrado firmar contrato con una constructora de estados unidos y ahora trabajamos juntos en algunos proyectos.
A pesar de eso trataba de delegar mi trabajo para lograr estar con mi bebé el mayor tiempo posible. Ya no volvería a separarme de él como lo hice hace meses.

Él seguía asistiendo a la guardería de Blanca, mi relación con ella era agradable, somos buenos amigos a pesar de lo que pasó con... Dulce.


Dulce... hace casi tres meses que no la veo, un día simplemente tomó su maleta y se fue sin decirle nada a nadie. Después de que hablé con ella nosotros nos evadíamos mutuamente y la última vez que la vi yo estaba en la entrada del kínder de Nico y ella estaba bajando de un auto que supongo era del hombre con el que estaba. Su aspecto no me gustó para nada, estaba pálida y parecía que había llorado. Tal vez había peleado con él.

Me aparté de ahí tratando de no pensar en ella, quería ayudarla pero sabía que si me acercaba a ella el único lastimado era yo.

Ella había tomado una decisión y aunque no esté de acuerdo la aceptó por es lo que ella quiere.


El error que cometí con Giovanna no se volvió a repetir, después de ese día hablamos y todo quedó muy claro, ella se fue poco tiempo después a viajar por el extranjero y eso fue lo mejor. No volví a salir con nadie más, las mujeres ya no figuraban en mi vida, ahora me dedicaba a mi hijo y a mi trabajo.

Trataba de volver a lo que era mi vida antes de ella.


Estaba en la sala de mi casa jugando con mi Nico quien reía con las cosquillas que hacía en sus piecitos.

Golpearon a la puerta y tomé a Nicolás en mis brazos para acercarme a abrir la puerta.

Encontré a la persona que menos esperaba, era Sofía. La prima de Edith, su casi hermana.

Sofía: Hola Chris- me dijo sonriente.

Chris: Hola... ¿Qué haces aquí?- la miré confundido.

Sofía: vengo a hablar contigo ¿Él es Nicolás?- se acercó a Nico pero yo lo alejé de ella- Chris ¿Sigues enojado conmigo?

Chris: no... pero tampoco te voy a entregar a mi hijo después de lo que hiciste.

Sofía: Chris...- suspiró- ¿Puedo entrar?

La miré por un momento y después me aparté para dejarla entrar. Ella entró despacio y se detuvo en medio de la sala, asentí y ella se sentó. Me senté en el otro sillón y acomodé a Nico en mis piernas.

Chris: ¿Qué es lo que quieres hablar conmigo?

Sofía: Chris yo... yo no sabía lo que pasó con Edith- la miré confundido- mi tía me acaba de decir que mi prima... murió- una lágrima calló por su mejilla, ella la limpió y miró a Nico- tampoco sabía de Nico.

Chris: pero ¿Cómo no lo sabías? Ella desapareció y...

Sofía: mi tía me dijo que había escapado con Christian, creí que era cierto. Incluso estaba feliz por ella, al fin había escapado con quién ella amaba y era feliz... no la busqué porque creí que si la localizaba alguien lo sabría y la obligarían a volver... Y no te busqué a ti porque creí que después de lo que había pasado no querrías saber nada de mí.

Chris: te encontré con otro Sofía... claro que no quería saber nada de ti

Sofía: lo sé Christopher pero tú y yo sabíamos que lo nuestro no iba a funcionar, tú no me amabas y yo... yo me enamoré de Héctor y no lo pude evitar, perdóname.

La observe por un momento, tenía razón, nosotros no nos amábamos y continuar con los planes de boda que su tía y mi madre tenían para nosotros hubiera sido un error.

Christopher: está bien... tienes razón, además eso ya pasó.

Sofía: gracias- me sonrió.

Charlamos un poco hasta que golpearon a la puerta de nuevo y me levanté con Nicolás, observé a Sofía.

Christopher: tengo que atender la puerta ¿Te importa quedarte con tu sobrino?- ella me sonrió muy feliz.

Cambio Radical ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora